Maldito Mainstream

Warren Ellis escribe esta serie en un tono lúgubre, escalofriante, que la separa bastante de las típicas aventuras super-heroicas.

Project Superpowers: Blackcross

16/07/2015

| Por Matías Depettris

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blackcross1Resulta que un día a Alex Ross se le cae una idea como editor y guionista, y dentro del marco y las posibilidades editoriales que le ofrecía Dynamite Entertainment convoca a un grupo de escritores y dibujantes para llevar adelante un proyecto que recuperaría personajes super-heroicos de los ’40 y ’50 que en su momento fueron publicados por empresas que poco tiempo después quebraron. La legislación sobre copyright norteamericana, teniendo en cuenta el tiempo que había transcurrido desde la última vez que habían estado a la venta, había calificado a estas creaciones con la etiqueta de “dominio público”, lo que significa que cualquiera puede hacer uso de los mismos sin tener que pagarle regalías a nadie y sin temor a enfrentarse a un juicio por algún tipo de uso infructuoso o no autorizado. Es así como bajo el título de Project Superpowers, Ross y su equipo recuperan a personajes como American Spirit, Black Terror, Green Lama, Masquerade, Fighting Yank, The Flame o la Dynamic Family, y jugando un poco con esta movida comercial los sitúa en el presente, para mostrarnos cómo muchos de ellos se hacen eco de un estado totalitario que empuja a la sociedad en su conjunto a un punto de quiebre, y fuerza a los héroes a salir de un retiro que los había tenido fuera de escena casi medio siglo, para que tanto el lector como los personajes terminen por descubrir el enorme contraste que hay entre los métodos que unos y otros tienen para mantener el orden y combatir el crimen.

Layout 1La buena noticia sobre el spin-off que se desprende de esta iniciativa que hoy elijo reseñar, Project Superpowers: Blackcross, es que está escrita por Warren Ellis, y el tono de la misma se separa bastante de las miniseries que posicionaron a estos personajes en el mercado actual, que no iban más allá de ser entretenidos comics de aventuras super-heroicas sazonados con una pizca de trama policíaca. La mala es que no podés entrarle a esta serie sin antes haberte informado un poco sobre lo que sucedió en las miniseries centrales, aunque más no sea leyendo la Wiki. Ellis sitúa la historia en un pueblito de mala muerte de nombre Blackcross que tiene poco que envidiarle al Twin Peaks de David Lynch o al reciente Wayward Pines de Shyamalan, una localidad sórdida, inserta en medio de páramos, aislada de las influencias del mundo exterior pero para nada ajena al componente sobrenatural que caracteriza este revival. El toque personal de Ellis circunscribe la trama a los límites de este poblado, y utiliza este ardid para dotar al comic de un clima asfixiante, denso y muy turbio, que sumado a la parsimonia que inteligentemente aplica en la narración de los hechos, transforma la experiencia del lector en un viaje al corazón del terror más crudo y visceral, ese que no se puede reconocer ni identificar, y que te va consumiendo de a poco.

Blackcross06CovCSubHardmanY si hablamos de “consumir”, así abre esta aventura, con un hombre inmolándose a orillas de un lago contra su voluntad, y la intromisión del F.B.I. que investiga el reguero de cadáveres que va dejando un asesino serial que marca a sus víctimas con una versión tergiversada de la bandera norteamericana tallada sobre la piel del pecho con un cuchillo. Mientras el extraño hecho del “suicido flamígero” se va esparciendo de boca en boca por las inmediaciones de Blackcross, el farmacéutico Bob Stewart da aviso al agente judicial Clavis de una serie de crípticos mensajes que ha estado recibiendo las últimas semanas, y que podrían poner en jaque su situación dentro del programa de protección de testigos al que ingresó luego de delatar una operación mafiosa, solo para ser víctima, él también, de un extraño atentado al abrir una caja y recibir en todo el cuerpo una explosión de atípicas características. En el medio, la falsa médium Marietta Chesler se cruza con una visión de ella misma pero enmascarada, dispuesta a tomar posesión de su cuerpo para utilizarlo como un puente de conexión con otras entidades que evidentemente la necesitan para hacer contacto con nuestra realidad. Y no pasa mucho tiempo hasta que nos cruzamos con el perpetrador de los asesinatos en serie: un corpulento ser dueño de una fuerza extraordinaria que solo rivaliza con su resistencia física, envuelto en una bandera yanku y articulando una cruzada tan siniestra como críptica, que desconoce moral y ética para con sus víctimas. Una a una vamos viendo cómo se van posicionando las piezas de un macabro rompecabezas repleto de sinsentidos que arrastra viejos recuerdos y nuevas amenazas, y que promete perturbar de una vez y para siempre la apacible vida que habita la localidad de Blackcross.

Blackcross0115En el apartado gráfico se encuentra Colton Worley, un abonado a series y miniseries de Dynamite, ilustrador enamorado de los monstruos, los juegos de sombras, el suspenso y el pulp, que ya había demostrado sus dotes dos años atrás en la miniserie de seis números “The Shadow Now”, y que a fuerza de trazos sucios, desprolijos y por momentos indefinidos logra capturar el clima idóneo para este comic. La atmósfera exasperante y siniestra la terminan de cerrar los correctos colores de Morgan Hickman, con paletas muy acertadas para cada escena y con un uso muy medido del color digital para ciertos retoques finales, cerrando algunas páginas con una sutil yuxtaposición de tramas que complementan el entintado de los fondos.

Project Superpowers: Blackcross es una obra distinta de Ellis, que le huye a la superpoblación de diálogos concatenados y apuesta por la sobriedad para entregarte una historia tan escalofriante como lúgubre. Si en tu lista mensual de comics a leer aún no incluiste una serie de terror, ponele las fichas a ésta.

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