Ghost Rider, Night Rider, Phantom Rider... varias generaciones de cowboys enmascarados galopan (y se mandan cagadas) en el Universo Marvel.

Cowboys enmascarados (parte 13)

20/07/2023

| Por Roberto Barreiro

1 comentarios

En nuestra entrega anterior dejamos al Ghost Rid… Perdon Night Rid… quiero decir Phantom Rider con un nuevo personaje bajo la máscara. En vez de Carter Slade, que moría en un accidente mientras combatía a unos villanos, su hermano Lincoln Slade terminaba bajo el manto de El Que Cabalga Los Vientos Nocturnos. Tras la desaparición de la revista Western Gunfighters, este nuevo Phantom Rider pasará la mayor parte de la década de 1970 en el limbo, y reaparecerá como miembro del grupo de cowboys que ayudan a los Avengers en la pelea contra Kang en el Oeste (de la que ya hablamos durante la historia del Two Gun Kid). Mientras tanto, la serie del Ghost Rider (esa con Johnny Blaze, el stuntman poseído por el demonio y convertido en un motoquero con una calavera llameante) se publicaba de manera regular.

En 1980, para el nº 50 de la serie de Ghost Rider, Johnny Blaze viaja en el tiempo y conoce a Carter Slade. Juntos se enfrentan al Tarantula y luego Blaze regresa al presente para evitar que inunden el cementerio sagrado comanche que iban a hacer desaparecer, en una historia escrita por Michael Fleisher y dibujada por Don Perlin. Al siguiente número, un back-up escrito por Flaisher y dibujado por Carmine Infantino y Mike Esposito, nos daba otra pequeña aventura de Carter Slade. Esto era un aperitivo para que, en el nº 56, Fleisher y Perlin trajeran al Night Rider al Siglo XX. Hamilton Slade era un arqueólogo que había descubierto la tumba de su tatarabuelo Lincoln, al que las historias reconocían como el Phantom Rider. Al llegar ahí, era poseído por el espíritu del Phantom Rider y se convertía en la nueva versión del héroe, una que ayudaba otra vez al Ghost Rider /Johnny Blaze a derrotar a un rival. Lo interesante era que este Phantom Rider parecía tener efectivamente poderes místicos y además, Hamilton Slade no recordaba nada cuando se convertía en el personaje. Poco después, el Phantom Rider moderno se asociaba (en el nº265 de Incredible Hulk, con guion de Bill Mantlo y dibujos de Sal Buscema) a los Rangers, un supergrupo muy menor de Texas.

Con ellos aparecería tiempo después en los nºs 8 y 9 de West Coast Avengers, el spin-off ochentoso de los Vengadores que escribía Steve Englehart y dibujaba Al Milgrom. Ambos van a ser los artífices de uno de los grandes momentos de “Women in Refrigerators” (como definió Gail Simone a esos momentos donde en los comics de superhéroes  vemos abusos brutales hacia los personajes femeninos como si tal cosa) de la historia. Y con uno de los Phantom Riders como culpable principal.

Esto empieza en el nº 18 de West Coast Avengers. Los “Wacos” (asi se los conocía coloquialmente al grupo) terminan, por un desplazamiento espacio temporal de esos que pasan cada tanto en los universos super heroicos, en el Lejano Oeste y justo vuelven a encontrar al grupo de héroes de ese tiempo, o sea el Two-Gun Kid, el Rawhide Kid y el Phantom Rider, y los ayudan a derrotar a un grupo de villanos de ese tiempo antes de buscar la manera de volver al Siglo XX. Pero, mientras se desarrolla esta historia, descubrimos dos cosas: una, que Lincoln Slade queda embelesado con Mockingbird (la superheroína con la que recién se había casado Hawkeye) y dos, que tantos años como la encarnación del espíritu de la justicia comanche habían hecho que a Lincoln le faltaran un par de jugadores en el equipo de su cabeza. Entonces, justo cuando están por activar la máquina del tiempo, el Phantom Rider, secuestra a Mockingbird a vista y paciencia de todos y huye con ella, mientras el resto de su equipo se desvanece en el tiempo. No solo eso: además la desmaya, le da una poción secreta india que hace que ella se olvide de todo y se crea enamorada de él… y básicamente la convierte en su esposa, en menos de lo que podemos decir “abuso sexual”. Si, si, no hay nada que se vea, pero queda claro que el pibe la quiere para él a como dé lugar y hace cosas chanchas con ella.

Al final, el Two-Gun kid y el Rawhide Kid los encuentran y logran que Mockingbird recupere su memoria… y se dé cuenta de lo que el Phantom Rider hizo con ella. Y todo termina cuando Lincoln Slade cae por un barranco a manos de una furiosa mujer que ha sido básicamente violada. Y a la que le queda culpa por toneladas, incluso cuando puede volver a su tiempo y con los West Coast Avengers. Uno de esos momentos horriblemente misóginos de los comics (y uno de los varios que Englehart tiene en su haber, aclaremos).

Por supuesto, esto no se termina con la muerte de Lincoln Slade,  porque para eso existe un universo donde puede haber criaturas fantásticas. Como los fantasmas. Así que, unos números más adelante, descubrimos que el Phantom Rider que posee a Hamilton Slade en el Siglo XX no es otro más que el fantasma de Lincoln Slade, que quiere sobre todo, vengarse de la persona que lo mató, o sea Mockingbird. Y lo hace bastante bien, porque al revelar que la heroína es la culpable de la muerte de Lincoln Slade, se termina la pareja de Mockingbird y Hawkeye. El subplot recién va a resolverse en el nº 41, cuando Tom de Falco y Ralph Macchio (y dibujos de Tom Morgan) consiguen que Daimon Hellstrom haga un exorcismo sobre el pobre Hamilton Slade. Y de su cuerpo salen, no uno, sino dos espíritus de Phantom Rider: por un lado Lincoln Slade y por otro su hermano Carter. Ambos luchan y Carter logra vencer a su hermano, quien es exorcizado finalmente por Hellstrom. Carter le concede el poder a su heredero Hamilton (quien va a partir de ahora poder usar los poderes del Phantom Rider y a recordar cada momento) antes de desaparecer.

Tras esta resolución, las apariciones de los Phantom Rider se calman por un buen tiempo. Hamilton Slade sólo tiene una breve aventura propia en el nº102 de Marvel Comics Presents (guion de Gary Barnum y dibujos de Dave Hoover), mientras que Carter Slade tendrá en los años ´90 aventuras de back-up en la serie The Original Ghost Rider, en historias muy breves escritas (mayoritariamente) por un primerizo Dan Slott y dibujadas otra vez por Dick Ayers. Lo cual parece correcto porque está claro que este es SU personaje. Por cierto, en una de estas aventuras, se cruza con otro personaje del que hablaremos más adelante.

En el nuevo milenio, sin embargo, la historia del Phantom Rider (en sus diferentes encarnaciones) iba a tener nuevas aristas. Pero eso lo vemos en la próxima entrega.

Una respuesta a «Cowboys enmascarados (parte 13)»

  1. Nahuel2017

    Me encanto la nota Roberto! Una vez mas no tenia ni idea de este personaje fuera de sus crossovers con el ghost rider moderno.

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