Luego de que el cansancio creativo empezara a asomar en la seminal Batman TAS (que hasta había cambiado de nombre y había pasado a ser “Las aventuras de Batman y Robin” gracias a la patética “Batman Forever”, en donde el petí rojo hacía su aparición cinematográfica moderna), y dejando atrás dos películas maravillosas (Batman: Mask of the Phantasm, de la que ya hablé en alguna reseña anterior, y “Sub Zero”, un experimento que mezclaba CGI con animación tradicional y que no está del todo logrado), los muchachos liderados por Bruce Timm deciden patear el tablero y cambiar todo en la serie, centrandose en un nuevo look mucho más estilizado y dinámico.
Todo se debe a que finalmente la gente de Warner decide ponerse su propio canal de cable (obviamente, el WB Kids), y con el abandono de la señal de aire, quedan lejos también las restricciones que allí les ponían, por ejemplo, que no pudiesen aparecer armas reales o modernas, que no hubiera niños en peligro, que la violencia no fuera tan zarpada, etc, etc.
Así que, como todo empezaba a cambiar y los muchachos se cebaron imbuidos en una emoción creativa renovada, decidieron “empezar de cero” (bueno, no tanto, pero la idea es esa) y rediseñar a practicamente todos los personajes. Un artista de story boards y de diseños generales que venía rompiendola en el grupo, Glen Murakami, es en quien confían para esta nueva etapa visual, y el tipo garpa.
Batman es más anguloso, vestido solamente con gris y negro. Atrás quedan el azul, el amarillo. No. Gris y negro, punto. Y es genial. El nuevo Robin (Tim Drake) es ahora sí un pibe, de unos 12 años aproximadamente, cuyo origen es similar al de Jason Todd y sería una especie de mezcla entre aquel Robin fallido y este. Visualmente tiene un traje genial, casi todo rojo y negro. Nightwing también es una adición de esta nueva etapa, con el típico pelo largo noventoso.
Pero en fin… no me voy a colgar hablando de cada personaje. Solamente decir que, en mi opinión, el cambio es para bien, y que es una evolución maravillosa. El único al que la economía de líneas no le sienta tan bien es al Joker, específicamente en anular los labios rojos. No jodamos, el Joker ES con labios rojos. Pero bueno, se les perdona.
Desde la faz gráfica, otro elemento agregado en esta etapa es la cantidad de directores japoneses. Buscan un shock visual que intenta, en algún punto, asemejarse al boom de la época del animé, y vaya si lo logran. No son muchos los capítulos animados a todo culo, pero los que hay, son sencillamente abrumadores. Combinar directores japoneses con la animación del estudio TMS, sólo puede generar grandes productos audiovisuales.No puede ser la animación que pelan. La acción, la fluidez, el manejo de cámara, es sencillamente devastador.
La música sigue la misma tónica de la serie anterior, con orquestaciones poderosísimas que acompañan las historias sin quedarse atrás, como si fuese un eterno duelo entre imagen y sonido en el que ninguno quiere ser menos.
Un cambio importante es la voz del personaje principal. Kevin Conroy (como sabrán) fue desde el inicio la voz del encapotado. Y en los primeros tiempos, el dualismo que le daba al personaje (Bruce Wayne/Batman) era marcadísimo, practicamente dos personas diferentes. La voz de Bruce mucho más acartonada y vacía, y la de Batman rasposa, interior, muy seria.
Acá… el tipo evoluciona su interpretación a un matiz mucho más sutil. Las voces de ambos “personajes” son casi iguales. Pero ahora Batman suena mucho más amenazador, más seguro de sí mismo, más personal. Atrás queda cada vez más la idea de seguir a las pelis de Tim Burton, y todo, desde la interpretación vocal, cambia.
Recuerdo que el primer capítulo que vi fue “Never Fear”. Justo con ese empecé… como quien no quiere la cosa, creo que era un sábado de depresión y por algún extraño motivo prendí la tele a eso de las 3 de la tarde. De milagro, era un capítulo estreno. Siempre los miraba con el audio SAP (aprendí a hablar inglés en la secundaria con cómics en mano, rompiendomé el mate para poder entenderlos y el entusiasmo fue tanto que lo logré) y te rompía la cabeza. ¿Recuerdan el doblaje de esa serie? No sé de dónde sería, pero no era mexicano. No sólo las voces no le hacían justicia a sus contrapartes anglosajonas, sino que había un eterno problema de audio. No se escuchaba cuando ciertos personajes hablaban, en especial Batman. Uno subía el volumen intentando descifrar lo que decían, y de pronto una explosión o algo te hacía cagar en las patas. Pero en inglés no, el sonido es perfecto. Y como decía, vi ese primer capítulo y de nuevo, me sorprendieron, me cagaron, me llevaron a un lugar que no creía posible con esa serie. ¿De qué trata? El Scarecrow (otro nuevo diseño maravilloso) juega con el miedo de la gente pero, en vez de exacerbarlo, se lo quita. ¿Qué pasaría en una sociedad en la que nadie le tiene miedo a nada? Premisa genial.
Aunque la cereza de la torta es sin duda “Over the edge”. Si no viste ese capítulo, la historia va así: Batgirl muere cayendo de lo alto de un edificio, a causa del Scarecrow, sobre la patrulla en la que va Gordon. Enfurecido, el comisionado le declara la guerra a Batman y se manda con un escuadrón a destruir la mansión Wayne. Batman pasa a la clandestinidad con toda la policía buscandolo…
Es quizás el mejor capítulo de toda la serie, aunque tiene una resolución algo trillada. Pero se encargan de que no termine siendo lo que uno cree.
Así que el capítulo empezó y terminó y con algo “tan pequeño”, mi vida volvió a cambiar. Porque las grandes obras tienen ese carácter: te cambian, para bien, siempre para bien.
Y me volví a cebar. Y necesité tener toda la nueva temporada. Y contemplé el origen de Nightwing y por qué dejó de ser Robin. Y vi cómo casi casi Harley mata a Batman, con el Joker tan sorprendido como desquiciado. Y vi al Ventrilocuo asustadísimo ante un muñeco sentado en su sofá. Y vi a Robin experimentar la fatalidad frente a un Clayface cruelísimo. Y volé junto a Roxy Rocket a velocidad luz.
Y, como siempre, quedé enganchado de nuevo. Y de nuevo, me pregunto cómo sucedió esto.
Es decir, teniendo ya un bagaje de diseños, personajes, etc, etc, decidir “pará, me aburrí, cambiemos todo”, no es algo tan usual en el mundo de la animación, donde cada paso hay que hiper meditarlo porque el más mínimo error te haría perder millones.
Pero bueno, esta gente siguió demostrando que estaban a la altura de llevar y expandir el universo de Batman. Y todavía faltaba mucho por venir…
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