Hablemos de Byrne

Crew es una serie muy interesante que sirve de precuela para lo que podría haber sido la misión de cinco años del capitán Pike y su tripulación.

Star Trek: Crew

25/04/2017

| Por Fede Velasco

5 comentarios

latestEn algun momento yo pensé que a John Byrne se le había muerto el cerebro, que estaba acabado y de ahí en más, uno lo seguía bancando un poco por inercia, otro poco por cariño y también con la esperanza de que pueda volver a sorprendernos como hizo alguna vez, pero sabiendo que eso no iba a pasar nunca. Para variar, el maestro me cerró el orto con este título lanzado en 2009 por IDW.

A ver, convengamos que no estamos ante ninguna obra maestra. Sin dudas Star Trek: Crew no es un punto alto en la carrera de Byrne, pero es lo mejor que hizo en su paso por el universo Trek y supo aprovechar muy bien los recursos que tenía a la mano.

Pongamos un poco las cosas en contexto: antes de que le dieran luz verde a la serie original de los ´60, se hizo un piloto que fue rechazado por la cadena. En este episodio toda la tripulación del Enterprise era diferente excepto Spock, y la primer oficial de la nave (sólo mencionada como “Número Uno”) era interpretada con la por entonces novia de Gene Rodenberry, Majel Barret. Es este personaje el que toma Byrne a la hora de escribir esta miniserie.

 

McP-7rTnC0dZmRSllAhnT-Ffhl-1du3C5xXqj238Adw3Lbj0b9CluirxbRl488oZ1cHIWnDcUHV-=s1600La historia arranca con el personaje en la academia, formando parte de una tripulación de cadetes que va servir en el vuelo inaugural del Enterprise, pero obviamente algo que parecía una formalidad como que la nave le pegue una vuelta a un par de planetas y vuelva a la Tierra bajo el mando de un viejo almirante, se termina complicando cuando un grupo de Klingons quiere destruir la nave al verla como una futura amenaza. Obviamente la que salva las papas del fuego es nuestra protagonista, pero es gracias a la ayuda del almirante que sacrifica su vida para salvar la nave. Nímero Uno rechaza todo tipo de crédito por la hazaña y le deja toda la gloria al difunto almirante, jurando que algún día va a volver a poner sus pies en esa nave.

El segundo capítulo transcurre algunos años después, a bordo del USS Fortune, una nave en la que nuestra protagonista es parte del equipo que trabaja en ingeniería. Pero en una misión en una colonia, son emboscados por enemigos. La nave es atacada y queda al borde de la destrucción total, de vuelta mueren muchísimos tripulantes como en el primer capítulo y la única solución posible es transportar a los sobrevivientes al planeta y destruir la nave llevándose con la explosión a los enemigos, a la espera de que la Federación vuelva a rescatarlos.

tos-crew2El tercer capítulo es genial. Ahí vemos cómo Byrne entiende el universo Trek clásico a la perfección ejecutando un capitulo que tranquilamente podría ser parte de la serie original. Incluso el dibujo acompaña de manera magistral: todo lo que Byrne plasma nos recuerda a los decorados de la clásica. Y el argumento, tiene muchísimos condimentos de cuento clásico de ciencia-ficción que tanto abundaban en Star Trek. Una delicia.

Al final del capítulo, llega la tan esperada transferencia al Enterprise y es en esta nave donde transcurren los últimos dos episodios. Al mando del capitán April, y con Pike de primer oficial, vemos como nuestra protagonista y el futuro capitán ingresan al mismo tiempo a la nave, cómo la ahora teniente (todo el tiempo se esfuerzan por no revelar su nombre, que sigue siendo un misterio) rechaza varias promociones y se mantiene en su puesto; los vemos trabajar con un jovencísimo Spock recién salido de la academia y sobre el final de la serie nos enteramos que lo que ella desea es ser la primer oficial del Enterprise, cuando le confiesa a Pike que rechaza las promociones porque quiere su trabajo.

4QWXlsq1EbrRKN4Vs-OoIvPhw7kUiM648jbsIqu3Us2SLD6xga-Ne198DmZcP6JKC2FV1xYJf0Tf=s1600En estos dos capítulos finales, Byrne se pone las pilas y pela no sólo muy buenas ideas, sino que retoma un plot de otra de sus miniseries, Asigment Earth, en particular un capítulo con unos clones del ejército creados como máquinas de matar, que era transportado a un planeta distante. Acá el Enterprise llega a ese planeta y descubre a esta raza de humanos inmortales que llevan 300 años peleando entre ellos, un disfrute total. En el último capítulo caen en una suerte de limbo y Byrne aprovecha para hacer páginas y páginas con fondos blancos e incluso una completamente negra con un pequeño Enterprise en un rincón. Sabemos que el viejo está choreando, pero queda tan lindo que no nos importa un carajo.

En conclusión, tenemos una miniserie muy interesante que sirve de precuela para lo que podría haber sido la misión de cinco años del capitán Pike y su tripulación, que nos deja con ganas de saber más sobre los años de Robert April a bordo del Enterprise y que en el fondo no deja de ser un gran tributo a Majel Barret, que había fallecido pocos meses antes de la publicación del primer episodio.

Compartir:

Etiquetas: , ,

Dejanos tus comentarios:

5 comentarios