En paralelo a estas adaptaciones literarias, entre 1978 y 1979 Carlos Trillo y Alberto Breccia desarrollan la serie El Viajero de Gris, un poco más arriesgada que Nadie, pero mucho más clásica que las adaptaciones que mencionamos en la entrega anterior. En Argentina, El Viajero de Gris se publicó entre los nºs 88 y 93 de Skorpio, y también salió en Italia y en España, donde la rebautizaron «Los ojos y la mente», un título que a Trillo le parecía horrible.
El Viajero de Gris es una especie de versión más rara y visualmente más extrema de Mort Cinder. El protagonista es Cornelius Dark, un criminal que está preso y logra evadirse al mandar a su mente a otras épocas y otros lugares. En cada episodio, la mente de Cornelius logra que este se materialice en distintos contextos históricos y geográficos, donde invariablemente se involucra en pequeñas historias de tragedia, violencia y muerte. Son sólo seis episodios en los que (como en Un Tal Daneri) muchas veces lo que el Viejo tiene ganas de dibujar se impone por sobre lo que Trillo tiene ganas de narrar. Breccia se vuelca gradualmente hacia páginas de pocas viñetas, y su trabajo con el claroscuro, la mancha, el collage, los esfumados y las aguadas no sólo se como crudos a los guiones, sino que además preanuncia mucho de lo que veríamos unos años más tarde en las páginas de Perramus. Esta es una de las pocas historietas de su vasta producción con cuyo resultado Trillo no estaba para nada conforme.
También entre 1979 y 1980, la dupla realiza cuatro historietas breves a todo color basadas en los cuentos de hadas más famosos. Dos de ellas aparecen en las antologías de Ediciones de la Urraca (El Péndulo o SuperHum®) y las otras permanecen inéditas durante muchos años en nuestro país, hasta que se reúnen en el libro «Había Otra Vez…». Es importante la mención a Ediciones de la Urraca, porque será este sello, y en especial la revista SuperHum®, donde se plantee ese quiebre estético e ideológico respecto del modelo más clásico de la historieta argentina de aventuras. Trillo se va a convertir en abanderado de ese nuevo movimiento, y sin duda eso explica por qué se le van a abrir las puertas del mercado europeo de un modo en que no se le abrieron a muchos de sus colegas y contemporáneos. Las versiones de los cuentos clásicos (La Bella Durmiente, Blancanieves y Hansel y Gretel) son gemas del delirio que destilan una genial mala leche por parte de Trillo, quien acentúa las aristas más jodidas de estos relatos e incluso rescata elementos bastante escabrosos que alguna vez fueron parte de estos cuentos y que más tarde, cuando estos fueron edulcorados para ser consumidos por los niños, terminaron por ser eliminados. A nivel visual, Breccia experimenta al filo de lo imposible con técnicas totalmente alienígenas, y te detona las retinas como pocas veces.
Entre 1980 y 1982, Trillo y Breccia producen para la revista SuperHum® los 14 episodios de Buscavidas. Trece de ellos se publican en la recordada revista de La Urraca (a partir del nº11) y el restante sale a la luz recién en 2006, en el libro Breccia Negro Versión 2.0. En estas historias, la química entre los autores funciona mucho mejor. En vez de mezclar 170 técnicas distintas, Breccia se juega todo al claroscuro e instala todo el contexto visual de la serie en el terreno del grotesco más extremo, más granguiñolesco que podamos imaginar. Trillo sintoniza rápidamente la frecuencia en la que quiere trabajar el maestro, y responde con historias repletas de ironía, mala leche, reflexiones amargas y situaciones en las que los personajes descienden sin el menor reparo a las fosas sépticas de la depravación moral.
Buscavidas no protagoniza las historias, sino que las escucha, las vampiriza y las remata con ácidos comentarios que cierran cada una de las entregas, todas totalmente autoconclusivas. El resultado es una auténtica belleza, la demostración contundente de que en ocho páginas se pueden contar historias de gran potencia, y además jugar a fondo desde lo visual. Si vas a leer una sola obra de Carlos y Alberto, tiene que ser Buscavidas.
Y para la misma época en la que se termina Buscavidas, Trillo y Breccia realizan una historia muy corta, de apenas siete páginas, también en ese blanco y negro extremo, que se titula «Desfile Nocturno» y se va a publicar recién en 1984, en el nº100 de la revista Skorpio. Es un guion muy menor, pero no se puede dejar afuera, porque será la última colaboración de esta dupla, y además la última historieta de Alberto que aparecerá en una revista de Record.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.