Continuamos nuestro homenaje a Lucho Olivera con la publicación de una entrevista realizada en el año 2001.

Lucho, por la historieta (parte 1)

23/11/2020

| Por Diego Accorsi

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124969906_189472082782420_3228329794502004816_oContinúa nuestro homenaje a Lucho Olivera y ahora es el turno de una extensa entrevista que el maestro le concedió a Diego Accorsi en Marzo de 2001, en la lujosa confitería del Alvear Palace Hotel, en la ciudad de Buenos Aires.

-Empecemos desde el principio, ¿Cuándo naciste?

-El 25 de Mayo de 1943.

-¿Y cómo llegás a la historieta?

-Primero fui ilustrador de cuentos.

-Pero de chico, ¿ya leías?

-Sí, sí…

-¿De qué te acordás?

hora_cero_mensual_70-La época dorada de Hora Cero, Frontera… yo hice la última tapa de Hora Cero en 1963. Pero por sobre todo leía Homero; estaba muy copado con la historia griega… los mitos babilónicos, todo eso. Mi padre había comprado muchos libros de gran calidad entonces iba al colegio, después a la Cultural y cuando volvía a casa me ponía leer eso.

-Siempre te gustó el dibujo, ¿no?

-Sí…

-Y estudiaste en la Escuela Panamericana de Arte…

-Hago un curso con (Alberto) Breccia y otro con (Hugo) Pratt. Después tengo una entrevista con Pratt que era el director de arte de Misterix, en la que él me encarga (la historieta) La Legión Extranjera…

Ese fue tu primer trabajo en historietas.

-Sí, mi primer trabajo fue encargado por Hugo Pratt.

-¿Y en la Escuela es donde conocés a Robin (Wood)?

-Sí, en parte en la Escuela y en parte en la redacción de Vea y Lea… él venía a estudiar dibujo después de las fábricas donde trabajaba…

1603149769-Y compartían esa pasión por…

-Robin tenía una cultura excepcional, él leía todo el día, salía de la fábrica y él leía, leía en casa, iba a la biblioteca, se instruía en todo momento, pese a los momentos difíciles que estaba pasando…

-Charlaban mucho de temas que a nadie más parecía interesarles, como los mitos babilónicos y…

-En los guindados de Palermo, que ya no están más, hablábamos de distintos mitos, los mitos de Grecia, la Ilíada, La Odisea, gran parte de Tácito, la Anabasi de Jenofonte, la retirada de los diez mil…

-Después de haber publicado en Hora Cero y codearse con Pratt y los grandes… ¿por qué seguiste estudiando?

-Bueno, yo creo que sigo estudiando todavía. Hay que seguir estudiando continuamente.

-Y durante la década del ´60 se da el paso de Frontera a Columba.

-Primero tengo el período en Misterix, con Pratt de director de arte… yo quería hacer la invasión alemana a Rusia, Operación Barbarroja, invasión que toma el nombre de un emperador alemán, pero Pratt no quería que yo hiciera eso, quería que hiciera la Legión Extranjera en Argelia, y eso fue lo que hice. Con eso fui a Columba y salí con una historieta sobre el ejército alemán; se llamaba Operación Brandeburgo y ese fue mi primer trabajo en la editorial.

-Y después está la mítica charla con Robin en la que deciden hacer un bárbaro de Lagash… ¿cómo surge eso?

-Bueno, estábamos hablando, queríamos hacer un hombre mayor, pero en un estado físico perfecto, un hombre vivido, extremadamente fuerte, salvaje pero al mismo tiempo sensible, sumamente hábil, un gran cazador, un tipo fibroso, una especie de rastreador que puede sentir el pájaro… porque él es dentro de todo un príncipe destronado, como Ulises… Él pierde su ciudad, pierde su mujer, pierde su rey y tiene que salir a andar por el mundo antiguo.

Fantasia 222-Para el diseño de Nippur, ¿en qué te basaste?

-No, lo cree de mi cabeza… La barba, todo…

-Pero tenías alguna referencia de la ropa que se usaba en esa época…

-Sí, sí…

-Por ejemplo las espadas, parecen espadas verdaderas de la época…

-Claro, en la Edad de Bronce eran distintas a las de la Edad del Hierro…

-Tenían mucha bibliografía y se nota…

-Sí, teníamos mucha bibliografía sobre las armas, el largo de las espadas, porque no es lo mismo la fuerza del bronce que la del hierro… Los hititas vencieron gracias al hierro. Ellos fueron los descubridores. Vencieron montones de veces a los egipcios hasta que todo el mundo antiguo adoptó el hierro. Yo después vi espadas de hierro en Grecia, en mis viajes. Hace poco estuve en Toledo y estuve viendo cómo se hacen las espadas…

-Y hablando de mitos babilónicos, ¿cómo nace la idea de llevar a Gilgamesh a la historieta? Porque que además es tu primer guion, ¿no?

-Bueno, nace de cuando leo el mito de Gilgamesh, veo que el deseo del hombre de sobrevivir es tan fuerte, es tan grande, que ya estaba hace cuatro mil años como sigue estando ahora con la clonación, con Walt Disney congelado, con mucha gente que está hibernada en California… La Muerte en la Antigüedad los horrorizaba tanto que las mismas pirámides son una expresión de la lucha contra la muerte, para eso hacían tumbas. Los egipcios se hacían momificar porque nadie osaba discutir que había otra vida, solamente el racionalismo implica la creencia de que no hay nada después de la muerte. Los antiguos ninguno creía que la verdadera vida era esta, entonces en el mito de Gilgamesh, él busca la inmortalidad…

5eaa991172dd0_gilgamesh85-…y no la encuentra…

-No la encuentra en este mundo, hasta que aparece la tecnología de otro mundo, en esa llanura babilónica… Viene Utnapishtim que ya tiene como un millón de años de edad, es un hombre eterno pero él juega a morirse…

-En el mito babilónico, que yo cuento un poco lo que investigué en nuestro número 3, Utnapishtim es un ser humano al cual los dioses le otorgaron una especie de inmortalidad…

-Es marciano Utnapishtim…

-No, no, en el mito original que está en las tablas…

-Ah, sí, es un ser humano…

-Como no podían quedar mortales vivos y él se salvó del Diluvio Universal los dioses lo hicieron inmortal…

-Exacto.

-Y en tu versión le encontraste un giro de ciencia-ficción buenísimo que es que viniera de otro planeta, con la tecnología para hacer inmortales…

-Él jugaba a morir… Por eso se despojaba de la inmortalidad, para ver lo que se siente con el miedo, pero cuando él cae con el plato volador, se hace pomada, le agarra miedo de veras, entonces Gilgamesh lo cura y a cambio lo hace inmortal. Yo creo que el mito del Aleph, y la Biblioteca Universal de Borges, está entroncado con toda la cuestión de eternidad de Gilgamesh, en algunas cosas de Jorge Luis Borges está algo captado, aunque él mismo no sabía quién era Gilgamesh… La infinita biblioteca de Alejandría y las millones de combinaciones posibles dan la obra del Aleph.

-¿Cuando vos empezaste a escribir por primera vez Gilgamesh, ya habías leído El Aleph?

-Estaba leyéndolo, estaba en la parte del medio. Fue como el detonante, toda la obra de Borges que después apliqué en Gilgamesh.

(el lunes, la segunda parte)

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