A TRAVES DEL PUENTE DEL ARCO IRIS LLEGO HACE 54 AÑOS UN PERSONAJE QUE DURANTE DECADAS JUGO A SER AL MISMO TIEMPO PALADIN DE LA JUSTICIA Y DEIDAD DE LA MITOLOGIA NORDICA. ES UN GRAN MOMENTO PARA LIMPIARLE EL OXIDO AL MARTILLO, PONERLE PLUMITAS NUEVAS AL CASCO Y VOLVER A MACHACAR VILLANOS AL GRITO DE “I SAY THEE NAY!” JUNTO AL ASGARDIANO MAS FAMOSO. ESTA ES LA PODEROSA HISTORIA DE
.ORIGEN BIZARRO
Corría el año 1962 y Stan Lee, feliz por el éxito de Fantastic Four, empieza a probar suerte con nuevos superhéroes solistas. Le va bien con Spider-Man, mal con Hulk y cuando se le ocurre crear junto a Jack Kirby un tercer héroe solista, decide ir con pies de plomo. La epopeya de Thor, el Dios del Trueno, no arranca en el n°1 de su propia revista, sino muy tranqui, con una historia de apenas 13 páginas en el n°83 de la revista Journey Into Mystery (Ago. 1962), hasta entonces una antología repleta de monstruos unidimensionales y de alienígenas bizarros.
El propio Thor no se exime de este vicio: en esa primera aventura, no sólo conocemos a Don Blake y nos enteramos cómo se convirtió en Thor, sino que además vemos al Dios del Trueno repeler él solito una invasión alienígena a la Tierra. Y todo en 13 páginas! Durante el año siguiente, Thor volverá a martillar aliens, robots, monstruos limados, dictadores comunistas y científicos locos, pero cada vez menos.
La segunda, tercera y cuarta aventuras de Thor en Journey… nos completan al elenco básico de la serie: Jane Foster (la enfermera enamorada de Don Blake), Loki (Dios del Engaño, hermanastro y archienemigo de Thor) y Odín (padre de Thor y omnipotente monarca de Asgard) aparecen -en ese orden- en historias muy breves (entre 10 y 13 páginas) en las que Stan Lee apenas logra esbozar y rematar un argumento coherente. La primera etapa es realmente floja, repleta de episodios en los que Lee no escribe los diálogos y en los que Kirby es reemplazado por verduleros impresentables o estropeado por entintadores que empantanan su trabajo. Tal vez el episodio más digno sea el de JIM n°93, donde debuta el Radioactive Man, primer villano no-asgardiano con alguna chapa en la serie.
Para el n°97, como complemento a las historias del Dios del Trueno, aparecen historias más breves (apenas cinco páginas) en las que Lee y Kirby indagan en la mitología nórdica y en los orígenes de los distintos personajes asgardianos que, por ahora, no tienen peso en las aventuras de Thor. Aventuras que, por otra parte, ven derrapar la faz gráfica cuando Don Heck comienza a entintar los bocetos del Rey Kirby, con espantosos resultados. Los guiones presentan a nuevos villanos con un cierto atractivo (Cobra, Mr. Hyde y Zarrko, the Tomorrow Man), pero el dibujo es absolutamente desgarrador.
.HEROE DE DOS MUNDOS
Ya con varios números a cuestas, Stan Lee encuentra la fórmula para Thor alrededor del n°103 (Abril 1964): como el héroe es demasiado poderoso para los villanos “terrestres”, empieza el desfile de villanos asgardianos, con Enchantress y Executioner a la cabeza. De acá en más y durante largos años, Lee se las rebuscará para que en absolutamente todos los episodios Thor tenga que viajar de la Tierra a Asgard, o viceversa, incluso varias veces por capítulo. Además, para darle suspenso a la serie y protagonismo a los personajes asgardianos, a Lee se le ocurre que el poder de Thor puede aumentar, disminuir o directamente desaparecer por completo según los caprichos del omnipotente Odín. El problema es que Odín (como las mujeres y los peronistas) cambiaba de opinión demasiadas veces y de modo extremo: en apenas un puñado de viñetas pasaba de expresar su orgullo por el noble accionar de su hijo, a clamar por el deshonor y la vergüenza que significaban para la familia real asgardiana que un dios nórdico se enamorara de una mujer mortal… y eso sucedía en casi todos los números!
Ya para el n°105 las historias de Thor se extienden de 13 a 17 páginas y los personajes asgardianos (Balder, Sif, Odín) empiezan a ganar terreno, mientras que -gracias a las idas y vueltas en los poderes de Thor- los villanos “terrestres” empiezan a tener alguna chance de amenazar seriamente al Dios del Trueno. Para este entonces, además, Kirby encuentra en Chic Stone un entintador respetuoso, que no opaca sus dibujos, y la serie cobra algo así como un rumbo coherente.
La siguiente movida de Stan y Jack es integrar más a Thor al resto del Universo Marvel y así se suceden apariciones en Journey… del Dr. Strange, los Avengers, Magneto y Hulk, siempre bajo la mirada atenta e implacable de Odín y con Loki metido en alguna runfla maligna. Grey Gargoyle y Absorbing Man refuerzan la galería de villanos “terrestres”, pero pronto son opacados por “El Concurso de los Dioses”, una extensa epopeya que se desencadena en Asgard y lleva a Thor y Loki del Reino Dorado a la Tierra, ida y vuelta, una y otra vez, a lo largo de casi 10 episodios llenos de acción, golpes de timón y machaca kirbyana. Acá aparece por primera vez el Destroyer y el infame Vince Colletta (que entintaba a Kirby en las Tales of Asgard) pasa a entintarlo también en las historias largas. Habrá que sufrirlo durante muuuuchos años.
.CLASICO DE CLASICOS
En simultáneo con esa extensa saga, se publica el Annual 1, que narra el primer encuentro entre Thor y Hercules, el León del Olimpo. Los dos príncipes pegan onda y el hijo de Zeus regresará muchas veces a machacar a muchas hordas de trolls, gigantes y villanos varios, y por supuesto a Thor, con los pretextos más insólitos. Uno de los combates más memorables es el del n°126 (justo cuando Journey into Mystery pasa a llamarse The Mighty Thor), en el marco de otra larga secuencia de episodios en la que Loki se asocia con Pluto, Señor del “infierno” de la mitologia griega. Pegadita a esta saga viene otra inolvidable: la que lleva a Thor a surcar la Galaxia Negra para resolver el misterio de los rigelianos, saga esta que nos presenta a Ego el Planeta Viviente, al Recorder y al High Evolutionary, todos conceptos limadísimos, que luego resultarán importantes para el Universo Marvel.
1967 se inicia con uno de los números más recordados y venerados por los fans, el 136, donde Stan y Jack le dan un “cierre” brillante a la relación entre Thor/ Don Blake y Jane Foster. Enseguida se desencadena una trilogía épica, la primera que se desarrolla 100% en Asgard, con gran protagonismo de Lady Sif y de Ulik, el más machacoso de los trolls. En el n°140, Thor vuelve a la Tierra y lo espera una larga lista de villanos: Kang y el Growing Man, Replicus, el Super Skrull y el Circo del Crimen, en otra saga que lo tiene a Thor sin sus poderes. Por supuesto, Loki sigue metido en todas y es él el responsable del origen del Wrecker, que debuta en el n°148, primera parte de otro arco extenso, donde aparece Hela, regresan Ulik y el Destroyer y pela infinita chapa Balder.
Acá, de nuevo cambia la fórmula. Las historias ahora ocupan 20 páginas y, a partir de la aparición de Mangog, se trasladan casi totalmente a Asgard. Don Blake casi no aparece y empieza a crecer el rol de Karmilla y los Warriors Three y a acentuarse el conflicto entre Odín, Thor y Loki. Para el n°157, estalla el primer Ragnarok de los muchos que veremos en esta serie y el final es apoteótico. El n°159 es otro clásico absoluto, donde Lee y Kirby explican quién corno era Don Blake antes de encontrar el bastón que lo transformó en Thor y, de paso, darle un gran cierre al personaje. Poco sirve ahora una identidad terrestre para el Dios del Trueno, porque se viene otra hiper-saga cósmica con el Recorder, Ego y Galactus. Le sigue otra machaca a todo nada contra Pluto y después, otra bizarreada cósmica: el debut del misterioso Him (n°165), luego más conocido como Adam Warlock. Thor vuelve a surcar el cosmos para encontrarse con Galactus (cuyo origen conoceremos en detalle a lo largo de varios de los mejores números de la colección) y sus amigos Balder, Hogun, Volstagg y Fandral se quedan a proteger a la Tierra, pero es el hijo de Odín quien vuelve justo a tiempo para salvar las papas, en el n°170, cuando vence al Thermal Man.
Muy pronto, la segunda parte.
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