Peor noticia no les puedo dar.
Walter Slavich era un guionista talentosísimo, una excelente persona de la que tuve la suerte de ser amigo, y encima se murió muy joven, con solo 58 años.
Desde mediados de los ´80, Walter se dedicó a escribir guiones de historieta y en pocos años se convirtió en uno de los autores fundamentales de la revista Skorpio. Allí trabajó con todos los grandes dibujantes que formaban el elenco estable de la publicación: Lito Fernández, Arturo del Castillo, Lucho Olivera, Quique Alcatena, Rubén Meriggi, Alberto Saichann y sobre todo con Enrique Breccia y Horacio Lalia. También realizó algunos guiones a cuatro manos con Eduardo Mazzitelli, con quien lo unía una gran amistad. Probablemente lo más recordado por los fanáticos sea esa extensa etapa de Nekrodamus, la más larga y más interesante en la historia del personaje creado por Héctor G. Oesterheld y Horacio Lalia.
La producción de Slavich para Record fue tan grande, que hubo trabajos que solo llegaron a publicarse en Italia y aun hoy están inéditos en nuestro idioma.
En 1995, Walter se alejó bastante del mundo de la historieta y comenzó a trabajar para televisión junto a su hermano gemelo, Marcelo Slavich. De esta sociedad creativa surgieron obras como El Garante, Por el nombre de Dios, capítulos de Mujeres asesinas, Sin código, la remake de El hombre que volvió de la muerte, Tiempo Final, las dos temporadas de Epitafios y muchas series más, para productoras argentinas y extranjeras.
Gracias por tanto, grosso. Ojalá algún día se te reconozca como el capo que fuiste.
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