El Guantelete del Infinito

Ultima entrega de esta columna, y le toca a Andrés armar su guantelete y apagar la luz.

Andrés Accorsi

18/09/2018

| Por Andrés Accorsi

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Me tocó el turno de cerrar esta columna, y al ver el material que eligieron previamente mis compañeros, me di cuenta de que la tenía muy difícil. Para complicármela un poco más, me propuse elegir seis gemas de autores latinoamericanos, como una forma de darle visibilidad. Y terminé eligiendo estas seis gemas:

azul4EspacioGema del Espacio: El Reino Azul, de Carlos Trillo y Enrique Breccia

Ocho páginas, nomás, realizadas en 1978 por una dupla que tiene en su haber un montón de obras grossas, se convirtieron en la síntesis de todo lo que está bien a la hora de encarar una historia corta. Un dibujo perfecto, grotesco y elegante al mismo tiempo, una paleta de colores magnífica, y un guión tremendamente afilado, en el que Trillo nos cuenta que, haga lo que haga, el autoritarismo siempre va a perder. La rebelión va a existir siempre, por duros que sean los regímenes basados en la represión y las prohibiciones.

Esta maravilla se publicó en nuestro país en el nº12 de Fierro (Agosto de 1985) y hasta donde yo sé, nunca fue incluída en ningún libro. Una injusticia cósmica que estaría bueno revertir.

 

RealidadGema de la Realidad: Barbarie, de Jesús Cossio

tumblr_lb65gsKKQR1qz4teno1_500La secuela a la desgarradora Rupay se centra en los violentos sucesos de 1985-1990, años de feroz lucha interna entre el movimiento revolucionario de izquierda Sendero Luminoso y las fuerzas armadas de Perú. Pero Barbarie no es una reivindicación de los senderistas ni de los milicos: es un clamor de justicia para las víctimas de ambas facciones, en su mayoría gente muy humilde, quechuaparlante, lugareños de pequeños poblados de las sierras, virtualmente excluídos del sistema incluso en gobiernos supuestamente democráticos. Como si la vida les hubiera cobrado barato, esos hombres, mujeres y niños tuvieron que pagar, además, los excesos de ambos bandos durante este sangriento conflicto armado.

Con su dibujo potente y expresivo y su descomunal despliegue de rayitas y texturas, Cossio no nos ahorra momentos de horrendo estremecimiento: secuestros, violaciones, torturas, fusilamientos, cadáveres arrojados a la fosa común, pueblos enteros incendiados, aldeanos sepultados bajo sus propias casas, derrumbadas con bombas y granadas. Los buenos de esta película no llegaron vivos al día del estreno. Si te animás a combinar el dolor y la indignación con el disfrute que produce la buena historieta, dale nomás.

 

AlmaGema del Alma: A Vida de Jonas, de Magno Costa

VidaDeJonasUna de esas novelas gráficas que si se editaran en Europa se cansarían de ganar premios y se traducirían a 15 ó 20 idiomas, pero realizada por un autor brasileño. En 56 páginas, Magno logra convencernos de que conocemos de toda la vida a Jonas, este alcohólico que lucha por recuperarse y por reconstruir su vida en el tramo más difícil de la era post-escabio, que es cuando toma conciencia de lo mucho que dañó a la gente que lo quería. Jonas va a tratar de hacer buena letra, y sobre todo de recuperar el amor de Julia, siempre con la guía y el consejo de su amigo Tony. Pero las heridas son profundas y no cicatrizan en el tiempo que a Jonas le gustaría, con lo cual se suceden intentos que fracasan, malos entendidos, desencuentros que le suman ansiedades y angustias a la ya incómoda sensación de haber largado el chupi. Y Jonas no es de fierro.

En las últimas 24 páginas, Magno reparte sacudones tremendos entre los tres personajes principales y ahí es donde la trama gana en intensidad y logra poner realmente tenso al lector. Pero nunca se convierte en un thriller, ni en un “buenos vs. malos”. Desde que empieza hasta que termina, A Vida de Jonas es eso, la vida. El drama, el patetismo, el aguante en la lucha contra fantasmas más jodidos que cualquier villano. El resultado es realmente notable, te engancha a full hasta el final y te deja la sensación de haber leído un comic realmente trascendental, a pesar de su aparente simpleza. Una obra absolutamente indispensable.

 

MenteGema de la Mente: Diagnósticos, de Diego Agrimbau y Lucas Varela

diagnDiagnósticos es una colección de seis excelentes historias cortas, verdaderas cátedras de narrativa dibujada a cargo de una dupla destinada a romper con todo, casi los Lennon y McCartney de la historieta argentina actual.

Son historias protagonizadas por chicas con trastornos mentales, que Agrimbau utiliza para urdir tramas a veces más tradicionales, a veces más bizarras, pero siempre sorprendentes. Y además le permiten a la dupla jugar al experimento formal, a hacer cosas con la estructura “gramatical” de la historieta que nunca habíamos visto. Mi favorita, la más jugada, la más perfecta, donde se ve de modo más claro la fusión molecular entre guión y dibujo, donde más cuesta imaginar que hay dos autores y no uno, es Afasia. La más alucinante, en la que Varela se debe haber vuelto LOCO para plasmar en imágenes el desafío formal que propone el guión, es Claustrofobia. Pero todas son memorables y te dejan pensando, y hasta en un punto te pueden llegar a resultar perturbadoras. Y brillantes.

 

 

PoderGema del Poder: Acero Líquido, de Eduardo Mazzitelli y Quique Alcatena

AceroUn trip al carajo y más allá. Una saga extensa y ambiciosa con buenos, malos, superpoderes, sub-plots de largo aliento, villanos y secundarios recurrentes. La evolución de Hark como personaje es sinuosa, cambia de dirección varias veces, casi no deja variante sin explorar. Como los típicos héroes mazzitellianos, Hark gana muchísimas peleas contra atrocidades inenarrables casi sin despeinarse, pero acumula pesares, replanteos jodidos, recuerdos dolorosos e incluso varias veces lo detonan, lo derriten o le dan una murra de aquellas. Lo atormentan las penas de amor, no le encuentra sentido a la vida, no se siente cómodo ni como héroe, ni como villano, ni como freak de la ciencia, ni como fuerza de la naturaleza. Y eso lo hace muy grosso, aunque no son pocos los secundarios que por momentos lo eclipsan, porque si algo le sobra a Acero Líquido son buenos personajes.

El el dibujo de Alcatena es maravilloso en el sentido más amplio de la palabra, ideal para esta aventura llevada al extremo, esta fantasía totalmente desencadenada y pasada de rosca, esta epopeya sazonada con grandes diálogos y bloques de texto repletos de sentencias definitivas. Una gloria de principios de los ´90 que aún hoy se reedita una y otra vez.

 

TiempoGema del Tiempo: Polly and Hers Pals, de Cliff Sterret

PollyY bueno, acá no pude bancar la consigna y me fui a un clásico de América, pero del norte, donde mucho antes de 1957 (año que pusimos como bisagra arbitraria para las gemas del tiempo) ya aparecían historietas majestuosas, que se pueden leer, disfrutar y recomendar aún hoy.

Esta creación de Cliff Sterret debutó en 1912, cuando la historieta latinoamericana empezaba a garabatear sus primeros palotes, y para 1925-26 ya había alcanzado un nivel apabullante, tanto en el armado del elenco de personajes, en el desarrollo de situaciones humorísticas muy variadas, con múltiples recursos, y sobre todo en la innovación gráfica, en la definición de un estilo único, moderno, absolutamente original y fascinante aún hoy, un siglo después.

Sterret dibujó todas las tiras entre 1912 y 1940 (recién ahí tomó un par de asistentes) y todas las planchas dominicales hasta 1958, cuando Polly and her Pals dejó de publicarse. Si nunca leíste las páginas dominicales de Polly, no dejes de buscarlas y dejate cautivar por la magia desbocada y sofisticada a la vez de ese genio hoy poco reivindicado que fue Cliff Sterret.

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