Iberia Incógnita

En nuestra columna dedicada a lo olvidado, lo maldito y lo poco conocido de la historieta española, reivindicamos al gran Ricard Castells.

Araia

29/06/2023

| Por Lucas Ferrero

6 comentarios

En el año 2003, la editorial De Ponent editó Araia, un recopilatorio de historias cortas de las décadas de los ’80 y ’90 del autor Ricard Castells, un genio que falleció muy joven (47 años) pero que dejó una carrera llena de santos griales y gemas ocultas de las que nadie habla.

El rey de los malditos

Castells empezó en el mundo del cómic a principios de los ’70 en publicaciones como Terror Gráfico, Horror y Zombie. Desde los ’80 hasta su muerte, su carrera es imposible explicar, ya que se vio totalmente marginado de los circuitos comerciales del comic español; lo poco que publicó salió en antologías raras. Castells es de los pocos autores españoles que trabajaron para Kodansha con historieta de estilo pictórico que se alejaban por completo del manga y dialogaban con la línea de Jon J. Muth.

A fines de los ’90, le llega su primer pico de reconocimiento y fama, con la publicación de Lope de Aguirre: La Expiación. Esta fue la tercera parte de una trilogía escrita por Felipe Hernández Cava. La historieta ganó el premio a Mejor Obra en el famoso Salón del Cómic de Barcelona de 1998, lo que lo posicionó con el público español. Luego, la editorial Sinsentido publicó los dos álbumes de Poco en 1999 y 2000. En Enero de 2002, Sinsentido editó Huracán: El Guardián del Mercurio, basada en la novela homónima de Carlos León Alvarado. Ese mismo año, Castells falleció a causa de un derrame cerebral.

El poder de las historias cortas

Araia es el primer volumen que recoge algunas de las historias cortas de Castells pero que no incluye todos los relatos que hizo en su carrera. Los pocos que se editaron en España son muy valiosos y enigmáticos. El tomo está formado por cuatro historias cortas: Los emboscados de Enoch, Sombra Runa, Selene y La Sonrisa del Mudo. La calidad de estas cuatro historias cortas es tan elevada que podrían haberse publicado en la antología Epic Illustrated o haber sido especiales para el sello Vertigo. El misterio de estos relatos es que estaban muy adelantados para su época, no sólo por la línea y el color, sino por la narrativa y las puestas en página.

Un dibujante fantasmagórico

El trazo de Castells en estas historias es tan suelto que, por momentos, estas parecen no acabadas. Hay viñetas que parecen poco trabajadas, pero en realidad están pensadas así para que todo fluya y se cree una atmósfera terrorífica con un despliegue visual que te cambia la visión sobre los comics. Castells tenía un estilo de dibujo similar al de Muth, George Pratt, Kent Williams y Yoshitaka Amano. No dibujaba modas, sino que escupía talento y lo demostraba con su calidad. Un estilo perfecto para publicar en Estados Unidos, sobre todo, a mitad de la década de los ’80, con el surgimiento y la explosión del comic pictórico. No dibujaba igual que Bill Sienkiewicz o Dave Mckean, pero tiene la misma furia y ambiente para sus historietas. A diferencia de todos los artistas que trabajaron para Estados Unidos y se consagraron con obras en DC, Marvel y editoriales independientes, tuvo una revolución inconclusa que nunca se le reconoció, pero en su obra la ambición siempre estuvo presente.

En el año 2012, la editorial De Ponent editó Equador, una obra de la década de los ’80 que quedó sin terminar, pero de la cual existían muchas páginas y que el autor no pudo vender a ninguna editorial. En esta se veía el deseo de hacer algo grande y extraño. Su arte y sus obras son tan raras que puede que eso perjudique el acceso a que el lector común se vea interesado. Sin embargo, su dibujo dialoga con un estilo de historieta que durante parte de la década de los ’90 estaba muy bien visto en Vertigo y que, por más que sea único y distante, no está tan lejos del circuito comercial. La obra de Castells sólo ilumina un cuarto secreto que descubrís y del cuál no querés salir.

El triste presente

Aún en el 2023 no existen reediciones de la obra de Castells, excepto por una edición mexicana del 2021 de Huracán: El Guardián del Mercurio, que publicó el Fondo de Cultura Económica con una  mala calidad de papel que arruinó el dibujo del maestro. Es un autor del que no se habla; no hay libros dedicados a él ni editoriales que quieran reeditar su obra o publicar lo inédito. Castells sufrió que una de sus mejores obras es la tercera parte de un proyecto de Hernández Cava que es imposible de conseguir y que también pide a gritos una reedición. La trilogía de Lope de Aguirre fue un proyecto con Enrique Breccia, Federico del Barrio y Castells. Los dos primeros autores son muy importantes y reconocidos y tienen un público cautivo, pero Castells es un enigma. No sería una locura reeditar su trabajo hoy, pero debería estar armado en un integral con los tres dibujantes y explicar un poco el contexto. Sin embargo, Castells tiene otros títulos más accesibles que se podrían publicar, como un tomo que recopila todas sus historias cortas o Huracán: El Guardián del Mercurio, pero con un papel que le haga justicia a su arte.

La actualidad presenta a Ricard Castells como un enigma y un autor descatalogado; un dibujante cuya obra no es fácil de encontrar y con mucho de su material muy caro. El rey de los malditos, no sólo con su obra, sino también con su reconocimiento. Castells es una especie de fantasma que navega por el comic español esperando que alguien lo rescate.

6 respuestas a «Araia»

  1. Hace un rato pasé por Punc! y conseguí Huracán de Ricard Castells. Estaba más barato que «Desapego Trip» de Iván Riskin (cosa que también compré). Incluso conseguí «La ciudad de los puentes obsoletos» de Fede Pazos.
    Vale la pena pasar por allí.

  2. ¡Jajaja! Si, capaz que «locura» es exagerado, tal vez debí escribir «llamativo».
    Y sí, es probable que este tipo de material se prestigie con el tiempo (creo recordar que el viejo Breccia no era precisamente un «Best Seller») pero bueno, prestigio y mercado van por distintos carriles. El lector maduro que no esté dispuesto a confrontar con material menos «amigable» o abierto a cierto tipo de experimentación gráfica (no hablo de un «Driven by Lemmons» de Cotter tampoco) seguirá de largo.

  3. Si fuera francés quizá lo reeditarían, aunque no se parezca a Ásterix o a Sfar… y si fuera yanqui, puede que no (a menos que Ricard Castells hubiese dibujado al Spiderman de un improbable universo alternativo) (o alguna de esas aventuras arkhámicas y gothámicas). Pero bueno, al menos está genial saber que cosas así existen. En la viña del Señor Comiquero, hay de todo.
    Creo que este tipo de material se prestigia con el tiempo, y un lector que hoy consume otras cosas, maduras, pero menos pictóricas, quizá en diez años (o más) empieza a reparar en este material. De buscarlo, acaso no lo halle nunca físicamente. Pero a través de internet al menos tendrá noticias de su existencia (como ahora alguien).
    Y acceder a él de modo virtual (con una fuente infortunada como la nefanda cómic-sans) creo yo que es mejor que nada…

  4. lucifer

    Es cierto NN, la verdad que no se puede creer. Una verdadera locura.

  5. Ahora, que locura que habiendo ganado el premio a Mejor Obra en el Salón del Cómic de Barcelona no tenga una reedición…no sé si será por problemas de derechos o simplemente porque -dado el riesgo que comporta esta forma de hacer historietas- no se lo venden a nadie.

  6. ¡Este tipo es una bestia!¡Qué bueno que le hayan dedicado una nota! Lo descubrí de pedo hace mil años gracias a un archivo que bajé con E-Mule de los álbumes de «Lope de Aguirre» (pensando que uno de los autores era el viejo Breccia) y fue amor a primera vista. Con el tiempo me fui haciendo de ejemplares impresos de su obra: conseguí «Araia», «Ecuador» y recientemente «Huracán» que es fácil de encontrar en librerías a bajo precio y es tal vez el más accesible para el lector. Paradójicamente jamás leí «Lope de Aguirre» porque me parecía lo suficientemente bueno como para no privarme de vivir la experiencia de hacerlo desde un ejemplar propio. Algún día lo conseguiré, supongo.
    Cada vez que intento leer «Araia» me pierdo en sus ilustraciones, pero no me parece un libro sencillo pese a la brevedad de las historias.
    Dejo un enlace de descarga a su obra, que subí hace mucho, por si es de interés.

    https://unrincondesombra.blogspot.com/search/label/Ricard%20Castells

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