EFECTOS ESPECTRALES
¿Por qué se estrenaron tan pocos episodios nuevos durante 1993, si la serie era un hitazo? Fácil, porque cuando Warner ve los ratings que estaba logrando Fox con Batman:TAS, dice “Ey! Nosotros también tenemos que sacarle jugo a esto!”, y le encarga a la Santísima Trinidad un largometraje directo para video. Bruce Timm y Eric Radomski comparten la dirección, y también la alegría, cuando ya avanzada la producción, Warner les informa que la peli se estrenará primero en cines.
Mask of the Phantasm (así se llamó el largo) llegó a los cines de EEUU el 25 de Diciembre del ’93, pero no sólo permaneció pocas semanas en cartel, sino que casi todas las salas la ofrecieron sólo en funciones vespertinas. O sea, pasó bastante desapercibida. La revancha llegó en Abril del ’94, cuando se lanzó en VHS y resultó un éxito descomunal.
Y además muy merecido, porque la peli es realmente buena. A salvo de la órbita hiper-restrictiva de la cadena Fox, Mask… se zarpa con climas más oscuros, un poco más de violencia, personajes más al filo y situaciones más densas. La mayor duración permite, además, jugar a fondo una carta que casi no se usaba en los episodios de 22 minutos de palo y palo: Bruce Wayne. Acá el guión de Alan Burnett se da el lujo de explorar mucho más a Bruce y lo equipara en protagonismo (y en chapa) al propio Batman, al Joker, a Phantasm y a Andrea Beaumont, un interés romántico para el playboy de Gotham.
La música, los decorados, la animación, todo contribuye a una atmósfera jodida, de “está todo mal”, pero con una calidad superior a la de la serie, lo cual ya es mucho decir. Mask of the Phantasm no es la Octava Maravilla del Mundo, pero sí una gran peli animada, tan memorable como los episodios más grossos de Batman:TAS.
Y AHORA, ROBIN
En Mayo de 1994, justo después del exitoso lanzamiento de Mask… en VHS, Fox vuelve a la carga con nuevos episodios de la serie, ahora llamada The Adventures of Batman & Robin. En total son 20 capítulos que se estrenan muy espaciados (hasta Septiembre de 1995), cinco de los cuales no tienen a Robin, porque ya estaban en un estado muy avanzado de producción cuando Fox decretó que el Joven Maravilla tenía que aparecer siempre junto a Batman.
No es precisamente la etapa más gloriosa de la serie, pero tiene ese increíble capítulo de Ra’s al Ghul y Jonah Hex (en el que mete mano el mítico Joe R. Lansdale), y la incorporación de Bane (con la voz de Henry Silva). El último episodio (“The Lion and the Unicorn”) es también el más flojo y tras su debut el 15 de Septiembre del ’95, la serie dejó de estrenar nuevos capítulos durante mucho tiempo. Lo cual no fue óbice para que Fox repitiera hasta el asco los 85 que ya había, por supuesto…
AL FREEZER CON MR. FREEZE
Durante 1996, la Santísima Trinidad trabaja duro para lanzar a todo trapo la serie animada de Superman y la verdad es que a Batman le dan muy poca bola. La nueva serie del Hombre de Acero va a debutar en un canal de cable de la Warner, o sea que el vínculo con Fox se desvanece.
Sin embargo, uno de los directores más grossos de Batman:TAS, Boyd Kirkland, se movía para que Warner le financiara una nueva peli animada del murciélago, que él mismo había escrito (junto a Randy Rogel) y que quería producir y dirigir. Finalmente logró el okey, y se puso a trabajar en Sub-Zero, un largometraje en el que Batman, Robin y Batgirl se enfrentan a un sacadísimo Mr. Freeze, originalmente pautado para salir en VHS en 1997. Pero ese año se estrena la abominable Batman & Robin, en la que Arnold Schwarzenegger interpreta al gélido villano, y alguien en la Warner cree que no hay que dividir esfuerzos, sino concentrarlos, obviamente en la peli con actores.
Así es como, con Sub-Zero ya casi terminada, Kirkland recibe la noticia de que su proyecto se va al freezer. La peli con actores resulta un merecido fracaso, y ahora hay que esperar a que la gente se olvide de este bofe, con lo cual Sub-Zero termina por salir a la luz recién en Marzo de 1998.
Para este entonces, ya estaban en el aire los nuevos episodios de la serie (ahora vamos, banquen un toque), pero los eventos de Sub-Zero, y sobre todo la estética, están claramente emparentados con lo que veníamos viendo en las temporadas anteriores. O sea, esta peli es algo así como el epílogo de los 85 capítulos que ya comentamos.
Y lo más importante: aún sin la batuta en manos de la Santísima Trinidad, está buena. Tiene muuuuucha más machaca que Mask… (olvidate de los climas, acá es todo hielo) y Kirkland se zarpa con tramos de animación 3-D que para aquel entonces no estaban mal, pero vistos hoy dan un poco de lástima. De todos modos, Sub-Zero atrapa, impacta, emociona y divierte, y de paso le da un final definitivo al majestuoso culebrón de Victor Fries y su esposa Nora, que venía desde los primeros episodios de Batman: TAS. No es poco.
BARAJAR Y DAR DE NUEVO
Como decíamos, en 1996 (más precisamente el 6 de Septiembre) se estrena la serie animada de Superman, a cargo de la Santísima Trinidad, y realizada por el departamento de animación de la Warner para un canal de cable (WB Kids!). El cable daba mucha más libertad que la tele de aire, y sacarse de encima a los ejecutivos de Fox era un gran alivio para los creativos de Warner. El resultado fue contundente: la serie de Superman resultó un éxito impresionante. A esto sumémosle que a mediados del ’97 se estrenaba una nueva peli con actores de Batman, y el próximo paso es obvio: Warner le encargó a la Santísima Trinidad una nueva tanda de episodios de la vieja y querida Batman:TAS.
Pero esta vez, el énfasis tenía que estar puesto en el equipo: la abyecta peli Batman & Robin tenía, no sólo a Robin, sino a Batgirl junto al murciélago, y Warner quería repetir esa dinámica. Timm, Burnett y Dini fueron un paso más allá: pusieron a Tim Drake en el rol de Robin y sumaron a Dick Grayson en su identidad de Nightwing. Es más: el proyecto original incluía un quinto héroe recurrente, the Creeper! Sí, la bizarra creación de Steve Ditko, que por supuesto no quedó en el elenco estable, aunque aparece en un capítulo, con la voz de Jeff Bennett (su alter ego, Jack Ryder, aparece en varios).
La nueva serie se llamó Gotham Knights y, entre otras novedades, presenta a Glen Murakami como director de arte, en reemplazo de Eric Radomski. Murakami, con el visto bueno de Timm, mete mucha mano en la estética de la serie, que se modifica por completo. Desde el color de los cielos, hasta edificios, autos, trajes y armas de la cana, todo se ve distinto. Los grandes aciertos de Murakami en materia de rediseños están en los héroes: sus versiones de Batman y Batgirl son brillantes, al igual que el nuevo Robin y Nightwing. Pero los cambios de look en los villanos van para atrás, mal. Excepto Bane, a quien mejora notoriamente, al resto los hace mierda. El Joker pierde su sonrisa carmesí, el Riddler ahora es pelado, Catwoman tiene la piel blancuzca y Poison Ivy verdosa. El Penguin (tal vez el diseño más flojo de la serie clásica) deja de ser una copia vil del de Danny De Vito… para ser una copia vil del de los comics de los ’40 y ’50. Y al Scarecrow directamente lo desnaturaliza por completo. O sea, un par de cal y un par de arena.
(El lunes, una nueva entrega).


