Se viene una secuela de Empire, la gran serie creada en 2000 por Mark Waid y Barry Kitson, propiedad de los autores. Empire se empezó a publicar en el sello Gorilla de Image y cuando este colapsó, se terminó por completar en DC. Ahora con los derechos de nuevo en manos de los creadores, la editorial elegida para la secuela es Thrillbent, la plataforma de comics digitales propiedad del mismísimo Mark Waid.
La saga de Empire se centra en Golgoth, un supervillano que planea dominar el mundo y de hecho lo logra. Ahí se despliega una compleja red de runflas e intrigas, en la que el control de Golgoth va a ser disputado por algunos de sus ex-secuaces e incluso por su hija, a la que siempre consintió. Empire responde a la pregunta ¿qué pasaría si ganaran los malos? ¿Cómo hace un supervillano para gobernar al mundo, una vez derrotada cualquier oposición que pudieran plantearle los héroes?
«Golgoth trazó un plan de 10 años para apoderarse del mundo. A los cinco años se dio cuenta de que este era infalible, de que no tenía forma de perder. Y a los siete, se dio cuenta de que ya no le interesaba el cargo de Emperador. Cuanto más se acercaba al trono, más le caía la ficha de que tomar las riendas del Imperio significaba cambiar unos problemas por otros», explica Waid.
La secuela arranca exactamente un año después del final de la primera miniserie (recopilada por DC en un TPB agotadísimo e inconseguible) y se empieza a serializar hoy en el sitio de Thrillbent, a razón de dos episodios por mes. El sitio también va a ofrecer la versión digital de la primera saga. Para acceder a ambas sagas, hay que pagar una suscripción mensual de u$ 3.99.
«Hace tiempo que Barry y yo venimos trabajando en la secuela de Empire -dice Waid-. Siempre supimos que la íbamos a hacer, era cuestión de encontrar la forma de contarla con peso, con significancia. Y durante mucho tiempo no tuvimos la oportunidad porque no teníamos los derechos, los habíamos cedido para publicar la primera parte. Ahora que los recuperamos, vamos a poder explorar en serio este mundo».
«Cuando recuperamos los derechos, la pregunta lógica que nos hicimos fue ´»y ahora ¿a quién le llevamos la historia para que la edite?», pero bueno… yo soy editor!» -dice Waid. «Por eso tiene sentido editar la secuela en Thrillbent, porque ese es mi hogar, es donde estoy haciendo las obras que son de mi propiedad».
Por supuesto, la pregunta obvia es si esto se va a editar en algún momento en papel. Waid responde: «Si. Pero esto es un ejemplo perfecto de por qué yo digo que ciertos proyectos personales, en ciertas circunstancias, funcionan mejor si primero se lanzan en soporte digital. No es que se los estemos escamoteando a las comiquerías, sino que le tenemos que pagar al colorista, al letrista y a la gente de producción, es decir que para crear este material hay que asumir muchos gastos. Si al mismo tiempo le tuviéramos que pagar también a una imprenta, tardaríamos una eternidad en recuperar la plata. Incluso si vendiéramos fortunas, habría que arrancar con una inversión enorme, de decenas de miles de dólares de nuestro propio bolsillo, esperando una reventual recuperación. Eso es lo que pasa cuando no tenés atrás a Marvel, DC, Dark Horse o Image bancándote los gastos. Al hacerlo primero en digital, podemos invertir una guita en la parte creativa, recuperarla, y después salir con la edición impresa, de modo totalmente independiente, sin ceder derechos ni control sobre la obra».
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