¡Hola! ¿Cómo va todo por ahí? Qué fin de año que nos tocó, eh? En televisión tenemos el impensado crossover llamado Crisis en Tierras Infinitas y por otro lado la serie de TV de Watchmen. ¿En qué momento la tele yanki se transformo en los comics de DC de 1986? ¡Estamos todos locos! Yo seguro que sí. Y acá por estos pagos estamos viviendo un calor bastante intenso. Se vino el verano junto con la asunción de un nuevo presidente. Chau Macrisis en Tierras infinitas.
Como hace mucho calor, ya tengo lista mi malla con temática de Transformers para sumergirme en cualquier pelopincho que encuentre. Hablando de Transformers, eso me da pie para comenzar la reseña de la fecha, dedicada a un comic MUY particular. Me refiero a Angry Birds/ Transformers, miniserie de cuatro números publicada en el 2014-2015 por la editorial IDW. ¿Se acuerdan de Angry Birds? Ese jueguito de celular y derivados lanzado en el 2009 que consistía en lanzar unos pájaros impulsados por una gomera y derribar estructuras construídas por unos cerdos verdes… ¿Estos cerdos serán parientes de los Skrulls? El juego pegó tanto que hasta tuvo dos películas: una en 2016 y la otra en 2019. Los chicos y muchos grandes enloquecieron en la Angry-manía que fue capaz de destronar a la Batimanía de los ´60… nah, mentira. Pero sí pegó mucho.
Todo el boom de los Angry Birds tuvo sus lógicos derivados que fueron desde peluches hasta ropa interior. Yo personalmente tengo dos modelos de boxers de Angry Birds. Y lógicamente también hubo historietas. Lo que nunca, pero nunca me iba a imaginar era encontrar un crossover entre los pájaros estos y los Transformers. Pero sí, existe. Y es lo que nos trae por acá. PLOP!
La cuestión es que este comic es un derivado de un videojuego, de cuya existencia me desayuno escribiendo esta reseña. El guionista responsable de este choreo es John Barder, otrora coordinador de Wolverine en Marvel Comics y guionista en IDW de Transformers: Robots In Disguise y Transformers Vs.G.I.Joe. Como verán por su curriculum, tiene experiencia en la franquicia basada en los populares robots transformables, de la cual no me pareció necesario hacer una introducción ya que todos los conocemos. Por el lado del dibujo tenemos a dos responsables: uno es Livio Ramondelli, quien tiene una interesante carrera en la franquicia robótica. Trabajó (además de en este comic delirante que reseño) en The Transformers Redemption, The Transformers Autocracy y The Transformers Salvation, por nombrar apenas algunos. Livio es el responsable de dibujar la parte del universo Transformers que se ve al principio y al final de esta delirante historia. El otro artista es Marcelo Ferreira, un brazuca que tiene su haber series como Richie Rich, Teenage Mutant Ninja Turtles y Black Dynamite. Ferreira se encarga de la parte del universo Angry Birds.
Bueno, debo reconocer que al leer este comic me sentí estafado. Esperaba un verdadero choque entre las dos franquicias, pero no es así. La historia comienza en el universo Transfomers con una persecución (cuándo no) de los Decepticons a los Autobots. Nuestros queridos Autobots comandados por Optimus Prime están llevando la AllSpark, esa gilada que inventaron en la película de Michael Bay del 2007. Lógicamente Megatron se la quiere apoderar y así dominar el universo, ponele. Lo bueno es que los diseños son de los clásicos cartoons y no de la peli de mierda de Bay. La cuestión es que con la intervención del polémico y querido personaje Starscream, la AllSpark cae por un túnel cuántico (¿?) que la lleva al mundo de los Angry Birds. Los pajaritos locos viven en una eterna guerra con los cerdos verdes y la llegada de este elemento complicara aun más las cosas.
A los Transformes no los veremos más sino hasta el final, y por eso digo que me sentí estafado. Porque encima de no aparecer, tampoco hay aventura compartida con los pájaros de mierda estos. Claramente esto está relacionado al juego en el cual deriva este comic. Pero a mí no me importa nada. ¡Ya que lo haces, ponelos juntos! Mínimo una batalla entre Autobots y Angry Birds versus Cerdos Verdes y los Decepticons. ¿Era tanto pedir? En definitiva esto no le importa a nadie.
Y quizás no subrayé un pequeño detalle: este es un comic orientado a los chicos y en ese punto sí funciona. Ah, no te conté cómo afecta la llega de AllSpark al mundo de Angry Birds. Bueno, permite que tanto los pájaros y los cerdos verdes se transformen en Transformers (cuac). Y así continúan su batalla eterna. Pero como todo tiene un final, la Allspark vuelve al universo de los Autobots, todo vuelve a la normalidad para los Angry Birds y todos felices para siempre. Fin final.
Los dejo porque me voy a meter en la pelopincho y mirar el crossover televisivo del Arrowverse “Crisis en Tierras Infinitas”. Hasta la próxima aventura de esto que hemos denominado en llamar ¡Ni Ahí!
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