A comienzos del 2003, el escritor Alejandro Jodorowsky escribió varias historias cortas que fueron editadas en un tomo recopilatorio llamado Asteroide Hurlant.
¿Dónde está el Metabarón?
Asteroïde Hurlant (2006) es el segundo tomo de historias cortas escritas por Jodorowsky, el primero es Fábulas Pánicas, que data de fines de la década de los ’60. A diferencia del primero, el escritor chileno no necesitó dibujar todas las historias, sino que la editorial Humanoides Asociados consiguió para el proyecto a dibujantes como Marc Riou, Marc Vigouroux, Igor Baranko, J.H. Williams III, Jerome Opeña, Axel Medellín, Adi Granov, Pascal Alixe, Ciruelo Cabral, Carlos Meglia, José Ladronn y Christian Højgaard.
La génesis de este tomo surge en 2003 cuando Fabrice Giger, presidente de la editorial Humanoides, le pidió a Jodorowsky que escribiera historias cortas de 10 páginas para la nueva versión de la revista Metal Hurlant pero con dibujantes norteamericanos. Todos los relatos transcurren en un planeta y son atravesados por un asteroide que viaja por el espacio, un concepto formal que une a todos los cuentos, ya que todos cuestionan las miserias humanas, la fe, la religión, la autoridad y la identidad. Jodorowsky usa la voz en off como nunca lo hizo en su carrera, una prosa reflexiva y crítica, que le sirve para sostener su bajada de línea y que los personajes no sufran delirios new age o que utilicen un vocabulario que desconocen.
El sol eucarístico es la historia corta perfecta de Jodorowsky, ya que es un relato sobre vampiros que cuestiona a estos parásitos de la sociedad y se burla de su debilidad por el sol y su adicción por la sangre humana. La metáfora que utiliza el escritor chileno es la figura del insecto, porque habla sobre los cambios y la adaptación a nuevos siglos. El dibujante Williams III no aburre con su versatilidad y tampoco empalaga al lector con efectos extraños de color en la narrativa, sino que es un fiel obrero de la viñeta. Williams III no sacrifica su estilo y deja su sello en cada página, sus recursos para cambiar de colores en los flashbacks son acertados y sus composiciones no rompen la narrativa.
Las ventajas que tienen todas las historias cortas, aún las que no están bien dibujadas o que desentonan por el estilo, es que tienen el sello de Jodorowsky, ya que los temas son tan profundos y personales, que siempre queda en claro la idea del escritor chileno. El último relato del tomo es Las lágrimas de oro, y no sólo sorprende por el arte de Ladronn, sino porque es resumen de todas las ideas cinematográficas del guionista, ya que el protagonista llora oro, su familia lo utiliza para hacerse millonaria, en el final se convierte en un mesías, existe un viaje a México y logra su propia venganza. Todos condimentos típicos de una aventura jodoroskiana que están bien resueltos en diez páginas.
La gran sorpresa de esta antología es Opeña, ya que en el 2003 era un autor desconocido y todavía no había dibujado ni Uncanny X-Force ni Avengers pero su narrativa y el buen gusto por el dibujo estaba claro. La historia que dibuja es ¿Quién está soñando ahora? , un relato que habla sobre la fe y lo innecesario de sostener ideas y pensamientos que no sirven para la persona o que ya caducaron en la sociedad. Opeña no sobrecarga la página con detalles en los paisajes, sino que concentra toda su magia en los personajes, un tigre y en que la narrativa sea correcta.
El problema de esta antología es que algunos dibujantes desentonan no sólo por su estilo, sino porque algunos nunca habían hecho historieta o quedan demasiado expuestos al lado de autores consagrados o con talento. La historia corta del huevo alquímico es un gran ejemplo, ya que muestra todos los defectos de Ciruelo como narrador y deja en evidencia que es sólo un ilustrador de dragones y fantasía. Lo peor es que luego de su historia corta, sigue la de Meglia (publicada acá en Fierro), un artista con una carrera más importante que la de Ciruelo en el mundo del comic, que es mejor historietista y encima su historia es una de las mejores del tomo. Otros autores que sufren el mismo problema son Granov, Riou, Vigouroux y Medellin.
Es una lástima que Jodorowsky haya escrito tan pocas historietas cortas, ya que su versatilidad e ideas para los remates están resueltas de modo inteligente y con una sensibilidad de poeta. El final de La deuda, el relato dibujado por Carlos Meglia, es un homenaje al género policial y es un tono poco explorado por el gran escritor en su carrera.
La mejor edición que existe de Asteroïde Hurlant es la versión norteamericana que se llama Screaming Planet, editada por Humanoides en el 2013, que (al igual que la francesa) es tapa dura.
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