Dentro de ese verdadero bastión del humor gráfico argentino que es el suplemento Sátira/12 (los sábados con Página/12), encontramos a Iñaki Echeverría, que ha logrado destacarse (con varias tapas ya) entre sus colegas afianzados del suplemento a fuerza de un humor muy personal, ácido a veces y sorpresivo siempre, tanto en sus paneles como en la tira “Piso compartido”. Publica también en la Fierro la tira “Ciudad Jardín” con guiones de Jorh, y es además arquitecto y pintor.

Iñaki Echeverría

06/10/2008

| Por Staff de Comiqueando

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Dentro de ese verdadero bastión del humor gráfico argentino que es el suplemento
Sátira/12 (los sábados con Página/12), encontramos a Iñaki Echeverría, que ha logrado
destacarse (con varias tapas ya) entre sus colegas afianzados del suplemento a fuerza
de un humor muy personal, ácido a veces y sorpresivo siempre, tanto en sus paneles
como en la tira “Piso compartido”. Publica también en la Fierro la tira “Ciudad
Jardín” con guiones de Jorh, y es además arquitecto y pintor. Conversamos con él
vía mail para conocerlo un poco más.

Contanos dónde y cuándo naciste y cómo empezaste a dibujar.

Nací en Balcarce, provincia de Buenos Aires, en 1974. El primer recuerdo que tengo
de mi niñez es con un lápiz en la mano y creo que pasé toda mi infancia dibujando.
De jugar al fútbol, cero. También leía y releía todas las revistas de Asterix y
Mafalda que llegaban a mis manos y todavía las tengo en mi biblioteca (con el orgullo
de haber sobrevivido a mis once o doce mudanzas de estudiante).

¿Cómo entra el humor en tu vida, aparte de Asterix y Mafalda?

Ya un poco más grande, me regalaron la primera “Inodoro Pereyra” y me pareció absolutamente
genial, impresionante. Creo que es la gran obra del humor argentino. De ahí en más
empecé a buscar qué otras cosas había, cada vez que iba a Mar del Plata, conseguía
libros y revistas que no llegaban a Balcarce. Entonces descubrí a Breccia, Hugo
Pratt, El Eternauta, El Loco Chávez…, obras que me parecen impresionantes
y seguramente me han influenciado como a la mayoría de los que estamos en esto.
Pero de todas maneras, siempre me llamó más la atención el humor, y cómo tipos como
Fontanarrosa y Quino lograban hacer una síntesis perfecta entre la historia y la
imagen.

¿Estudiaste formalmente humor gráfico o historieta en alguna escuela o con
algún maestro?

Aunque de chico quería ser humorista gráfico, nunca estudié nada relacionado con
el humor o la historieta. En la adolescencia me incliné más por la pintura y fui
discípulo del pintor Alberto Bruzzone, que en ese momento vivía en Mar del Plata.
Así que todos los sábados mis viejos me llevaban hasta esa ciudad. Con él estudié
tres años, y aunque hacía pintura de caballete, nunca dejé de dibujar personajes
o contar historias que de alguna manera se vinculaban al humor, algo que el viejo
Bruzzone siempre me festejó. Después fui a La Plata a estudiar arquitectura y seguí
muy vinculado a la pintura. Daba clases, y expuse periódicamente en varios lugares,
como Perú y el País Vasco. Una vez que me recibí, laburé como arquitecto durante
dos años. En ese momento me pidieron ilustrar unos libros, y ya no pude volver atrás…
Empecé con ilustraciones para libros y revistas, y naturalmente fui cayendo en el
humor gráfico, que es lo que quería hacer de chico y había dejado de lado. Creo
que uno con los años va teniendo una mirada más abierta en relación a las disciplinas
artísticas. La pintura, la escultura, el dibujo… son todas herramientas de expresión,
son una manera entre tantas de transmitir una idea o un pensamiento, más allá de
títulos o de si es arte o no lo es… Un dibujo de Sábat, Rep o Langer son sin duda
obras de arte, pero en un soporte diferente al que uno está acostumbrado; en vez
de estar colgados en un museo o en una galería, están en un diario, y eso es maravilloso.

Contanos un poco eso de “arquitecto arrepentido” que aparece en tu blog
En vivo.

El tema del “arrepentimiento” no es en cuanto a la formación profesional, algo que
me sigue apasionando, sino en el día a día. Después de ejercer un par de años, me
di cuenta de que no puedo ir en contra de lo que soy, y lo mío no es decididamente
estar entre el cemento y los ladrillos. Igualmente, cada vez que agarro la pluma
o el lápiz hay algo en la forma de estructurar la imagen que se nota que viene de
mi formación. Y ahora que estoy en esto, me enteré que hay varios humoristas gráficos
que son arquitectos… Se ve que debe haber algo entre estas dos profesiones, o bien
la arquitectura es un buen escape para los dibujantes (“de algo tiene que vivir
el nene”).

¿Dónde publicaste tus primeros trabajos?

Los primeros trabajos de humor gráfico los publiqué en el suplemento El Mosquito
del diario Perfil, aunque venía haciendo ilustraciones para revista Barcelona
(Barcelonetas), revista Tendencia y Planeta Urbano.

¿Cómo entrás al suplemento Sátira/12?

Al suplemento entré por Rudy. Le acerqué una carpeta con trabajos, le gustaron y,
de a poco, me fue incorporando.

¿Cómo es el mecanismo de trabajo en un suplemento como Sátira, que se piensa
temático y, a la vez, de actualidad?

Es muy interesante trabajar en Sátira, con un grupo de humoristas muy profesionales
y con gran experiencia. Nos reunimos en la redacción para elegir un tema, y definimos
cómo abordarlo. A una segunda reunión llevamos los chistes y ahí, por “voto cantado”,
decidimos cuáles van.

¿Cómo es trabajar con requerimientos temáticos en una tira con personajes
fijos, como es el caso de “Piso compartido” en Sátira/12?

Lo de “Piso compartido” es una idea que vengo elaborando desde hace tiempo. Los
“pisos compartidos” o departamentos compartidos son un fenómeno que se da en todo
el mundo, y me encanta, personas completamente diferentes conviviendo bajo un mismo
techo, extraños que de a poco comienzan a ser grandes familias. Parto un poco de
la idea de “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”, por eso es que todas las situaciones
transcurren siempre dentro del departamento, departamento que no se sabe en qué
ciudad está, ni tampoco importa, y los temas que se tocan no son grandes temas sino
más bien son las mismas boludeces que hablamos con mis amigos. Esto es una manera
de hacerlo más impersonal, o bien, más universal. Me gustaría que la persona que
lee la tira sienta cierta familiaridad, sin importar de dónde es. También tiene
mucho de autorreferencial. Durante mis años de estudiante, conviví con diferentes
personas, que terminaron siendo una especie de familia paralela, con la que te alejás
y te reencontrás, vas y venís, pero siempre están porque son lazos muy fuertes los
que se van generando en la convivencia. Y yo, de paso, los utilizo para la tira.

Ya que mencionaste a “Inodoro Pereyra”, hay que decir que en tus dibujos
se nota un claro trazo fontanarrosesco. ¿Pensás que se puede trabajar el dibujo
por un lado y el humor verbal por otro o que, al tratarse de humor gráfico, hay
que encararlo de otra forma, como unidad?

Creo que en el humor gráfico el dibujo tiene que contar una historia o una situación
y no competir con ella. Aunque a mí me encanta dibujar, e intento que mi dibujo
no sea solo dos monitos hablando, no serviría que la imagen se coma al chiste… Creo
que uno es el complemento del otro… Fijate Rudy-Paz, el dibujo y el chiste son
lo mismo, tienen una síntesis admirable, o Inodoro Pereyra, que cada transformación
que tuvo durante los años se vio reflejada en el humor. O Viuti con “Teodoro y Cía”,
el dibujo era tan aplastante como la oficina… Lo mismo pasa con Quino y todos los
grandes.

¿Preferís el humor de actualidad o el humor por el humor, con toques de
absurdo?

Para mí el humor es una demostración de inteligencia, más allá del tipo de humor
que sea. El hacer reír me parece una genialidad, y reírse es un momento de placer
que se puede comparar con pocas cosas, y creo que uno está constantemente en la
búsqueda de esos momentos. Por ejemplo, cuando agarrás el diario: hoja uno, un bajón
internacional, igual que hoja dos, tres, cuatro… Entonces llegás a la sección de
noticias nacionales y policiales, peor, sigue el bajón por un par de hojas más…
hasta la sección de espectáculos. Ahí te enterás si a Tinelli se le ocurrió alguna
otra magnífica idea con la que nos va a romper las bolas durante todo el año, otro
bajón… Así llegás a deportes, yo ahí paso rápido porque la verdad me importa muy
poco, entonces llega la página de humor… ¡¡¡Por fin!!! Es el momento más esperado…
te relajás, lo disfrutás, es como sentarte a tomar algo con un amigo después de
un día de mierda. Sin duda, es lo mejor de todo el diario…, debe ser para ahorrarse
todo el mal trago que la gente empieza a leerlo por atrás.

En julio de 2008 apareció, en la Fierro 21, tu tira “Ciudad Jardín” con
guion de Jorh. Contanos un poco la historia de la creación de esta tira, que tiene
reminiscencias de la antigua “Bicherío” de la Humi.

“Ciudad Jardín” fue una idea de Jorh que me pareció genial. ¿Sería una especie de
versión ácida de “Bicherío”? (Me acuerdo que cuando era chico no podía parar de
leerla, me encantaban las casitas y el muelle que daba a un charco, era buenísima).
Después de hablarlo varias veces, nos sentamos –provoleta de por medio– y empezamos
a darle forma a los temas y a la estética, imaginando unos bichos asquerosos, desagradables
y reventados, en el jardín de una casa de lo más elegante… La verdad que nos divertimos
mucho haciéndola. Por suerte a la gente de Fierro le gustó y nos dio un
espacio en la revista para mostrarla.

¿Soñás, como es frecuente entres los humoristas gráficos, con el desafío
de hacer una tira diaria?

Sí, claro, me encantaría. Creo que es el sueño del pibe y el desafío de todo humorista,
y es también la posibilidad de trabajar más los personajes. Por ejemplo, en “Piso
compartido”, tengo que buscar temas que empiecen y terminen en la misma tira, ya
que es difícil tener una continuidad con diferencia de una semana.

¿Qué otros proyectos estás desarrollando actualmente o tenés para el futuro,
dentro o fuera del ámbito de la historieta?

Ahora estoy ilustrando una colección de leyendas para chicos, algo que me gusta
mucho. Y en lo que es humor, hay un par de proyectos dando vueltas pero recién están
tomando forma. De todas maneras, lo más importante es seguir laburando, es un placer
trabajar de lo que a uno le gusta. Antes en mis ratos libres dibujaba, ahora en
mis ratos libres no sé qué hacer… Entonces sigo dibujando…

Muchas gracias.

Blog de Iñaki En vivo: www.inaki-e.blogspot.com

Para descargar el suplemento Sátira/12 en pdf: www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/satira

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