¡Tengo una idea! La frase que lo inicia todo, siempre. ¿Habrá pensado eso Dios en el alba de los tiempos? ¿Piensa Dios? ¿O pensamiento y acción son una misma cosa en su completo Ser? No lo sé. Sigamos con la idea: es arriesgada, no sé si la voy a poder vender como intento hacerlo. De lo que sí estoy seguro es de que no voy a cejar, no dejaré que teminen cambiándola como siempre lo hacen. Conozco muchos casos como ese. No, si algo aprendí bien es que la voluntad mueve montañas, así que vamos, un paso a la vez.
A ver, la historia está toda en mi cabeza. Un comienzo a todo culo, un nudo interesante y un final a toda máquina, épico, desolador. Si quien la lea siente la mitad de lo que yo experimento en este momento, el éxito es total. Además, ¿cómo puedo fallar? A nadie se le ocurrió esto antes, de eso estoy seguro. Tiempo, tan sólo necesito tiempo para darle los toques finales.
Dios, esto es grande, grande en serio…
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Bueno, a ver esto… bien, tiene buena pinta. La idea está bien, la verdad que no me puedo quejar. Quizás lo hubiera hecho desde otro enfoque, pero un dibujante siempre quiere llevar la historia más para el lado de lo gráfico, es inevitable. Y más allá de todo, la guita es excelente.
Así que bueno, manos a la obra. Lo que más adoro de mi trabajo es la primera instancia, el afilar los lápices, el bocetar. Las tintas nunca han sido de mi predilección, siento que repetir un dibujo ya hecho me aburre, pero confío en manos más expertas para que se encarguen de eso. Sí, la verdad que el guión me gusta… tiene gancho, fuerza. A ver… ¿y si le agrego esto? Sí, esto va a ser muy bueno. Por fin, por fin la oportunidad de demostrar lo que valgo…
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Mirá vos… Cuando me enteré que este proyecto estaba en marcha, sinceramente debo reconocer que me emocioné. Y que mi nombre estuviese entre los posibles candidatos a entintador fue un orgullo que no sentía desde que me gradué con honores de la escuela secundaria, con mi viejo escribiendo su nombre sobre el mío en el Libro de Oro. Es una obra jugada, claro que sí, pero el mercado está en un momento de maduración que creo se va a bancar algo tan terremótico… jaja, de la alegría invento palabras, ¿y qué? Cortazar lo hacía todo el tiempo. ¿Leerán Cortazar los que disfrutarán esta historieta? ¿Por qué no? Yo lo hago.
Además, mi nombre va a quedar en la Historia, lo sé. Este es el laburo que esperaba.
Este.
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Hablando con el equipo decidimos que la paleta de colores debería ser algo extravagante, quizá con manchas y un estilo impresionista bien marcado. Al menos es lo que propuse yo. Si bien el guionista y el dibujante siempre quieren sobresalir como lo más destacado de la obra, a mí me gusta dejar mi impronta, y si es posible una que sea de un estilo que acompañe a la esencia de lo que se está contando. Y acá, ahora, es el momento de explotar: cuando vean lo que les voy a devolver van a comprender finalmente lo mucho que valgo. Sí, mierda, esto es una maravilla. No puedo parar, el color me llama a gritos y me pide más, más ebullición, más efervescencia…
Gracias, vieja, mirá dónde estoy…
Esto va a cambiarlo todo.
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Desde nuestra editorial queremos decir que esta obra ha sido el resultado de un enorme esfuerzo: tanto desde nuestras oficinas, donde se han tomado decisiones como nunca antes se había hecho, arriesgadas, transgresoras; como desde el equipo creativo que ha demostrado la capacidad y talento con el que cuentan y que todos conocemos, ha quedado plasmado en estas páginas el enorme poderío de este joven arte. Y decimos joven porque, más allá de sus escasos cien años, la historieta está aún desarrollándose.
Todo este esfuerzo, repito, ha dado como fruto esta novela gráfica que esperamos llegue a todo aquel que quiera acercarse a una obra maestra del noveno arte.
Todos los detalles han sido cuidados: desde la edición, la calidad del papel, la presentación, y hasta el módico valor que estas páginas encierran. Nos hemos puesto como meta un intermedio entre accesibilidad económica y estética en la impresión.
Sabemos que el medio no será el mismo de ahora en más. Ojalá la disfruten tanto como fue para nosotros el llevarla a cabo.
Gracias.
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¿Qué hacé’ maestro?
Bien, cagado de frío.
Bueno, bueno, a tomarse un cafecito y a dejarse de joder eh…
Sí, sí, ¿qué es esto?
Clarín, Página 12 y…
No, eso no: esto.
¿Y qué sé yo?… una revista.
Bueh, dejamelá.
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Bueeeenas… pregunta: ¿puede ser que tenga el número 1 de la revista ***?
¿Cómo se llama?
***
No me suena… a ver… No, no la tengo, pibe
Bueno, gracias.
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¿Y don, otra vez con frío?
¿Qué hacé’ Carlitos? Sí, igual que siempre.
Bueno, ¿cómo viene la venta?
Bién, más o menos. Como siempre.
Bueno, tengo la lista, a ver qué me devuelve….
Dale.
A ver… sí, bien. Me está faltando algo… La *** Nº 1.
¿Cuál?
La *** Nº 1.
A ver, no me suena… Ah, sí, acá está mirá.
¿No se vendió nada?
Y no, si no no la tendría.
Bueno, me la llevo. A ver si se toma otro cafecito, en serio, eh? Lo veo pálido…
Sí, dale, pagameló vo’
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Carlos! Carloooooooooooooooos!!
¡¿Eh?! ¿¡Qué pasa!?
¡Me dejaste sin papel!
Puta madre, ¡Esperaaaaaaa!
(dos minutos después)
¡Carloooooooooooooos!
¡Pará, que no encuentro!
¡Dale, la puta madre!
¡No hay!
¿Y qué hago ahora?
Tomá (abre un poco la puerta del baño, casi sin mirar. Le pasa un ejemplar de *** Nº 1.
Usá esto, dejame de hinchar las pelotas.
¿Qué es esto, es del nene?
Usalo y dejate de romper los huevos.
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Yazgo en la oscuridad, en un pozo. El hedor es insoportable, ¿dónde estoy? ¿Cómo terminé aquí? Rodeada de carroña, de excremento humano. Mi propia tristeza es hija del desprecio. No quiero levantarme, no quiero salir. ¿Para qué? Lo he intentado miles de veces, incontables, pero no hay caso. El esfuerzo es siempre, siempre inútil. Me rindo… Si tuviera ojos, los cerraría de vergüenza. No es justo, yo no valgo esto. No es justo…
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