Calculo que mi problema con esta serie es netamente generacional: para cuando empezaron a pasar el animé de una manera que más o menos se podia seguir yo ya era un boludo grandote y eso de ver muchachones musculosos tirándose rayos durante 200 capítulos no me emocionaba en lo más mínimo. Por ahí toda la primera parte -lo que no es Z, digamos- no estaba tan mal y se dejaba mirar; pero por desgracia acá se cebaron todos mal con la parte más pelotuda, que eran las peleas de muchísimos capítulos que era Dragon Ball Z.
Y todo esto me lleva a reflexionar un poco sobre el factor nostalgia. ¿Cuánta mierda irredenta revindicamos solamente porque la consumimos de chicos, cuando nuestro filtro era mucho más amplio que de más grandes? Pienso que, no sé, por ahi si hubiese visto con más años series como Robotech, He-Man, SuperFriends, etc., hoy de seguro las putearía tanto como a Dragon Ball. Pero en algún punto el tinte nostálgico empaña nuestro juicio y hoy las miro conectando casi de inmediato con aquel niño que supe ser, y por más berretas que sean consiguen al menos sacarme una sonrisa. Ahora, a las cosas que empecé a consumir muchísimos años después (y en el caso de Dragon Ball estamos hablando de la época en que estaba empezando la facultad), uno las agarra con un espíritu mucho más crítico.
Pero volvamos a Dragon Ball. Hay algo que no me entra en la cabeza y es cómo carajo alguien se banca una serie que tiene casi 500 capítulos sin querer pegarse un tiro. Y lo digo posta: 500 capítulos!! A 26 minutos por capítulo son más o menos 216 horas, que son el equivalente a un maratón de 10 dias non stop sólo mirando al puto Goku cagarse a trompadas. Déjense de joder!!! No me banco 500 capítulos ni de Breaking Bad. Apart,e todo el tiempo la misma historia que se repite una y otra vez, sólo que los personajes están cada vez más papeados. En un punto, la escala de poder llega a un nivel que se torna aburrido verlos pelear… bah, si podemos llamar “pelear” a que se miren torcido durante una eternidad. Y aparece que la gracia es esa: ver como cada vez se hacen más los poronga, tiran rayos mas heavies y alcanzan unos niveles de poder tan altos que todo carece de sentido. A tal punto que tienen una puerta giratoria en el Cielo y los personajes mueren y resucitan como si nada, lo cual le quita cualquier dejo de dramatismo que pudiera llegar a tener la pelea. ¿Qué me importa el resultado (por demás predecible) si de todos formas lo más probable es que en 10 capítulos Menganito esté vivo de vuelta?. Así, hasta yo me sacrifico por la Humanidad!! Es muy fácil dar tu vida, cuanda es la cuarta vez que resucitaste. Si lo hiciste cuatro, lo más probable es que lo hagas cinco, seis, diez veces. Qué carajo importa.
Y a todo esto, todavía no me metí con el manga, porque debo confesar que nunca le di mucha pelota y me parece que los motivos son lógicos. La edición local empezó hace unos años nomás, y antes sólo se conseguía la versión gallega. Y si la serie ya me parecía un aborto, ¿por qué carajo me iba a comprar sus comics, que encima venian de afuera y eran jodidos de conseguir porque estaban todos los pelotudos prendidos fuego con la serie esta del ojete?. Ni en pedo!!
Igual cualquiera que haya leido un poco la obra de Akira Toriyama y tenga alguna idea de qué va DB, se da cuenta rápidamete de que lo que el tipo hace al principio no se parece en nada a lo que es al final. Claramente, el tema de los boludos que resucitan y se cagan a piñas rendía más que la comedia y lo tenían al pobre Akira encadenado a un tablero (aunque lo más probable es que él tuviera así a sus asistentes) para que prolongara hasta el infinito la saga. En algún punto se vuelve obvio que están choreando, que están estirando sin sentido para que la gilada siga consumiendo. Digo yo: ¿es tan difícil darse cuenta que te están dando de comer mierda, solamente porque la seguís comiendo? Hay veces que pienso que si nos pusiéramos un poquito más críticos con lo que consumimos, abominaciones como esta no existirían y el mundo sería un lugar mejor.
Que lluevan las puteadas habituales en los comentarios. Nos vemos la próxima.
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