El árbitro de futbol Ricardo Marques Ribeiro le ganó un juicio iniciado contra el humorista gráfico Duke, iniciado a raíz de un chiste publicado en 2010, en los diarios O Tempo y Super Notícia. El chiste se refiere a un partido entre Cruzeiro e Ipatinga, jugado ese año, y muestra a un zorro atropellado, con un hincha prestando declaración a un policía, y relatando en clave satírica los hechos sucedidos durante el partido.
El árbitro, que también es asesor jurídico de la 11ª Cámara Civil del Tribunal de Justicia de Minas Gerais (TJMG), consideró que el chiste era ofensivo e inició acciones legales… y adiviná en qué juzgado le dieron la razón. Por supuesto, la Sociedad de Ilustradores Brasileros y el sindicato de prensa de Minas repudiaron la condena al dibujante. Y no es para menos, porque es una causa que sienta precedente en materia de censura o de condicionamiento de la libertad de expresión.
A Duke todavía le queda una apelación en el Supremo Tribunal de Justicia, mientras que el réferi le exige una retractación pública y un pago de 15.000 reales, en concepto de daños morales. «El dibujo no fue agresivo -dice Duke- Usé los recursos que tengo, es mi forma de trabajar con las metáforas que forman parte del mundo del futbol. Eso no quiere decir que uno esté ofendiendo a una persona. En ningún momento afirmé con certeza que se cometió un ilícito ni mucho menos».
Tarjeta roja para la censura, por favor.
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