Mundo Morrison

En 1998, todo el Universo DC saltó al siglo 853 de la mano de Grant Morrison.

DC One Million

21/03/2023

| Por Andrés Accorsi

3 comentarios

Para el año 1998, la JLA de Grant Morrison y Howard Porter era un éxito total. Morrison ya había presentado al Hourman de un futuro remoto, poseedor del poderoso Worlogog, y empezó a hacer cálculos bizarros. Así llegó a la conclusión de que si la revista Action Comics se seguía publicando con su periodicidad mensual, iba a llegar al nº 1.000.000 en el año 85271. Con esa consigna limada, los editores de DC se pusieron de acuerdo para que, con fecha de tapa de Noviembre 1998, todos los títulos de la editorial interrumpieran su numeración habitual para mostrar su número 1.000.000, protagonizado por versiones hiper-futuristas de los superhéroes, imaginadas en algunos casos por Morrison y en otros por los guionistas de cada una de las 35 colecciones que se sumaron a la movida. Morrison escribió uno solo de esos 35 tie-ins, el nº1.000.000 de la JLA, que en realidad es el episodio del medio de una miniserie de cuatro capítulos llamada DC One Million, que también se publicó (con frecuencia semanal) en ese mismo mes de 1998. O sea que el nº1.000.000 de la JLA no se entiende en absoluto por sí solo (como sucede con la mayoría de los nºs 1.000.000), sino que hay que leerlo sí o sí entre los nºs 2 y 3 de la miniserie DC One Million.

Básicamente, DC One Million trata sobre el encuentro entre la JLA y la Justice Legion A, que es una Liga del Siglo 853 en la que militan versiones futuristas de los grandes héroes del presente. Esta Legion no protege solo a la Tierra sino a todo el sistema solar y tiene entre sus miembros al Hourman que ya habíamos visto en la JLA, y a John Fox, el Flash del futuro que Morrison había creado durante su paso por la revista de Wally West. Originalmente se nos había presentado a John como el Flash del Siglo XVII, pero acá el personaje cuenta que fue desplazado en el tiempo hasta el año 85265, y hace cinco años que se unió a la Justice Legion A. El villano principal es Solaris, una estrella maligna, hiper-poderosa, oriunda del futuro, pero en el primer tramo de la saga también hay un rol destacado para el inmortal Vandal Savage, que se da el lujo de volar a la mierda la querida ciudad de Montevideo. Se ve que no le gustaban ni el mate, ni el chivito canadiense, ni ir a ver un show de Jaime Roos o un Peñarol-Nacional al estadio Centenario. La gracia es que la JLA del presente combate a Solaris en el futuro y la Justice Legion, junto a algunos héroes «secundarios» de la JLA (Steel, Plastic Man, Huntress, Zauriel…) combaten a Vandal Savage en el presente, con la ayuda de los Titans.

En el medio nos enteramos que Hourman desencadenó sin querer un virus del futuro que es casi imposible detener en el presente, y que la Justice Legion A está infiltrada por un traidor que en realidad responde a Solaris, quien se sacrificará para redimirse, así que hay problemas a granel para que los superhéroes resuelvan a lo largo de la miniserie. Como en toda saga de viajes en el tiempo, aparecen un toque los Linear Men, pero Morrison les reserva un rol muy menor. Sobre el final, otro personaje que cobra relevancia es Resurrection Man, que al ser inmortal, es el mismo tanto en el Siglo XX como en el Siglo 853.

DC One Million contó con dibujos de Val Semeiks, quien ya había trabajado con Morrison en otro especial de la JLA del que hablaremos pronto en esta columna, y visualmente no es nada del otro mundo. Es imposible que Semeiks haya dibujado todas esas páginas (el nº1 tiene 39 páginas de historieta) en un mes, de lo cual se deduce que el guion fue escrito con bastante anticipación. El color, a cargo de Pat Garrahy, es más que aceptable, con algunos momentos interesantes y algunos efectos muy logrados. Fuera de eso, no hay mucho para rescatar, ni en la miniserie, ni en el tie-in de la JLA que escribe el astro escocés. Son ideas extremas llevadas al extremo, pero a veces con eso no alcanza para crear una saga memorable.

Aún así las ventas fueron más que dignas, y en 1999, cuando a DC le empezó a ir bien con la línea de las antologías de 80 páginas, se decidió volver al mundo del One Million con un especial integrado por varias historias cortas. Allí Grant Morrison forma equipo con el gran Cully Hamner (por fin un dibujante grosso) para narrar en poquitas paginas el origen del Atom de la Justice Legion A. Probablemente esto sea lo mejor que escribió el escocés vinculado al mundo del One Million, porque es una historia cortita, concisa, que no renuncia ni a la ambición ni al delirio típicos de nuestro guionista estrella, pero que no se cuelga en boludeces. Va al grano y resuelve con jerarquía y eficacia una historia… que a la larga no tendrá ninguna importancia, porque estos personajes no van a aparecer más, hasta que muchos años después Scott Snyder les va a dar un pequeño rol en una saga hiper-limada de la Justice League.

O sea que si nunca leíste DC One Million, ni los nºs 1.000.000 de los títulos que la editorial publicaba a fines de 1998, o si no tenés ni idea de quiénes son y de dónde salieron los integrantes de la Justice Legion A, no te hagas drama. No te estás perdiendo gran cosa. Apenas una saga grandilocuente (en la que tiene infinita chapa Superman), con conceptos locos típicos de Morrison, pero sin peso real en el devenir del DCU, sin dibujantes de primera línea, y sin esa magia que hace que valga la pena internarse en los intrincados laberintos narrativos que suele proponernos el escocés cuando lo dejan hacer lo que se le da la gana con los superhéroes que lo sedujeron desde pibe. No es un desastre, no es una falta de respeto, pero tampoco es fundamental… una frase que -ahora que la leo- se aplica a todo el paso de Morrison por la revista mensual de la JLA.

3 respuestas a «DC One Million»

  1. Juan Napier

    Literalmente lo mejor de DC one million es que fue la semilla de All-Star Superman. Es una historia con muchas ideas buenas pero que juntas no tienen ningún sentido, como pasa en la JLA o en Final Crisis, que en esta ultima sale bastante mejor gracias a la meta textualidad. Además nunca le vi sentido a una liga de la justicia del futuro cuando ya estaba la legión pero bueno en vez del año 3000 acá es el año 1 millón.

  2. Knightwing

    A mi One Million, en su momento, me gustó bastante… los puntos que mas destaco son: que hicieran mierda Montevideo (en lugar de Washington D.C., como era el plan original) me gustó (no tengo nada en contra de los uruguayos… pero me pareció piola que el desastre en un comic de superhéroes tocara una ciudad real por fuera de los EE.UU.); que la saga transcurriera en parte en un futuro lejanísimo, para habilitar los números 1.000.000 de las revistas que sacaba DC en 1998 es un excelente toque (medio ladri, en cierto, pero lindo) y que Resurrection Man cagara a Vandal Savage de la forma en que lo hace, es magnífico.

    Un detalle: a John Fox no lo crea Morrison (es mas, no recuerdo que Morrison lo usara en los 9 o 10 números que escribió de Flash)… el creador del Flash del siglo XXVII, cuya primera aparición es en Flash 50th Anniversary Special de 1990, fue Mark Waid, quien lo usó en al menos dos sagas: Race against Time (Flash 112 a 118, creo) y en Chain Lightning! (Flash 145 a 150)

  3. Marcus Arguello Lopez

    Buena reseña. Valoro, sobre todo, el último párrafo, en el que Andrés, que ha leído tanto, se puede poner en lugar de quien no ha leído nada. Seguirá, en consecuencia, el tomo de DC One Millión descansando en mi pila de pendientes, durmiendo el sueño de los justos.

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