Hacer cosas mainstream puede hacer que el autor que las crea o desarrolla consiga dinero y fama pero, a cambio de esto, el precio a pagar es que, en cierta medida, le quiten su libertad creativa. ¿Estoy de acuerdo con esto o no? Depende de lo que uno quiera. Si querés dinero, entonces dale para adelante. Si lo que querés es ser creativo, la respuesta será no. En todo caso, no hay una respuesta única. También existe el caso de gente que quiere o desea realizar obras experimentales o muy personales pero que por un motivo u otro consiguen éxito y la editorial la obliga a crear cosas de este estilo. Se basa un poco en la relación entre el autor y la editorial, que en el caso de Japón se trata de una relación muy estrecha.
Para poner un ejemplo muy claro, Akira Toriyama, autor de Dragon Ball, experimentó un momento a mitad de su serie en la que perdió las ganas de seguir haciendo Dragon Ball, de seguir con su obra más conocida. Comenzó haciendo Dragon Ball porque le gustaba pero luego, por presiones u otros motivos, su obra pasó a ser algo que no quería hacer pero que le obligaron a continuar. A este respecto, yo creo que Toriyama debería haber dicho “hasta aquí hemos llegado”, pero la editorial tenía mucho poder en este caso e insistió para que siguiera trabajando.
En mi caso, considero que soy muy afortunado porque nunca me encontré con demasiadas restricciones en las publicaciones en las que he participado, con lo cual hasta ahora hice básicamente lo que se me dio la gana. Pero entendiendo siempre que el manga que yo hago es algo minoritario. No lo lee mucha gente, está limitado a un público pequeño. Para empezar, a alguien que la violencia le parezca algo difícil, difícilmente se interese por este tipo de obra. Tengo claro que antes de acercarse a mi obra hay que dejar los prejuicios a un lado.
Mis obras se caracterizan por el ero-guro y el humor negro. Tienen bastantes escenas crueles y es algo bastante difícil de digerir. Así es complicado ser bien conocido en la industria del manga. Yo vuelco gran parte de lo que soy en mi obra, por lo que, quien la lea, puede llegar a descubrir un poco cómo soy
El ero-guro no es fácil de definir, es un término muy japonés, y además el uso que se le ha estado dando a este término y el concepto asociado a la palabra ero-guro fue cambiando con el tiempo. Para un lector europeo, se complicó definirlo. Al principio, el término que se utilizaba era ero-guro-nonsense, es decir, erótico-grotesco-sinsentido. Pero la parte del surrealismo, el sinsentido, se cayó, y se quedó el ero-guro. Una pena, porque a mí lo que más me gusta es el surrealismo. Pero no voy a hacer una definición muy compleja, porque no es más que un comic en el que visualmente hay descripciones de violencia y erotismo, eso ya es definitorio.
Siempre me preguntan por esa tendencia que tengo a mostrar mujeres mutiladas en mis mangas. Y se debe principlamente a dos motivos. Primero porque me gustan las películas de terror y sangre. Las escenas en las que las chicas son asesinadas son un tipo de cine que me gusta y que me llama la atención. Y, además, me llama la atención que en estas películas, estas escenas establecen una frontera entre el terror y el humor muy fina. Hay veces en las que una película de terror puede llegar a hacer reír porque se supera este límite. Como esto me llama mucho la atención, es una parte esencial de mi trabajo. En una época, hará unos 30 años, era todo un escándalo cada vez que salía un manga de terror, por esto de la sangre y la violencia. Fue una etapa en la que era realmente duro dibujar mangas de terror. Me dijeron muchas veces que por mi propio bien dejara de dibujar ese tipo de imágenes. Pero acá estamos.
Con los años, pude comprobar que uno se hace una idea más clara de cómo debe ser su trabajo si está sujeto a las reglas y temas impuestos por una revista. La libertad total, tal como yo lo veo, puede ser un estorbo, afectar en un sentido negativo a la expresión creativa. Tu rango expresivo se enriquece cuando te tenés que moverte dentro de unos límites, restringirte.
A nivel global, mis mayor influencia es la subcultura de fines de los ’70, especialmente los Monty Python. Las películas y la serie de Monty Python mostraban originalmente bastante violencia. Eran escenas cómicas, claro, pero también se cortaban extremidades, había sangre chorreando, asesinatos o canibalismo. Reconozco que fueron una gran influencia para mí. En cuanto a mangakas, en el contenido de mi obra no reconozco demasiadas influencias de otros autores. En cuanto al dibujo sí, ya que tomo como referencia sobre todo a Katsuhiro Ōtomo y Masamune Shirow.
La mejor crítica, la mejor devolución que me puede hacer alguien es decirme que vio un dibujo mío, le pareció una idea alucinante y se quedó pensando cómo a alguien se le ocurrió dibujar semejante cosa. Eso me hace feliz.
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