El siempre sorprendente Minetaro Mochizuki alcanzó una nueva cima con su adaptación de una clásica novela de Shūgorō Yamamoto.

Chiisakobee: la valentía de ser humanos (parte 1)

01/12/2021

| Por Sebastián Aguilera

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51VRhDuesrL._SX341_BO1,204,203,200_Adaptar una obra clásica sin perder la esencia como autor es un desafío. Hacerla propia puede ser un descaro o una muestra de un talento enorme. Minetarō Mochizuki es un autor impredecible. Puede pasar del terror psicológico a la aventura o, como hizo en este caso, adaptar un drama histórico como Chiisakobe (de Shugoro Yamamoto) y trasladarlo del período Edo a la actualidad.

La historia, el incendio

En todas las versiones, ya sea la novela original, la película o el manga, la historia comienza con mucha fuerza. En un incendio, gran parte de un barrio, donde abundan las casas antiguas de madera, se reduce a cenizas. Allí mueren los padres del protagonista, Shingeji. Peor aún, también se perdieron las oficinas y el taller la compañía familiar, la constructora de casas tradicionales Daitome. Frente a esto, él se promete a sí mismo reconstruir la compañía sin ayuda de nadie, solo. Al regresar a su hogar, llama a su amiga infancia, Ritsu, para que sea su ama de llaves. Sin embargo, ella decidió llevar a un grupo de huérfanos que han quedado en la calle por culpa del incendio.

2El autor

Si bien al mencionar a Minetarō Mochizuki muchos piensen en Dragon Head, este autor va mucho más allá del terror psicológico. Es uno de esos mangakas a los que sus inquietudes artísticas y expresivas lo obligan a saltar entre diversos géneros. Es como la banda The Cult. Mantiene su esencia sin importar el género que encare. Es así como sorprendió con Maiwai (una visión muy particular de La Isla del Tesoro) o adaptaciones como Isla de Perros, basada en la película de Wes Anderson. Por supuesto, entre esas adaptaciones destaca su interpretación del drama histórico Chiisakobe.

Él mismo dijo que encontró un estilo más pausado y calmo en Tokyo Kaido, obra anterior a la adaptación de la obra de Yamamoto. De hecho, expresó que con Chiisakobe iba a hacer lo que quisiera, sin importar lo que pensasen los lectores sobre la obra o si les gustase o no. Incluso si perdiese lectores, iba a dibujar lo que quería dibujar. Una apuesta bastante arriesgada que terminó por salir muy bien.

Edición
Chiisakobe se publicó entre los años 2013 y 2015 en la revista semanal de seinen Big Comic Spirits, conocida por haber publicado obras como 20th Century Boys o Saikano. En España, la editorial ECC publicó el manga en cuatro volúmenes idénticos a los compilados por la editorial Shōgakukan.

chiisakobee004La novela

Con tan solo 70 páginas, Chiisakobe se convirtió en uno de los clásicos de Shūgorō Yamamoto (Satomu Shimizu). Un escritor definido por su tiempo, la era Shōwa (Diciembre de 1926 a Enero de 1989), en cuanto a estilo y producción literaria. Este autor tenía una mirada muy interesante de la literatura. Escribía novelas simples, fáciles de leer en las que hablaba de temas que le importaban como la pobreza, la empatía y el honor. En su época fueron muy populares y hoy son considerados clásicos. Desde sus dramas a sus novelas históricas, siempre fueron pensadas para un gran público sin importarle las palabras de la crítica especializada. Para Yamamoto “las cosas interesantes son interesantes y las aburridas son aburridas”

En varias entrevistas, Minetarô Mochizuki mencionó que quería trabajar sobre un escenario que ya existía. Es decir, adaptar una obra. Su editor le habló sobre Chiisakobe por ciertos temas que le interesaban: la tradición japonesa, la familia, y los sentimientos.

En algunas de sus novelas históricas, como Las historias del Doctor Barbarroja o la mismísima Chiisakobe, se repite una misma estructura narrativa. El protagonista es alguien joven que vuelve a su ciudad natal. Por una u otra razón sufre una desilusión enorme que desestructura su forma de ver el mundo. Eventualmente aprenden que amar a los demás, sin importar su nicho social es mucho más importantes que las riquezas o el status. También habla de que la compasión es la forma de encarar el sufrimiento de los otros.

chiisakobee_pag01Si bien Yamamoto pecó de reciclar historias, esto no afectaba su calidad literaria. Otro de los elementos que le dieron un peso importante como autor, y donde se destacó especialmente es en la fuerza de sus personajes. Es algo que vemos en Chiisakobe. El drama humano de personas cuyos anhelos se desmoronaron por imprevistos que van más allá de ellos. Esto se refleja en diálogos ácidos con un toque de sarcasmo que nos dejan ver personas imperfectas, reales. Eventualmente, en el clímax de las historias, los personajes explotan y muchas veces aparecen tips de vida del autor en esas líneas. Es algo que Minetaro Mochizuki mantuvo a pesar de los grandes cambios que hizo al adaptar esta obra.

Su gran popularidad y la importancia de sus obras se reflejaron en los premios literarios que llevan su nombre. Entre los autores que recibieron este galardón encontramos figuras como Fuyumi Ono, autora de la serie de novelas Los doce reinos, que fueron adaptadas a anime en el 2002 por Estudio Pierrot. Otra autora que se llevó el premio fue la genial Banana Yoshimoto, conocida por obras como Kitchen o Goodbye Tusgumi.

Muchas de sus obras fueron adaptadas al cine. A las más conocidas, Sanjuro y Las historias del Doctor Barbarroja, las dirigió el mítico Akira Kurosawa.


chiisakobe-659901294-largeUn carpintero y los niños de 1962

Cuando leí el manga, sentía que a la historia la conocía de algún lado. Más allá de esos deja-vu que aparecen cada tanto, hay que hacer memoria. Es un desafío: basta pensar los miles de comics y películas que hemos consumido. Sin embargo, Google da una mano y logra refrescar esos recuerdos. No logré encontrar por ningún lado el film de 1962 para descargar o ver en streaming. Incluso Mubi, que es cruel, tiene la ficha, pero no la película. De todas formas, cuando encontré el poster y fotografías supe que tuve la suerte de haberla visto. Hace unos años, un amigo cinéfilo me prestó varios DVDs importados de películas japonesas de antaño. Entre ellas estaba A Carpenter and Children, esa traducción libre de Chiisakobe.
A diferencia del manga, es un drama muchísimo más humano. Trata sobre Shigeji, un solitario que debe volver a su Edo natal después de una catástrofe. Sus padres murieron en el incendio que destruyó el aserradero familiar. Además de lidiar con la tragedia, deberá reconstruir el negocio de su familia. Las cosas se complican aún más, cuando se da con una amiga de la infancia, Oritsu. Ella cuida a un grupo de niños que quedaron huérfanos en el incendio. La simpatía de los niños y el amor de Oritsu lo hacen replantear sobre su lugar en el mundo y la vida.

Tomotaka Tasaka fue uno de esos directores que necesitaban escenas largas y lentas para expresar emociones. La película es un drama que nos lleva por momentos tiernos, cómicos e incluso oscuros. Hay momentos poéticos y en otros en los que aburre. Es interesante pensar en lo que eran los films de Todei de la época: Mucha acción y dinamismo. Esta película se aleja completamente de esa impronta para asemejarse al cine de Yasujirō Ozu, más lento y reflexivo.

(muy pronto, la segunda parte)

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