Papa Fina

Un libro que ya salió y dos de inminente llegada a las bateas argentas, bajo la lupa de Gonzalo Ruiz.

Papa Fina

08/08/2023

| Por Gonzalo Ruiz

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¡Buenas, cómo va! Otro mes y otra tríada de reseñas. Esta vez son novedades editoriales que van a encontrar seguramente en Rosario si viajan para la Crack Bang Boom. Ideal para caer con la billetera llena y el bolso vacío (y llenarlo de comics).

Una bomba editorial la trae Libera la Bestia con El Último Recurso: El fin de nuestros elaborados planes, el final de esta gloriosa trilogía escrita por Lubrio y dibujada por Kundo Krunch. El Suicide Squad criollo que impactó en nuestros corazones comiqueros a finales de 2019 y hoy llega a un punto final. De entrada tengo que decir que Lubrio es un guionista muy inteligente, porque, aquel que esté al día con la serie, recordará que el tomo uno terminó con el “squad” muerto y el segundo es un “flashback” de una misión previa. Entonces ¿Qué se cuenta en esta última entrega? Bueno muchachos… van a tener que ir y comprarlo. Puedo decir, sin meterme en el pavoroso drama del spoiler, que Luis se las arregla para explicar lo justo y necesario para que la historia tenga coherencia, sin caer en un recurso barato como el Deus Ex Machina o el “creyeron que estaba muerto, pero no”. Todo para contar una historia bien repugnante y subida de tono, con el amplificador en 11. Y otra cosa inteligente que tiene es que no explica ni todo ni demasiado. Quedan algunos cabos sueltos, quizás para especular con más historias (para atrás o para adelante) o un spin-off, pero de momento nos queda disfrutar una aventura desenfrenada y desagradable con el mismo espíritu irreverente. 

Kundo es, por supuesto, el mejor dibujante posible para acompañar esta saga. Su estilo peculiar está amalgamado con su imaginación para diseñar criaturas y todo tipo de secuencias de acción bien plasmadas. Si el guion es salvaje, el dibujo lo es más: Kundo nació para ilustrar este tipo de historieta subversiva, completamente fuera de lo común e intrusiva. Son pocos los comics nac&pop serializados en varias entregas (Libera tiene otro más, Manta, más extenso con siete partes publicadas hasta el momento). En tiempos de crisis y de una publicación más “reducida” (y eso que son muchos los libros que salen año a año), no muchos se la juegan por personajes como en la historieta gringa o europea. Acá, por lo visto, le decimos adiós a una de las ideas más jugadas de los últimos cinco años. Ojalá el adiós no sea para siempre.

Vamos con una historieta autoeditada. Matías De Vincenzo (que la sigue rompiendo con Efecto Malena -comic digital para Deriva, con guiones de Rodrigo Canessa, cuya tercera parte terminó el mes pasado) trae Retrato de un trompetista, 64 incomodísimas páginas que involucran ciencia ficción, abusos y jazz. La historia empieza con el conflicto encima: un trompetista odiado por la gente que lo menosprecia cada vez que lo ven, mientras hace lo posible para ganarse la vida como un músico del subte. Un par de páginas duras y un salto al pasado, donde lo vemos al mismo trompetista de chico con un padre que le deja en claro que siempre hay que ser el mejor. Con esa premisa de nene traumado y víctima del bullying, Matías empieza a desandar un camino mucho más oscuro, que llega a involucrar el interés del personaje por la ufología con un remate shockeante. 

Jugadísimo lo de Matías, presentar una historia violenta en estos tiempos donde algunos prefieren que las cosas sean más “suaves” o menos escabrosas. Suelen ser complicadas las lecturas donde el personaje principal es un villano (o alguien que no es bueno, para no ser tan extremo): uno no tiene empatía por esas figuras y hace el libro insostenible, pero De Vincenzo deja en claro que en ningún momento simpatiza con él, ni que es un incomprendido. Sin ser un thriller, el guion plantea inteligentemente dudas que se van a resolver de a poco con la lectura, hasta llegar a un final incómodo. Lo que si no es molesto es el dibujo, preciosista como siempre, con un buen trabajo de acuarelas blancas y negras que generar un clima ominoso. 

Y cerramos con un rescate editorial que hacía falta: Parto de Nalgas (2023, Historieteca) del guionista uruguayo Ignacio Alcuri y nuestro crédito marplatense Gustavo Sala. Publicada originalmente en 2016 en Uruguay gracias a la banca del estado oriental, nos llega felizmente una edición que podemos conseguir en nuestras comiquerías. Y qué alegría me genera poder leer una historieta absurdísima, aleatoria, que te engancha a fuerza de chistes y de una sensación que es “¿qué carajo van a inventar en la próxima página?”. La historieta fue escrita a cuatro manos, con Sala y Alcuri inventando diálogos en el momento, como un cadáver exquisito que funciona a base de remates. Ellos dos son los protagonistas de una historia sin trama, que se mueve con cada comentario, chiste, frase ingeniosa, juego de palabras, jodas internas… En fin, una gran cantidad de recursos literarios al servicio del humor. Hay una competencia viñeta a viñeta, página a página, entre Gustavo e Ignacio para ver quién se va más de mambo con su chiste, que muchas veces involucran a célebres uruguayos como Jaime Roos o el Negro Rada o el internacional Gary Coleman. Se nota que es una historia pensada sin hoja de ruta, porque realmente es impredecible, nada de lo que ocurre te lo ves venir y eso lo hace más que disfrutable.

Quiero aprovechar para celebrar mi virtud favorita de Gustavo Sala. Generalmente, los dibujantes de humor gráfico no suelen hacer gala de un virtuosismo o preciosismo, salvo excepciones (Quino, Parés, Liniers). Algunos como Podeti o Fontanarrosa apelan más a un fondo vacío, un dibujo ágil y sin ganas de corregir proporciones. Gustavo reconoce que lo suyo no es la ilustración ni un estilo de dibujo virtuoso, pero tiene algo especial como suele tener cualquier humorista. En su caso, posee la habilidad de llenar las viñetas de chistes chiquitos, que ocurren por detrás del remate dialogado o del dibujo principal. Hay algunas páginas que conviene mirar en detalle, porque donde menos lo esperas hay una frase o un personajito dibujado como monigote que hace algo igual de gracioso que el chiste en sí. Gustavo tiene ese combate consigo mismo por tirar la mayor cantidad de ideas graciosas que puedan entrar en una simple viñeta. 

Volvemos el mes que viene seguramente con más novedades de historieta nacional, porque, afortunadamente, varias editoriales eligen salir con los tapones de punta en la ya clásica convención rosarina, y traen consigo lindas historietas. Tratemos de celebrar esto, por favor, más de lo nuestro. Gracias y hasta pronto.

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