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Este libro de Benoit Peeters no se puede parar de leer, por los datos del autor y por el contexto de cómo se escribió cada historia de Tintín.

Tintin y el mundo de Hergé

12/10/2014

| Por Leandro Paolini

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tintin-mundo-herge “Persecuciones, raptos, búsquedas de tesoros, viajes a los confines del mundo, aventuras maravillosas que descifro torpemente. ¿Tendré unos seis años? ¿Acaso veinte? ¿O quizás ya cincuenta? Nada me permite saberlo. Escribir sobre Tintín es sumergirse todavía más en la fascinación” Benoit Peeters.

Hace muy poco un amigo me hizo un regalo: “A vos que te gusta analizar comics te va a gustar”, me dijo, y ese obsequio es el libro que aquí voy a reseñar: “Tintín y el mundo de Hergé”, de Benoit Peeters, editado en España por Editorial Juventud.

Esta hermosa obra, en formato magazine de tapa dura, tiene 164 páginas y se publicó en español, en inglés, y finalmente en francés mediante el sello Casterman. El texto cuenta con una primera parte donde se describe quién fue Georges Remi, profesionalmente conocido con Hergé. Estas 25 páginas iniciales muestran la vida del autor y las herramientas, y vivencias, que le iban a otorgar al autor belga la materia prima para crear a Tintín. En la segunda parte del libro se muestra cómo asciende la fama de Hergé y su personaje, y por más de 100 páginas se describe el trasfondo de cómo se escribió cada uno de los álbumes del periodista “ficcional” más famoso de Bélgica. Para la tercera y última parte del libro, Benoit Peeters analiza toda la otra obra de Hergé por fuera de Tintín, dentro de la cual se destacan personajes como: Quick y Flupke, o Jo y Zette. Este libro es tan completo que hasta ofrece una lista de cómo se llama a cada uno de los personajes de Tintín en los distintos países donde fue publicado.

2010-03-08-12.33.32ImagenBenoit Peeters comienza su libro agradeciendo a otros estudiosos de la obra de Hergé (donde menciona un texto como “Conversaciones con Hergé” que ahora quiero leer), editores, coleccionistas y a la Fundación Hergé. Aunque su primera publicación sea de 1988 (hay otras dos versiones con retoques), este es uno de esos textos que uno no quiere que termine nunca y que está plagado (pero no saturado) de información original y material gráfico inédito.

El análisis de Peeters sobre los primeros años de vida de Hergé muestra que los héroes, así como los grandes profesionales, no nacen; se construyen. Las primeras páginas del libro no son tanto una biografía, como una descripción breve de las principales etapas de una carrera.

Numa Sadoul (autor del mencionado “Conversaciones con Hergé”), describe al joven Remi como un niño insoportable que sólo se calmaba con una bofetada, o unos lápices y papeles para dibujar. A partir de los 7 años, el niño que a futuro sería Hergé, ya empezaba a dibujar sus propios comics, influenciado por la guerra y la ocupación alemana en territorio belga. Peeters menciona que a pesar de que los padres de Remi no eran gente ilustrada (Hergé no recuerda haber visto siquiera un libro en su casa), el autor de Tintín era un excelente alumno tanto en el colegio primario como en el secundario, con una formación artística prácticamente autodidacta.

El maestro Benoit Peeters.

El maestro Benoit Peeters.

El autor de “Tintín y el mundo de Hergé” relata que en la infancia del autor belga se comienzan a sentar las bases para el nacimiento de los viajes de Tintín: Remi debe viajar por Europa como parte de un cuerpo de boy scouts y luego con el ejército. Estas actividades son las que le abren los ojos al mundo al niño cuyo apodo scout era “zorro curioso” (pavada de nickname).

Hergé, un trabajador de periódico infatigable, es alentado por su empleador (el padre Wallez, religioso dueño del diario donde nacería la leyenda) para tomar cada vez más responsabilidades en su trabajo y para desarrollar un suplemento juvenil, con el objetivo de ampliar la audiencia de la publicación. El 1 de noviembre de 1928 salió el primer número del Petit Vingtieme, donde se destacaba un personaje creado por Hergé, llamado Totor. En unos pocos meses su autor cambia a Totor y lo convierte en Tintín. El 10 de enero de 1929 Tintín debuta en dicho suplemento y en su primer misión, el intrépido reportero irá a la Unión Soviética donde luchará contra los bolcheviques.

El gran creador y su principal personaje.

El gran creador y su principal personaje.

Luego de esta aventura inicial, Tintín empieza a usar jopo y pantalones bombachones. Cuando para el 8 de mayo de 1929 se termina “Tintín en el país de los soviets”, el director del periódico no tiene mejor idea que publicar en su medio que Tintín regresaba de la Unión Soviética en el tren tal y a una cierta hora. La estación de tren más cercana al periódico se desbordó de niños, y padres, que esperaron a que llegue su máximo héroe. El director tuvo que maquillar un niño, vestirlo de ruso y simular que era el verdadero Tintín, para apaciguar a las clamorosas masas que querían ver a su héroe regresar desde el oeste europeo. Había comenzado la leyenda.

Esa es apenas una de las tantas anécdotas que Peeters relata en su libro. El autor de origen francés actualmente tiene 58 años y es un hombre de letras: es autor de comics, analista de historietas, autor de novelas y tiene un título en filosofía de la universidad de Sorbonne, en París. Roland Barthes fue uno de sus mentores y tiene más de 60 publicaciones. Dos de sus libros están dedicados a Tintín (“Hergé, hijo de Tintín” es el otro texto que ha escrito).

Peeters cuenta que Milú es un homenaje al primer amor de Hergé, llamada Marie-Louise Van Cutsem, que el autor belga inmortalizó al nombrar al perro de Tintín como él le decía a su novia: Milou. Hernández y Fernández se sumarían apenas unos álbumes después, y en 1940 es creado el Capitán Haddock para que Tintín tuviese a alguien más con quien hablar y explorar el mundo.

1522041_10153239171444196_4502988684350878395_nA partir de “Tintín en el Congo”, las aventuras de Tintín se suceden más o menos cada quince meses (variando formatos de tiras al cambiar de publicaciones, que luego eran vueltos a ser retocados cuando se tenían que publicar en álbumes, y mucho más cuando adoptaron el formato definitivo de álbum a todo color). En todas ellas es claro el objetivo de Hergé de mostrar cómo era el mundo para él mediante sus historias (siempre atravesado por su tendencia política de derecha y su polémica visión colonialista).

Tras la muerte de Hergé, Benoît Peeters publicó esta gran obra de referencia para los tintinófilos del mundo: “Le monde d’Hergé”. Un extraordinario libro que expone en detalle la creatividad de Hergé. Cómo se inspiró, qué referencias tomó y cómo construyó cada una de sus magníficas obras, abriendo al lector la posibilidad de meterse de lleno en el universo privado del escritor belga. Una obra realmente ilustrativa. Un libro que no se puede parar de leer, por los datos del autor y por el contexto de cómo se escribió cada historia del compañero de Milú. Un texto que es una puta maravilla y que todo amante de Tintín tiene que tener.

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