Estaba de viaje en San Pablo. Entré en una comiquería paulista para comprarme libros de análisis de historieta brasilera y algunas novelas gráficas verde-amarillas. Compré todo eso, pero también compré Supergods de Grant Morrison. Estaba en inglés y a un precio razonable. Si bien empecé leyendo el material local, una vez que empecé a leer este texto en el cual el autor nos intenta explicar qué nos pueden decir los superhéroes acerca de nuestra cultura, no lo pude dejar. Hace poco lo comencé a releer (subrayándolo, como a un libro de la facu) y recordé que este libro es sinceramente maravilloso. Este tratado superheroico es el cabezazo de Zidane en el pecho de Materassi. Te pone y quedás fuera de combate.
Supergods tiene 480 páginas, es publicado a partir de 2011 -en español e inglés (fáciles de conseguir)- y es una pensada disección de la industria mainstream del comic estadounidense (y sobre todo de sus superhéroes). Es en parte biografía de la industria del medio yanki y en parte biografía del mismo Morrison. El libro es un relato histórico y un inteligente análisis de cómo la vida real y las enseñanzas de los superhéroes (y el legado de sus autores) convergen en nuestra realidad.
El texto comienza con un análisis de cómo y por qué surgieron Superman y Batman: “Mientras que Superman fue concebido (por Siegel y Shuster) en 7 años a fuerza de errores y paciencia, Bob Kane inventó a Batman con una rápida intención comercial. Superman mostraba modernismo y Batman se anclaba en sus raíces pulp. Si Superman era Los Beatles, Batman era Los Rolling Stones”.
Destaco mucho esta primera parte donde el escocés comenta los primeros personajes super-poderosos del comic book (la información vertida sobre Namor y el primer Flash es sorprendente), y relata una historia interpretativa que tiene sus mejores momentos en la recuperación de personajes de magia hermética como el Capitán Marvel.
También resalto el capítulo (de la segunda parte del libro) llamado “Shamans of Madison Avenue” donde Morrison cuenta las vivencias creativas de autores como Kirby, Englehart, Starlin y Gerber, entre otros.
El libro hace mucho foco en las influencias políticas y culturales (como el McCarthismo), y en cómo la ciencia atravesó el fenómeno de los superhéroes desde la presidencia de Kennedy, la psicodelia, el vigilantísmo, hasta los sismos de la industria de la historieta yanki a partir del 9/11.
Cuando el autor de The Invisibles tiene que hablar de la historieta mainstream yanki de los 80’s, aunque el pelado lo considera su archi-rival, en este libro es respetuoso de la obra de Alan Moore (si bien siempre se nota su inseguridad ante el peludo autor). La pulsión de Tánatos lo traiciona y siempre va querer superar a su “padre” (aunque sea de manera indirecta, respetuosa e inferida).
La tercera parte de este libro comienza con un análisis del “grim and gritty” en los comics y su propia autobiografía creativa, desde su humilde origen en Escocia. Morrison describe, de manera fluída, la escena del comic inglés de los ´80 y la invasión inglesa a Vertigo. Relata sus viajes y experiencias, y cómo lo influenciaron en su presente. Estos detalles hacen que esta lectura sea verdaderamente atrapante; incluso para aquellos ajenos al palo.
¿Qué se le puede criticar a Morrison en este libro? Muy poco, pero ser insuficientemente crítico de sus colegas, tener exceso de ego, omitir la mención de ciertas obras, criticar más a Marvel que a DC, que la historia del comic adquiera los rasgos de un ser humano que va madurando y pasando de la etapa infantil a la adulta, y sostener algunas de sus creencias mágicas (como curar mascotas a pura fuerza de voluntad), podrían ser algunas variables a tener en cuenta, como puntos flojos del relato; pero si estamos leyendo al mago Johnny Rotten del comic mainstream, ¿Qué podes esperar? Con muchas más virtudes que defectos, Morrison es como es y tiene derecho (y espacio) a pensar y decir lo que se le cante. La sobrepoblación de ideas y hasta una excesiva pasión por lo que escribe, no siempre juegan a favor de su ejecución, pero Morrison es así; y quizás ya comparte el podio con Alan Moore, como los mejores escritores de historietas en inglés.
Mediante este libro, Morrison te ayuda a recordar y volver a creer en lo increíble. El pensamiento del creador de We3, es impulsor de los arquetipos aspiracionales de capas que nos rodean todos los días, en los kioscos, la tele, el cine, Internet y en nuestras mentes. Estructurado en cuatro partes (cada una con sus respectivos capítulos), que llevan el nombre de las distintas eras del cómic superheroico según Morrison (The Golden Age, The Silver Age, The Dark Age, The Renaissance) -con ningún cinismo- Morrison chorrea su amor por los buenos (como el último hijo de Krypton), esos que son un ejemplo y que casi tienen una cualidad mágica.
En la cuarta y última parte, Morrison escribe acerca del presente, la industria post 9/11, y los trazos más actualizados de su biografía que destacan su realidad mágica, sus creaciones y su holgada situación financiera.
Este libro está bien escrito, con una investigación erudita y precisamente atravesada por los factores socio-políticos de cada época descripta. Es un ensayo histórico y crítico del concepto del superhéroe y no sé si Alan Moore podría haber escrito un texto semejante. Supergods es verdaderamente fascinante, atrapante y uno desea que sus 429 páginas de prosa no terminen más.
4 comentarios