Dolores Alcatena, la ganadora de los últimos Premios Cinder en la categoría a Mejor Obra Autoeditada -reconocimiento recibido por tercer año consecutivo- y Mejor Artista Integral, nos trajo a principios de año¡Basta, Monito!, nuevamente bajo el sello propio Jano Comics. Se trata de un libro de 176 páginas en blanco y negro, y con tapa blanda a todo color.
Alcatena comienza su obra con el puntapié del que parte para construir su historia. Esas primeras páginas, tienen su ancla en la contratapa, donde pone a lxs lectorxs en tema y ata algunos cabos sueltos que, para quienes no estén familiarizadxs con la mitología de la India, les sirva para hacer aceitar los engranajes de esta historia. Como siempre, las palabras de la contratapa dicen mucho de Dolores, de sus intereses, de su capacidad creativa, y de su compromiso por una investigación y por el abordaje de temas culturales y controvertidos que son clave en la historia de la Humanidad.
Según expresa, ¡Basta, Monito! se basa en la historia del Ramayana, relato que narra la épica del Dios Rama, su mujer Sita y la terrible guerra con el demonio Ravana. La autora sugiere que se trata de una epopeya de la literatura india ‘llena de maravillas’, pero que para el caso de su novela gráfica, su decisión fue abordar la historia de la guerra de los monos, quienes ayudan a Rama. Para desplegar esta idea, Dolores centra su relato en un niño monito, quien le abrirá las puertas a los lectorxs a este mágico mundo, para hacerles vivir los hechos desde una perspectiva inocente, cuya brújula será el descubrimiento del mundo y los ‘berrinches’ de su protagonista. Al respecto, Alcatena ya en la contratapa nos lanza un ‘dato de color’: ‘los monitos de la India son famosos por hacer berrinches’.
A la hora de recorrer y leer el libro, lo primero que sin dudas llama la atención, es la decisión estética de la historietista para promover la experiencia inmersiva hacia los confines de la India. Las primeras páginas cuentan con un tono absolutamente disruptivo respecto de sus trabajos anteriores. Aunque aquí la autora se encarga de presentarnos a lxs personajes, tal como tiene acostumbradxs a sus lectorxs, en ¡Basta, Monito! las ilustraciones parecen haber sido realizadas por une niñe que se encuentra en la etapa de aprender a leer y a escribir, y que intenta emular la figura humana desde el descubrimiento de un mundo nuevo a explorar y a asimilar. Se trata de páginas repletas de errores de ortografía muy evidentes, que de hecho, se vuelven completamente alevosos y exagerados, pero que cumplen una función muy definida dentro del relato. Alcatena quiere dejar en claro desde el principio: esta es la historia de un niño, en este caso un monito, pero que podría haber sido la historia de cualquier cachorrito de mundo.
El capítulo 1 comienza con la familia de Upendra, nombre del monito protagonista. La familia debe ir a una reunión muy importante, a encontrarse con Hanuman, el héroe de lxs monxs y consejero de Sugriva, el futuro rey de su especie y reencarnación de Shiva. Todo está listo para iniciar la guerra y saben que migrar a lo largo del bosque de Dankara será parte del proceso. Aquí tiene lugar le primer ‘berrinche’ de Upendra: no quiere ponerse la ropa y dice que le pica, algo muy común en les niñes. De ahí, los berrinches se volverán el hilo conductor indiscutible de la historia, puesto que concatenarán momentos específicos del relato para complejizarlo y hacerlo avanzar hacia lo que poco a poco se funde en una moraleja o enseñanza que la autora no solo busca dejarle a su monito sino también a sus lectorxs.
Será a través de los berrinches (¿que podrían quizás traducirse por momentos también en ‘caprichos’?) que Alcatena aprovechará para volcar todos aquellos temas y problemáticas que, alguna manera u otra, siempre toca en sus trabajos: cuestiones de identidad, de fe, principios morales y éticos, cuestiones existenciales, la soledad, la familia, los afectos, el amor y el odio. Todo el relato hace foco en Upendra y cada uno de los acontecimientos se apoyan en su experiencia subjetiva al respecto. En el viaje personal del protagonista, Aditi, una monita que parece estar en su misma franja etaria, actuará como una forma de espejo. Entre ambxs personajes, los momentos lúdicos serán la clave, puesto que habilitarán al aprendizaje y a la comprensión de los berrinches desde un lugar nuevo, para darles un significado renovado dentro de la historia.
En función de los hechos que aborda Alcatena, la propuesta estética resulta crucial. La autora se propone construir un mundo complejo, en el que el bosque lo es todo y que, pese a ser una publicación que no hace uso del círculo cromático, consigue que las páginas griten ‘verde’ y todos los tonos de la naturaleza de un típico paisaje de la India. Al recorrer las viñetas, los paisajes consiguen hacer olvidar a lxs lectorxs que se trata de una novela en blanco y negro para volverse una experiencia completamente inmersiva en la que, una vez que se está adentro, es imposible dejarla de lado hasta su conclusión.
La zambullida dentro de la historia supone encontrarse con seres que si bien obvio se distingue lo que son, por momentos pueden resultar bastante peculiares. Son criaturas que sin lugar a dudas son animales, pero que, a diferencia de sus otras novelas, en esta oportunidad resultan más antropomórficas que nunca. De hecho, Upendra es un monito desde su fisonomía, pero por momentos también resulta un bebé humano que gesticula tal cual lo haría una niñe con un ‘berrinche’ a su edad. Los gestos y sobre todo la mirada lo son todo, y no solo en el caso del protagonista sino en cada unx de lxs personajxs. Algo muy llamativo, por ejemplo, es la mirada de lxs monxs adultxs, quienes recuerdan a cualquier figura del arte indio, así como sus vestimentas. ¡Basta, Monito! es una obra que grita cultura y arte indio en cada una de sus viñetas para volverse una postal ficticia de ese rincón del mundo.
En el recorrido por los berrinches de Upendra, no solo se trata de una novela gráfica que emana cultura india desde lo estético sino también en cuanto a los acontecimientos que se describen y se narran. A lo largo de las páginas, se mencionan muchos rituales, costumbres y usos de la cultura india, como así también de la religión del hinduismo, de manera menos o más evidente. Al respecto, lo interesante es que no hace falta ser alguien erudite en cuestiones culturales e históricas de la india, puesto que se trata de un relato visual que se explica y tiene sentido en sí mismo. Esos datos y detalles, solo resultan un ‘plus’ para quienes hayan incursionado en la cultura india o que pretenda ir más allá y se vaya a buscar a ver a qué refiere la autora. Es una novela que prende la lamparita, y suscita esa búsqueda, puesto que muchxs curiosxs se quedarán con ganas de más sin lugar a dudas.
¡Basta, Monito! resulta en una obra valiosa, no solo porque Dolores Alcatena nos hace llegar dentro de la historieta paisajes y culturas diversas, sino porque acerca el foco a las infancias. En un presente como el actual, eso se aprecia mucho, porque pocas son las veces en las que parece que lxs adultxs se giran a ver qué les pasa o cómo viven situaciones más o menos traumáticas aquellxs niñes en etapa de exploración y descubrimiento del mundo. En este sentido, ¡Basta, Monito! lleva a que surja el cuestionamiento sobre cómo se vive la guerra desde la infancia, desde las crisis y cuáles pueden llegar a ser esas huellas que dejen ese tipo de experiencias y acontecimientos.
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