En menos de un mes vamos a poder disfrutar de Ghost in the Shell, la película de Rupert Sanders protagonizada por Scarlett Johansson. Muchos temen que arruine la obra original. Otros depositan su fe en el producto…y también están los individuos a los que básicamente les importa un poco o nada. Pero pertenezcas al grupo que pertenezcas, querido lector, me pareció un buen momento para analizar esta legendaria obra japonesa en su totalidad.
Nació en el manga. Su éxito en el cine con la película animada, fue arrollador. Tuvo adaptaciones a series de animé. Tuvo otras adaptaciones al manga. Ghost in the Shell es un fenómeno que sigue vigente, y vamos a desglosarlo.
¿Saben qué es el Cyberpunk? El Cyberpunk es un subgénero de la Ciencia Ficción que, básicamente, nos cuenta sobre futuros distópicos donde hay un alto nivel de tecnología o informática, pero a su vez, un declive o decadencia social. Ghost in the Shell es la obra maestra del consagrado autor Masamune Shirow y -probablemente junto a Akira de Katsuhiro Otomo- sea el mayor exponente del género en la historia de Japón. Prever el futuro parece algo simple, pero pocas obras llegan a niveles escalofriantes que nos dejan pensando a dónde podemos llegar a dirigirnos como sociedad. Y probablemente eso sea lo que hace que nos gusten más dichas obras. El Cyberpunk es un género consagrado alrededor del mundo, con muchísimos fanáticos. Fanáticos que claramente tienen que conocer Ghost in the Shell.
Hagamos un poquito de historia: A fines de los ´80, la editorial Kodansha la pegó de lo lindo. Tenían en publicación en la revista Young Magazine el manga Akira (que terminaría a mediados de 1990), y en el año ´88, ya habían estrenado la película, que la rompió y a la que se sigue considerando hasta la fecha una gema de la animación. ¿Qué podía querer la editorial, si no más obras del mismo estilo para seguir aprovechando la racha de éxito? Es ahí cuando fichan a un tal Masaume Shirow, un modesto mangaka que publicaba en una editorial chica títulos como Black Magic o Appleseed. Shirow mezclaba magia, tecnología, política y mitología. Era un autor extraño y por demás interesante, completo con el tema guión y muy correcto y detallista en el dibujo. Merecía tener una serie en la Young Magazine. Y así fue como el mundo conoció Ghost in the Shell (攻殻機動隊 – Kōkaku Kidōtai).
Masamune Shirow, cuyo nombre real es Masanori Ota, nació el 23 de Noviembre de 1961 en Kobe. Es un autor con un estilo de dibujo muy clásico y detallado, pero a su vez simple y limpio. El empeño que le pone a los componentes electrónicos, armas y estructuras futuristas pareciera incluso desencajar con su estilo conservador a la hora de afrontar personajes con características humanas. Esa amalgama lo hace único. Por momentos estoy leyendo algo de principios de los ´80 y por momentos estoy viendo un trazo vanguardista y moderno. Es muy extraño, pero a su vez muy personal. En cuanto al guión, es una máquina. Los diálogos pueden llegar a ser breves, pero la narrativa puede presentarse en forma de un mar de información… y es tan personal como atípico.
¿De qué trata Ghost in the Shell?
La protagonista de la historia es la Mayor Motoko Kusanagi, quien está a cargo de operaciones y crímenes tecnológicos de la “Sección 9” de policía. Kusanagi es un cyborg, y se vale de sus habilidades especiales para llevar a cabo su misión. Estamos en un mundo con inteligencias artificiales y tecnología futurista. Un mundo donde tener un cuerpo humano ya no es necesario. Si tenés un accidente, le ponemos tu cerebro a un cuerpo sintético. Todos podemos tener contacto o conexión con el resto del mundo de forma artificial.Y sin embargo, el espionaje político y la introspectiva personal juegan un papel importantísimo. Es común en este tipo de obras ver la deshumanización de la gente y la caída en la tecnología. La frialdad a la que vamos encaminados de estar en un mundo así. Pero Ghost in the Shell no habla sobre la pérdida de humanidad, sino sobre el encuentro de la misma.¿Un Cyborg puede ser humano? Un humano que se vuelve Cyborg, ¿puede ser considerado lo mismo que una inteligencia artificial?¿Dónde está el límite de la conciencia?¿Es acaso la biología la única barrera entre entidades cibernéticas y humanos corrientes? Mucha acción, mucha intriga, y planteamientos filosóficos y existencialistas a la orden del día. Una combinación perfecta.
Como ya les dije, Ghost in the Shell fue un éxito. Y sin embargo, ese éxito no fue nada comparado al que alcanzó al estrenarse, en 1995, la película. ¡Y qué película, por favor! Mamoru Oshii fue el director de esta adaptación al animé en pantalla grande, y logró un perfeccionamiento tal de lo que fue la animación y la trama, incluso tomándose libertades mínimas para alcanzar una atmósfera perfecta de desolación… que te genera escalofríos.
El film fue un furor en todo el mundo. Ghost in the Shell coincidió con la ola del animé de los ´90 en Occidente, y se convirtió automáticamente en un ícono digno de culto entre fanáticos tanto del animé como de la animación en general.
Después de la película y finalizado el manga, tendríamos más películas, series y mangas. Una franquicia que superaría al autor, pasando a otras manos.
Prometo para la segunda parte del informe un breve resumen, un paseo para orientar a cualquiera que quiera sumergirse de lleno en la experiencia, porque sinceramente, es complicado seguirle la huella y hay poca información ordenada al respecto, lo que tira atrás a mucha gente.
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