En 1993, el animador y director Hideaki Anno salía de un largo período de depresión y comenzaba a trabajar en lo que, en principio, iba a ser una serie soñada para los fans del anime de mechas. Sin embargo, su creciente decepción y desprecio hacia la comunidad otaku, problemas en su vida personal, y los problemas financieros de Gainax (estudio del cual era cofundador) transformaron a su proyecto soñado en algo diferente. Neon Genesis Evangelion fue estrenada en 1995 y representó un nuevo paso en la evolución del género de mechas. La serie, en muchos aspectos, era otra heredera de Gundam, aunque su inspiración más fuerte era otra obra de Tomino (mucho menos popular) llamada Space Runaway Ideon. Pero en Evangelion, el hecho de pilotear un robot era el catalizador de los tumultos internos y procesos psicológicos de los personajes, iniciando la tendencia de tratar temas que tenían que ver con la condición humana y de construir a los personajes desde su interior.
La historia está ubicada después del Segundo Impacto, un cataclismo ocurrido en la Antártida que devastó la Tierra. 15 años después, extraños seres conocidos como Ángeles comienzan a atacar la Tierra. La organización NERV, una dependencia de las Naciones Unidas, revela su nuevo proyecto con miras a salvar el mundo: gigantes robots biomecánicos conocidos como Evangelions –o Evas- que son las únicas armas capaces de enfrentar a los «Ángeles» de igual a igual. Sólo niños concebidos en el año del Segundo Impacto pueden pilotar los Evas: Shinji Ikari, el hijo del jefe de NERV y quien no desea pelear; la reservada y enigmática Rei Ayanami; y la exaltada Asuka Langley. Al avanzar los episodios se nota cada vez más que la serie no se centra en los Evas o el misterio que rodea a NERV, y mucho menos en la extensa mitología religiosa que sirve de trasfondo; todo es una excusa para explorar la psicología de los personajes, con extensas escenas de introspección que harían enorgullecer a Sigmund Freud.
Por supuesto, el guión le dedica mucho más tiempo a Shinji, el personaje principal, y hace un trabajo excelente mostrando su baja autoestima, su falta de afecto y sus miedos. El gran problema es que Shinji nunca evoluciona como personaje; no madura y no aprende a lidiar con sus problemas, y es muy difícil ver como héroe a alguien que no aprende a superar los obstáculos. Eso sí, hay que reconocer que es todo un mérito el hecho de que la serie haya sido tan exitosa con un personaje central tan poco querible. Otro gran problema es la falta de enfoque; los personajes y sus dramas, las conspiraciones de fondo, las referencias filosóficas y religiosas, todo está muy bien pensado, pero son demasiados elementos juntos para ser resueltos satisfactoriamente.
Promediando la serie, el guión pega un volantazo y se vuelve errático por momentos, a tal punto que los episodios finales dejan la trama sin resolución y con más preguntas que respuestas. El reclamo de los fans no se hizo esperar y, para calmar los ánimos, Gainax lanzó varias películas. Death and Rebirth es básicamente una compilación de los episodios 1-24 con algo de material nuevo. The End of Evangelion es una versión alternativa de los episodios 25 y 26 que, a pesar de dejar también algunos interrogantes, al menos era un intento serio por darle algún cierre a la trama. Más adelante, y como para seguir explotando la gallina de los huevos de oro, ambas películas fueron presentadas en un mismo paquete bajo el título Revival of Evangelion.
REBUILD OF EVANGELION
Ya en el siglo XXI, Hideaki Anno decidió exprimir un poco más la franquicia, esta vez sin depresión de por medio. Rebuild of Evangelion sería una saga de 4 películas en la que se narraría de nuevo la historia de la serie de TV, con un mejor presupuesto y la promesa de nuevos personajes y diseños, un final diferente y, con suerte, un poco de estabilidad emocional para variar. La noticia generaba sentimientos encontrados, ya que a esa altura la serie ya contaba con lanzamientos y re-lanzamientos varios, además de las adaptaciones en diversos formatos; era inevitable ver esto como otra movida descarada para sacarles unos mangos más a los fans.
Con la última película aún por estrenar, el veredicto final queda pendiente. El proyecto comenzó como un recuento del original y eventualmente se convirtió en un universo alterno. El tono sigue siendo bastante oscuro, pero al menos parece que están todos medicados. Eso sí, esta vez los creadores se juegan su credibilidad y están obligados a entregar un mejor final.
A pesar de los aspectos negativos, lo cierto es que Evangelion fue la serie más influyente de los ´90. La naturaleza psicológica de la serie, el uso de animación experimental, y el dramático cambio en el diseño de mechas –tan diferente de los diseños de series anteriores- fueron los elementos que más se incorporaron al anime a partir de entonces.
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