Creado por Morris en 1946 y consagrado a partir de mediados de los años ´50 gracias a los guiones de René Goscinny, Lucky Luke es uno de los grandes íconos de la historieta franco-belga, con más de 300 millones de álbumes vendidos a nivel global y con aventuras publicadas en 29 idiomas distintos.
Sin embargo, y pese a estar ambientada en Estados Unidos en el último tercio del Siglo XIX, la serie nunca se metió con el tema de la segregación racial y en general casi no aparecen personajes de origen africano. Pero eso va a cambiar en Octubre, cuando el sello Lucky Comics (filial del mega-pulpo Dargaud) lance Un Cow-Boy Dans le Coton (un cowboy entre el algodón), el nuevo álbum del justiciero del Oeste, una vez más a cargo de la consagrada dupla integrada por el guionista Jul y el dibujante Achdé.
La historia tendrá lugar en Louisiana, donde Lucky Luke acaba de heredar una inmensa plantación de algodón. Mientras los blancos lo perciben como uno de ellos, Lucky Luke va a tener que pelearla para redistribuir su herencia incluyendo también a los campesinos negros. En esta lucha contra los poderosos de la región y contra la segregación racial se van a meter también los Dalton, que intentarán una vez más matar a Lucky, y los cajuns de la bayou, blancos que se quedaron afuera de la supuesta prosperidad del Sur. Y por supuesto, si hay negros de por medio, aparecerá la sombría amenaza del Ku Klux Klan. Finalmente, será una impactante figura del Far West la que le dará una mano a Lucky Luke para restablecer la justicia.
Por las dudas que alguien diga «che, qué casualidad, justo se arma kilombo con el asesinato de George Floyd y estos pícaros salen a hablar por primera vez en 75 años del tema del racismo en EEUU…», el guionista Jul aclaró que el argumento de Un Cow-Boy Dans le Coton estaba terminado antes de los funestos sucesos que sacudieron a EEUU en las últimas semanas.
Si este álbum es la mitad de bueno que el anterior (Un Cowboy en París), hay que empezar a prepararse para otra obra maestra.
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