Por Qué No Me Gusta

Leer a los X-Men que dibujaba Jim Lee era como ver una película de Michael Bay. Mucho efectismo, mucho despliegue visual, pero sentía que les faltaba alma.

Los X-Men

10/09/2013

| Por Fede Velasco

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X-Men_JimLee_DoorPosterNuevamente me enfrento al dilema de haber iniciado mi vida comiquera en los ´90. Por ahí si hubiera empezado por otro lado, de otra forma, esta historia sería muy distinta. Y acá quiero que quede bien en claro el eje de la columna, que a esta altura es más puteada que los informes de la Lanata por los kirchneristas: yo escribo sobre lo que no me gusta y trato de explicar porque no me gusta A MI. Lo que no significa que A) tengan que estar de acuerdo. B) lo que no me gusta sea una mierda, ni mucho menos. Incluso hay cosas que las considero buenas y por algún motivo no me llegan, me aburren y por lo tanto no me gustan. Un claro ejemplo de ello es la filmografía de Stanley Kubrick y particularmente 2001: Odisea del Espacio, una película que me es imposible de digerir. Pero me fui por las ramas. Hechas las aclaraciones pertinentes volvamos a los mutantes de la Casa de las Ideas.

Decía que me toco forjarme como comiquero en los ´90 con todo lo que eso implica y arranqué comprando revistas de Perfil y de ahí rápidamente salté a las de Zinco. Debo confesar que mis primeros años fueron 100 % DCistas, en gran medida porque era lo que se conseguía más o menos fácil en los kioscos. Pero un día, allá por el ´93, si la memoria no me falla aparecieron los comics de Marvel. Eran esas horribles ediciones de Editorial Pavón y lo que a muchos les cambió la forma de ver los comics, a mí me pareció una verga inmunda imposible de tragar. Sí señores, me refiero a los X-Men que dibujaba Jim Lee. Mucho efectismo, mucho despliegue visual, pero sentía que les faltaba alma o algo por el estilo. No sé, era como ver una película de Michael Bay. La calidad del material no es directamente proporcional a la cantidad de cosas que explotan y por algún motivo que no comprendo (tenía 15 años, esos comics deberían haberme volado la cabeza) me parecieron una garcha y de ahí en adelante nada fue lo mismo.

x-men-unlimited-comic-11Pero, por el otro lado teníamos la serie animada que pasaba Fox y me había enganchado bastante, lo que me llevó a seguir insistiendo con el universo mutante. La verdad es que cada día me arrepiento más de haberlo hecho: eran épocas infaustas de sagas kilométricas, repletas de crossovers, muy mal escritas y peor dibujadas, que en la mayoría de los casos se volvían difíciles de entender para el que daba sus primeros pasos con los Hombres X, como tal era mi caso. Los personajes que aparecían en esas páginas eran una mierda, con Wolverine a la cabeza; no había uno solo que me llamara la atención. La realidad es que leyendo eso sufría más de lo que lo disfrutaba y miren que les di oportunidades… Creo que arranqué alrededor de “Fatal Attractions”, con esas portadas mega-ladris con el holograma y lei bastante (no todo, si no ya sería masoquista) hasta la saga de Onslaught.  Luminarias como Larry Hama, Scott Lobdell, Fabian Nicieza, Steve Skroce, Jan Duursema, Roger Cruz, Ian Churchill, entre tantos otros me provocaron un revoltijo en el estómago que no les puedo explicar. Y creo que todo ese material de mierda no solo es malo, si no que es muchísimo y eso es lo realmente grave. Pensémoslo por un segundo: este espacio de tiempo del que hablo no abarca más de tres años, en el que se produjeron… ¿cuántos comics? ¿Cien? ¿Doscientos? Cualquiera sea la cifra se me hacen demasiados. Creo que de esta época viene también mi odio hacia los crossovers y a las series con más de un título, algo que me alejó durante años de personajes como Spider-Man, Superman o Batman. Basta de tener que leer 50 revistas para entender qué pasa; es un robo y entrando en esa sólo lo estamos fomentando.

xmen13Pero volviendo a los mutis, lo que me pasó fue eso: durante años traté de seguirlos, de ponerle onda, de tratar de engancharme con ese universo tan intrincado como inmundo, pero jamás pude; algo no me llamaba la atención, algo me molestaba, la magia se había roto.

Con el tiempo, lei cosas mejores de los mutantes, tanto anteriores como posteriores a estos años funestos, pero como dije arriba, ya no había nada que hacer. Por más que estos comics fueran buenos, tuvieran buenos artistas, en algunos casos incluso algunos de mis favoritos, estos personajes no me decían nada, no me emocionaban, no me daban ganas de comprar sus comics. Obviamente con el tiempo esta postura se profundizo en la medida en que fui ampliando mis horizontes y descubriendo cada día cosas nuevas para comprar que me interesaban mil veces más. ¿Para qué carajo volver a algo que sólo me había generado insastifacciones? Los mutantes habían sido eyectados de mi vida y me parece que es para siempre.

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