En franquicias tan longevas como Gundam o Macross, es inevitable que muchas de sus entregas oscilen entre lo decente y lo malo. Encontrar una joyita entre tanto material descartable suele ser una tarea ardua. También es cierto que las sucesoras siempre cargan con el peso del significado histórico de las series originales y, en el caso particular de Gundam, se tiende a considerar como obras menores a todas aquellas en donde no hubo participación directa del creador de ese universo. Así que hoy hacemos una pausa en nuestra historia de la evolución del género para recomendar un par de obras imprescindibles por mérito propio.
Mobile Suit Gundam 0080: War in the Pocket (1989). 6 OVAs.
Hacia el final de la guerra, un grupo de soldados Zeon invade una colonia supuestamente neutral que alberga en secreto un nuevo prototipo de Gundam. Pero hasta ahí llega la parte épica de esta historia. Gundam 0080 se enfoca casi por completo en la relación entre Bernie, un joven soldado Zeon, y Alfred, un chico de 10 años tan fascinado con los juegos de guerra que se emociona de que, por fin, haya algo de acción cerca de él. Por supuesto, en el transcurso de la historia enfrentará la realidad de que la guerra no es un juego.
Gundam 0080 fue la primera entrega de la saga no dirigida por su creador original, Yoshiyuki Tomino. En esta ocasión, la dirección estuvo a cargo de Fumihiko Takayama (director de algunos episodios de Macross) con guión de Hiroyuki Yamaga (uno de los miembros fundadores de Gainax). Otros nombres famosos involucrados en el proyecto fueron Haruhiko Mikimoto en el diseño de personajes y Toshihiro Kawamoto como director de animación.
Como resultado, esta historia marcó una notable diferencia con las entregas anteriores de Gundam. Aquí nos encontramos con una historia más íntima que épica y con una narrativa que mantiene el ritmo gracias a su corta extensión.
Esta entrega también está liberada de la carga que significan aquellos detalles que hacen tedioso el estilo narrativo de Tomino, como el enfoque en la angustia adolescente y los sermones pacifistas. Es una historia simple acerca de dos personas unidas por azar, un chico con una visión romántica acerca de la guerra y un joven soldado que la vive como una cruda realidad. La misión que emprenden es importante para ellos, pero queda claro que su papel es insignificante a gran escala; no están salvando al mundo y el resultado de la guerra no se decidirá por destruir un prototipo en una colonia perdida en medio de la nada. Los combates no son enfrentamientos de ideales opuestos, son sólo violencia y dejan muertes y destrucción.
Despojada de discursos filosóficos, Gundam 0080 permite que la narrativa haga su trabajo y que el espectador saque sus conclusiones. Una historia corta, simple y directa, de gran impacto emocional, y sin duda una de las joyas que dejó la saga.
Mobile Suit Gundam 0083: Stardust Memory (1991-1992). 13 OVAs.
Esta historia está ubicada tres años después de finalizada la guerra. La Federación triunfó sobre las fuerzas de Zeon, pero los viejos rencores permanecen. Anavel Gato, un hábil piloto Zeon, se infiltra en una base de la Federación y secuestra un prototipo de Gundam. Un piloto novato llamado Kou Uraki intenta detenerlo y falla, pero el hecho de haber sobrevivido a una batalla contra un piloto legendario termina jugando a su favor. Kou no sólo debe demostrar que tiene la capacidad necesaria para manejar el arma más poderosa que tiene la Federación y recuperar el prototipo robado, sino que además deberá preservar a la Tierra de una nueva amenaza.
A pesar de algunas fallas, ésta sigue siendo una de las mejores entregas de Gundam. Igual que Gundam 0080, no está hecha para complacer a las masas, ya que se inclina más por el realismo que por el entretenimiento popular. Las relaciones entre los personajes están bien manejadas, con personajes llenos de defectos pero motivados por sus creencias.
Curiosamente, uno de los puntos a favor es la falta de niños y chicos lindos; tener un adolescente de protagonista en general aleja al público adulto, igual que el hecho de usar niños como alivio cómico. Los personajes de esta historia no son viejos, pero en comparación son mucho más adultos y es más creíble que puedan estar inmersos en una guerra de gran magnitud; en ese sentido, también es de gran ayuda que se deje a un lado toda la mitología relacionada con los Newtypes.
Esta obra sentó las bases de lo que haría Sunrise en el futuro hasta llegar a la magnífica Cowboy Bebop. De hecho, parte del equipo creativo de esa serie mostró su talento en 0083, incluyendo al director y artista de storyboards Shinichiro Watanabe, el diseñador de personajes Toshihiro Kawamoto, y el incomparable Shoji Kawamori en el diseño de mechas.
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