Ya es casi una rutina: el genio mendocino Joaquín Lavado, más conocido como Quino, recibe un nuevo galardón, en este caso el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2014.
El jurado del premio, con sede en Oviedo (España) afirmó que «Quino ha sabido combinar con sabiduría la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento». El acta fue leída por el presidente del tribunal y director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha (posta, se llama así). Para los miembros del jurado, Mafalda es «inteligente, irónica, inconformista, contestataria y sensible», sueña con un mundo «más digno, justo y respetuoso con los derechos humanos» y los «lúcidos mensajes» que Quino transmite a través de su personaje siguen «vigentes» cincuenta años después de su nacimiento. Asimismo, afirma que su obra conlleva un enorme valor educativo y ha sido traducida a numerosos idiomas, «lo que revela su dimensión universal», y sus personajes «trascienden cualquier geografía, edad y condición social».
Aparentemente Quino sabía que estaba entre los candidatos al premio, pero para evitarle el suspenso, no le dijeron cuándo se iba a dar a conocer la decisión final del jurado. Así fue como el maestro se enteró que había ganado a la mañana siguiente, tranquilo en su domicilio de Buenos Aires.
Merecidísimo reconocimiento a uno de los tres o cuatro historietistas más grossos que pisan hoy la faz de la Tierra.
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