Continúa la Silver Age y los Teen Titans siguen protagonizando historias bastante lamentables de la mano de Bob Haney.

Teen Titans (parte 4)

21/07/2021

| Por Fede Velasco

2 comentarios

6ec5fccdfccf614d653dba3d9e13ea15El tercer año de vida de nuestro supergrupo favorito arranca con el número 7, donde hace su debut el único aporte medianamente perdurable de Bob Haney a los titanes, Mad Mod. Y si, así de mal andamos que lo más parecido a un personaje memorable que logra el guionista es este villano medio pelo que con solo dos apariciones (va a volver en el nº 17) se convierte en el único referente de estos primeros episodios.

Obvio que, salvo por sus dos apariciones, el personaje va a pasar al más absoluto de los olvidos, hasta que lo recupere Dan Jurgens en un rol muy diferente en su paso por la serie, para lo cual faltan muchísimos años, y su verdadera popularidad (si es que le podemos dar alguna) va ser gracias a la serie Teen Titans Go, donde le pone su voz el grosso de Malcolm McDowell. Es decir que incluso el villano más recordado de Haney es bastante tercerón para los estándares de cualquier otro grupo. Para colmo de males, este número va a ser el último dibujado por Nick Cardy, quien se va a tomar un año sabático de los lápices, y solo se va a dedicar a entintar a un mediocre Irv Novick, que va a hacer aún más difíciles de digerir todos los números a los que vamos a dedicarle esta entrega.

Pero antes de dar vuelta la página,y meternos con el resto de los números, quiero destacar un detalle, que no sucede en las páginas de la historieta sino en la sección del correo, donde quien sea que lo responde (estimo que el coordinador George Kashdan), ante la consulta de un lector, se hace por completo cargo de la absoluta ignorancia sobre el origen de Wonder Girl. Aquí se reconoce (por fin) que la chica lque aparecía en el título de Wonder Woman era una versión de Diana joven, y la de los Titans es un personaje completamente distinto. Lo más bizarro de todo es que cierra invitando a los lectores a tirar ideas sobre su posible origen. Y nosotros nos quejamos de lo tirado de los pelos que nos parecen algunos volantazos que pegan las series el día de hoy…

RCO010_1584380315El nº 8 nos trae un robot gigante y el regreso a las bases, donde un adolescente es injustamente acusado de algo por los adultos, lo que hace que los Titans intervengan. En esta oportunidad es espionaje y alumnos de intercambio, tratando de dar un mensaje contra el racismo y a favor de la tolerancia, que por desgracia sigue igual de vigente que en esa época. Los siguientes dos números siguen con una temática similar, y brillan por su ausencia los villanos ya no digamos destacables, sino que sean una real amenaza. Aunque en todos los casos se las ingenian para de una forma u otra desarticular a todos los miembros del equipo (algo que en estos numeritos pasa con más frecuencia), es difícil creer que el líder de un grupo de piratas o de una pandilla de motoqueros es por sí solo, sea rival para alguno de los cuatro protagonistas, ya no digamos para todos ellos juntos. Pero de todas formas siempre se las ingenian para dejarlos fuera de combate, a tal punto que el nº9 se resuelve cuando los jóvenes a los que estaban ayudando se unen y se cagan a piñas con los piratas, y ayudan a liberar a los Titans que estaban capturados. Una payasada absoluta, que no permite que los personajes exploten su verdadero potencial.

Y no solo falta una galería de villanos (que, como dije antes, salvo por Mad Mod no hay ninguno), sino que también faltan supervillanos, porque pueden tener trajes coloridos y hasta nombres pegadizos, pero la realidad es que por lo general la mayores amenazas que enfrenta el grupo son matones de mala muerte y esbirros de organizaciones secretas de las que no volvemos a escuchar. Y si tenemos en cuenta que el grupo está formado por los compañeros de cuatro pilares del universo DC, uno pensaría que les pondrían villanos a su altura, pero por momentos da la sensación de que Haney se olvida incluso de que los pibes tienen poderes y los limita a actividades tan pueriles como querer ganar una carrera de motos, en el nº10.

db1b7686cf59f96562c681db2fae97e6En el nº11 vuelve el arquero favorito de todos, y no nos referimos al Dibu Martínez, sino a Speedy, que a esta altura no entendemos por qué no forma parte del equipo de manera estable, pero de cualquier manera lo tenemos una vez más compartiendo cartel con nuestro héroes favoritos en una de las historias más estúpidas de esta etapa. Otra vez el viejo Bob pela los recursos mas baratos a los que nos tiene acostumbrados e incluso hasta se repite un poco, cuando un pibe es extorsionado por unos criminales para que robe algo a riesgo de hacer público que su padre estuvo en la cárcel y afectar su reinserción en la sociedad. Así le roba unos planos a un científico con el que trabaja, y hasta acá nada sería demasiado ridículo, sino fuera porque los vilanos se mueven y esconden en un monstruo robótico que habita en el lago, al mejor estilo que el del Lago Ness. Fuera de su pésimo guion, esta historia tiene la primera aparición de los Titans sin sus trajes (y si bien es recién unos números después que Wonder Girl dice que es la primera vez que ve a Robin sin máscara, la realidad es que sucede acá). Igual esto es tomado con absoluta naturalidad y las identidades secretas parecen brillar por su ausencia, aunque en ese momento por lo menos tres de los héroes presentes las tenían. Otro detalle, de pésima idea de continuidad, es que se dice que paso un año desde la última vez que se vieron, cuando estaba clarísimo que la primera aventura con Speedy fue durante las olimpiadas de 1964, las cuales ya eran una historia del pasado cuando se publicó, pero parece que el guionista jamás terminó de entender ese concepto, que seguramente fue impuesto por el editor.

Y ya que hablamos de Haney y su patético nivel de escritura en estos episodios, nobleza obliga, es importante remarcar que por esta época, estaba a nada de salir al aire la serie animada de los Titans que comenté en la primer entrega, y todos los episodios de la misma están escritos por él. No es de extrañar entonces, que le pusiera más pilas a su trabajo en TV (que seguramente estaba mejor pago), y sacara estos capítulos con fritas en los ratos libres que le dejaba su otro trabajo.

D_NQ_NP_664554-MCO31671003650_082019-OPara ir cerrando, el nº 12, ya lleva el concepto de mal guion a un extremo tal, que de tan malo es bueno. ¿O no? La idea es que por algún motivo un disc-jockey, conocido en el mundo como DJ Deejay pincha discos en órbita alrededor de la Tierra en su propia nave espacial convertida en estudio de radio. Pero un alienígena lo obliga contra su voluntad a transmitir mensajes en código a la Tierra, para que un tipo con una pistola anti gravedad ponga en órbita ciertos monumentos históricos como el Monte Rushmore y la esfinge. La cosa es que, totalmente fanatizada por la transmisión, Wonder Girl descubre que algo no anda bien y con la ayuda de sus compañeros descifran el código y van viajando por el mundo para detener al villano, para finalmente llegar al espacio y liberar al afamado DJ de sus captores extraterrestres y devolver a la Tierra la pobre esfinge. Un guion sin ningún sentido, dibujado por un muy poco inspirado Novick, en la que los personajes por fin hacen algo lógico con su nivel de poder. Pero todo está teñido por tal grado de ridículo, que poco importa y queremos que termine la agonía pronto. Así que no los torturo más y hasta acá llegamos en esta entrega, porque se avecinan vientos de cambio en la serie.

Ya vamos a profundizar la próxima en los números venideros, pero tanto Nick Cardy como Bob Haney hacen un quiebre necesario después de este episodio, y si bien no les prometo un montón de buenas historias, el panorama cambia bastante con el próximo capitulo.

Compartir:

Etiquetas: ,

Dejanos tus comentarios:

2 comentarios