Titihoon narra en clave de autobiografía un tratamiento al que se sometió para combatir un cáncer de mama.

25 Rayos

14/05/2025

| Por Jules De Menta

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Tuye la oportunidad de conocer a Cristina Rocío Gutiérrez, conocida como Titihoon, en el evento de Cáncer en Clave de Cómic que aconteció en el Centro Cultural Chimera el pasado 22 de febrero. Durante esa jornada, participé como moderadora de un conversatorio, en el que Titihoon y otrxs artistas contaron su experiencia personal en lo que respecta a transitar la enfermedad del cáncer a través del arte.

En ese encuentro, Titihoon me facilitó ¨25 Rayos¨,  una historieta autobiográfica del año 2022, que cuenta con 35 páginas (formato 24 cm por 17 cm), con tapa blanda y rústica. La novela gráfica se encuentra impresa mediante la técnica de la risografía y editada de la mano de Estudio Mafia. Particularmente, Titihoon es una imprentera en risografía, además de arquitecta, dibujante, editora. Originalmente de Venezuela, la artista vive en Buenos Aires, donde es especialista en investigación proyectual UBA/ARG.

25 Rayos arranca con todo, literalmente con la primera sesión de rayos de la protagonista que no es otra que la misma artista, Titihoon. Se trata de todas y cada una de las 25 sesiones que resultaron en su tratamiento para combatir el cáncer.

Día 1: Titihoon arriba a la clínica y desde una propuesta bastante meta, la vemos tomar la firme decisión de llevar lápiz y papel a la clínica para registrar la experiencia, tanto en palabras como en esos dibujos que se despliegan a lo largo de las páginas completas.

Será a partir de ese Día 1 y hasta la última sesión de rayos correspondiente al Día 25, que Titihoon nos compartirá todas sus sensaciones en el cuerpo, percepciones, tristezas, preocupaciones y emociones vividas, al mismo tiempo que nos hará partícipes de lo que significa ser una paciente oncológica.

En función de lo que puede leerse a lo largo de las páginas, 25 Rayos se despliega como una verdadera autobiografía con un recorte temporal en el que se retratan momentos difíciles, con una increíble y sensible creatividad. A lo largo de las páginas, Titihoon expondrá su experiencia personal y todo aquello que tuvo que transitar para superar un cáncer de mama. Al respecto, el trabajo de la artista se inscribe dentro de ese género de relatos visuales y también películas que aborda de manera cercana las vivencias de las personas que atraviesan enfermedades extremas en clínicas a través de las amistades, la familia y sobre todo las emociones, tales como A dos metros de ti (título original en inglés: Five Feet Apart) de 2019.

Con el conjunto de aspectos que la artista consigue reunir en su autobiografía, 25 Rayos se inscribe como una puerta de entrada genuina para acercarse a todo lo que supone tener una enfermedad oncológica. En función de la propuesta, el trabajo de Titihoon consigue volverse algo más bien didáctico para fundirse en una perfecta herramienta para quienes deban someterse a algún tratamiento similar o bien para quienes acompañen a lxs pacientes en el tránsito de su enfermedad. De hecho, si se lee con atención, en algunas páginas Titihoon comparte información relacionada al tratamiento, como por ejemplo la importancia de no exponerse al sol durante el proceso. Todo eso, entre momentos más emotivos y otros más frikis, en los que no faltará alguna que otra referencia a la cultura pop, a la música o al cine.

La mayoría de cada una de las páginas corresponden a una única sesión de rayos, aunque hay excepciones como es el caso del Día 25, esto es, el final de la novela gráfica. Aunque las ilustraciones y palabras puede que en un principio puedan resultar caóticas, si se miran más de cerca se podrá advertir que no se trata para nada de composiciones que carezcan de sentido.

Poco a poco, conoceremos la cotidianeidad en la clínica, tanto esas acciones y pasos que parecen repartirse en cada sesión de rayos, como lo que hace único a cada día vivido durante el tratamiento. Rutina y momentos irrepetibles se fusionarán a lo largo de las ilustraciones, las palabras y globos de diálogo, mientras Titihoon se cruzará con una gran variedad de personajes que la acompañarán mientras paralelamente tendrán sus propias historias.

Como lectores, Titihoon nos invita a acompañarla en su experiencia como si fuéramos sus amigxs o en sus acompañantes y nos abre la puerta de la clínica, de la sala de espera y de su casa. La vemos asistir sola y otras acompañada a veces a las sesiones y hacer de todo junto a sus seres queridxs para meternos en la intimidad de cotidianeidad y lo vivido durante las 25 jornadas de tratamiento. 25 jornadas repletas de afectos y amor en un tremendo baño de realidad en el que nos emocionaremos con ella al mismo tiempo que viviremos en primera persona lo que padecen aquellxs que pasan por experiencias tan traumáticas y extremas como una enfermedad oncológica.

De hecho es todo lo contrario. Titihoon juega con el uso del espacio de la hoja y se atreve a solapar situaciones y momentos diferentes de cada jornadas para escribir pensamientos, conversaciones y apreciaciones en todas la direcciones, aprovechando al máximo los rincones de cada página. El tiempo y el espacio se superponen lúdicamente en una especie de relato cubista en la que las situaciones se solapan y se fusionan sin perder para nada el contexto.

En todo ese juego y narrativa visual que va muy acorde a una experiencia estresante y hasta confusa que debe ser someterse a este tipo de tratamientos, los colores rojos se llevan todo el protagonismo para atraer la mirada de quien se sumerja en 25 Rayos. La línea definida en negro delimita espacios y momentos, al mismo tiempo que marca las expresiones de les personajes y sus acciones para construir escenas.

Respecto del color, cabe aclarar que el uso de los tonos rojos y el negro sobre el blanco de la hoja van en concordancia con la técnica de la risografía, la cual admite solamente el uso de dos tonos para la impresión. Dentro del entorno comiquero, se trata de una técnica que es una marca registrada de Estudio Mafia, por lo que resulta muy fácil identificar al trabajo de Titihoon con la mayoría de las producciones de la editorial.

Aunque la temática del trabajo de Titihoon puede llegar a ser algo fuerte para algunxs, la forma en que la artista acerca sus vivencias resulta muy amable y próxima, tanto por sus palabras y mini relatos como por sus dibujos. Al respecto, si te animás a acompañar a la historietista en sus sesiones de rayos, vas a vivir una experiencia única, repleta de altos y bajos pero también de amistades, amor y momentos íntimos y emocionantes.

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