La Mansión Wayne

Grant Morrison nos invita a pensar el universo como un ente cambiante e influenciable. ¿Te animás?

Atrévase a Soñar

07/04/2020

| Por Bruno Magistris

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tumblr_mr0fafMhdU1qh3iw7o1_400Hoy no me voy a centrar en una historieta específica sino en un autor del cual se habla cotidianamente en este sitio: Grant Morrison. Pero considero que no entraría en “Mundo Morrison” porque no quiero hablar de ninguna de sus obras sino de cierto método mágico que el tipo pregona por ahí, con el cual intenta reescribir el mundo a su paso.

¿Qué estoy diciendo?

Hace varios años el tipo dio una conferencia frente a un público que casi se infarta al verlo subir: un alarido descomunal fue su primer “palabra”. Ante el silencio que siguió, se entró a cagar de risa y a comentar que en el vaso que sostenía reposaba su propia orina, la cual era muy saludable tomar por tal y cual motivo. Buena forma de empezar, ¿no?

Se hace difícil entenderlo al tipo, para el que sabe inglés, porque tiene un acento muuuy escocés, cerradísimo, pero cuando más o menos la agarrás la vuelta, la charla se hace llevadera porque si hay algo que el chabón no tiene, es delirios de grandeza. Cuando habla, es uno más, no el GENIO bajo cuya pluma salieron a la vida Doom Patrol, Animal Man, o The Invisibles. No, el tipo habla y parece que estás en un bar con un amigo que te cuenta lo cool que es esto de escribir superhéroes y ganarse la vida con el fruto de tu propia creatividad.

Aunque no solo de estos temas habla en la charla, sino que va y viene entre muchos tópicos. Y el que más me interesó fue el siguiente: el universo es algo así como un ente cambiante e influenciable, el cual reacciona ante nuestras posibles interacciones con él. Si querés cambiar tu realidad, escribila y empezá a vivirla (algo así intento desde un comienzo con Invisibles, transformando a King Mob en él mismo y contagiándose (él) una enfermedad de su propio personaje… una locura, bah).

1.Qué queremos

1.Qué queremos

¿Pero cómo es esto de escribirla? ¿Agarro un papel, pongo “quiero ser millonario” y listo? No, lo que él plantea no pasa por lo económico, habla de otro plano. Habla de pequeñas cosas, que se irán concatenando y haciendo más grandes con el correr de la puesta en práctica de esta “magia” que sirve no para sacar conejos de la galera sino para influir en el mismo cosmos.

Así que lo que él plantea es lo siguiente: en una hoja de papel, poné un deseo (tiene que ser algo posible y real, no grandilocuencias más allá de cualquier demiurgo mediocre), por ejemplo (y esto es lo que él mismo hace): QUIERO OBTENER LO QUE QUIERO. (Entiendasé que este deseo es absolutamente abstracto y que sirve nada más que para explicar el punto del que estamos hablando).

2. Sev an las vocales

2. Se van las vocales

Muy bien, ahora en ese papel con esa frase, eliminá las vocales. Una vez hecho eso, se deben eliminar las consonantes que se repiten. Una vez terminado este proceso, debería quedar algo así: QRBTL.

¿Hasta ahí estamos?

Una vez que tenemos nuestra sigla de poder, debemos hacer con ella una especie de dibujo, un totem, una cosa que parezca un garabato mágico… Sé que es difícil de entender, pero imaginen que con esas letras dibujaran en un árbol milenario un encantamiento para proteger el sagrado bosque. Una vez hecho, doblamos el papel, al bolsillo y a esperar. Según él, funciona siempre.

3. Se van las consonantes repetidas

3. Se van las consonantes repetidas

Como seguramente vos estarás dudando de todo esto, yo dudé. Pero dije, what the fuck, vamos a probar. Así que tomé mi papel y mi deseo y lo escribí/dibujé. Uno sencillo, posible, pero no tan fácil: puse que quería salir a la calle y encontrar una bolita. Una bolita, o canica, o como quieran llamarlo. ¿Es tan sencillo? Creo que no.

Así que salí, atento a veredas, pastizales, mirando por todos lados a ver si se cumplía. Habré caminado tres cuadras cuando, de repente, ahí entre los pastos algo largos de una vereda, apareció: una bolita verde, reluciente. Se la mostré a mi mujer con la boca abierta, diciendo un “¡Mirááá!” descolocado que no generó en ella más que una cara de “¿qué le pasa a este pibe?”.

4. Lo que queda

4. Lo que queda

Funcionó, no había réplica posible. Ahora vos me dirás que bolitas hay por todos lados… no sé si eso es cierto. Me remito al cuento de Dolina en Las Crónicas del Angel Gris, que aborda justamente este tema.

Si bien me sorprendió, no volví a hacer el experimento. Quizás por miedo a que no volviese a pasar, no sé. Pero no me animé más. Tal vez eso hable de mi personalidad, de un cierto conformismo. Tal vez hable de que cuando una maravilla se da, no hace falta buscar otra.

5. El totem mágico

5. El totem mágico

Prueben: escriban su mundo, deseen en papel. A Grant le funciona. ¿Por qué no debería funcionarles a ustedes?

Yo sigo feliz, con mi bolita al lado del teclado, brillando envuelta en un misterio cuya sola existencia es, en sí, su misma recompensa.

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