Después de muchos años en Vertigo, Marvel y DC, el maestro Paul Jenkins se fue a BOOM! Studios. ¿Por qué? Porque lo dejan lanzar un título de su propia creación, repleto de héroes y villanos con los que puede hacer lo que se le dé la gana.
En Diciembre vamos a conocer el universo de Deathmatch, escrito por Jenkins y dibujado por Carlos Magno. La dinámica de la serie es rara: estos pesonajes se irán enfrentando uno contra uno, a vida o muerte. Los que ganen pasarán a una segunda rueda, donde protagonizarán otra pelea a muerte, y así.
Como en la triste Secret Wars de Marvel, todo esto responde a la maquinación malévola de un supervillano, que tiene al mundo de rehén y televisa estos combates.
Los personajes están divididos entre los buenos ("Supes"), los malos ("Fears") y los neutrales ("Neuts") y ninguno tiene idea de por qué está ahí ni por qué tiene que combatir a muerte con el de enfrente.
La onda es que los que pierden, mueren posta, como para dejar en claro por qué esto no se puede hacer ni en Marvel ni en DC.
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