En el ’88 Neil Gaiman y Dave McKean hicieron una mini de tres bellísimos prestiges que actualizaron a Black Orchid, un maravilloso personaje de fines de la Silver Age. Pero de esa historia, yo ya les hablé por acá. En esa época estaba en onda agarrar personajes olvidados o cancelados de DC y volverlos personajes más vertiginosos (pun intended), como por ejemplo Shade, Animal Man, Swamp Thing y bueno, la que nos compete. El caso es que el éxito de la miniserie (ponele) animó a la gente de Vertigo a que en 1993 le dieran una serie al personaje que funcionó por 22 números + 1 anual que conectaba con el evento “Children’s Crusade”, haasta ser cancelada en 1995. Todos los episodios fueron escritos por Dick Foreman y con lápiz de Jill Thompson y Rebecca Guay.
La historia continúa los eventos de la miniserie de Gaiman y se centra en Walt Maddocks, quien se dedica a encontrar gente que no quiere ser encontrada. Su nuevo caso es Flora Black, quien salvó a un político de un asesino a sueldo. Nadie la volvió a ver desde entonces, pero está seguro que está conectada con una prostituta llamada Blackie y con la misteriosa heroína Black Orchid.
¿Quiénes?
Dick Foreman, el hombre misterio. Lo único que recuerdo haber leído de éste tipo además de Black Orchid es un par de números de Hellblazer, pero después… Ni noticias. Pero era algo bastante común en estos títulos en Vertigo : autores que publicaban un par de numeritos intracendentes y después desaparecían en la noche (porque decir « gloria » sería mentir). Y para hacer la nota busqué, pero ni en la database de DC aparece.
Ahora, con Jill Thompson ya es otra historia. No sólo es conocida como artista en series como The Invisibles y Sandman, sino además como autora integral. Incluso la tuvimos en nuestro país como invitada de la sexta edición de Crack Bang Boom.
Y Rebecca Guay, por ahí de nombre no te suena, pero si jugabas Magic de pibe (o de grande, tampoco vamos a ponernos a juzgar) seguro viste su trabajo porque ilustró un gran número de cartas de ese período, pero también en Sandman: The Book of Destiny, Flight of Angels (también de Vertigo), trabajó para Dark Horse, Marvel, Valiant, Lucas Films, Wizards of the Coast (la editorial de Dungeons & Dragons), White Wolf Publishing (la editorial de Vampiro: La Mascarada, Mago: La Ascensión) y muchísimos otros lugares más.
Entonces, ¿está bueno?
Yo no sé si fue la mano de Foreman, o de su editor, pero hay ciertas fallas en la forma en que se encara la historia. Me vas a decir “pero venía de Gaiman y McKean, son zapatos difí…” y todo lo que quieras, pero tiene fallas. Empieza bien, hay intriga, vemos a la nueva Black Orchid en acción, la paleta de colores está divina; pero a medida que avanzamos en la historia empezamos a ver baches dentro de unos “homenajes” que creo que trató de hacer el autor. Hay mucho choreo a Swampy y a la miniserie de Gaiman, que técnicamente tendría sentido hacerlos, porque la está continuando, ¿no? Pero lo que hacía falta para que estuviera bueno sería que estuviesen bien escritos.
Hay magia, hay suspenso, intriga, misterio, seres místicos, policías, corporaciones malignas, infinitos textos y cartuchos que apelan a una poética de cotillón… Si metemos todo eso en la licuadora, lo podemos etiquetar como historieta genérica de Vertigo de los ´90, pero le falta ese je ne sais quoi. Le falta una vuelta de tuerca, algo de indagación sobre los personajes, una introspección que diga algo… Esa “cosa” que te engancha a la lectura.
No es una porquería. La verdad es que se deja leer, es más o menos entretenida. Pero le falta huevos. Creo que lo que más me genera ruido es que, cuando uno lee una serie de Vertigo uno espera algo más… humano. La característica que vuelve hits a tantas series de la editorial es cómo se fusiona la voz del autor en cuestión, sus experiencias, su vida, sus matices; con una historia sobrenatural. Una historieta de Vertigo no es, por ejemplo, el Capitán América, que si bien cuando viene un Brubaker es increíble e impecable de leer, pero por lo general la figurita es intercambiable, porque uno lo lee para ver qué pasó o dejó de pasar a tal o cual personaje. Acá es una necesidad la historia, siempre. Por lo menos para mí.
El dibujo es re digno, lo cual no es poco, ya que Vertigo tiene algunos de los números peores dibujados que vi jamás, pero tampoco es brillante. El trabajo de color es lo que más me gustó de todo, en especial de los primeros números. Las portadas por otro lado, son del señor McKean. No necesita que les diga quién es, y te levanta cualquier muerto.
La historieta se deja leer, incluso la pasé bien, en especial en el primer arco, pero es para hardcore fans de vertigoverse/gaimanverse. Si no estás metido en esa movida, no sos un lector exigente, pero te caben los personajes femeninos y el thriller sobrenatural, también la podés pasar re bien leyéndolo.
En español, creo que sólo está el recopilatorio de Planeta-DeAgostini que se incluye en la serie de la Biblioteca de Lucien. Nota de color: Trae todos los issues, incluso el anual, pero no las portadas de McKean. Una pena. Se pueden conseguir todos los numerillos por Comixology además, pero en inglés.
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