Hoy nos toca visitar a los justicieros del Oeste surgidos en las editoriales Mainline y Charlton.

Cowboys Enmascarados (parte 20)

17/04/2024

| Por Roberto Barreiro

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Para 1954 Joe Simon y Jack Kirby eran leyendas en el mundo del comic book. Habían creado al Capitán America, los Boy Commandos, revigorizado a the Sandman e inventado ellos solitos la historieta romántica (por nombrar solo algunas cosas). Y decididos a que los editores no se los empomaran más, decidieron abrir su propia editorial, Mainline.

Peor momento no podían haber elegido: la industria de los comic books estaba bajo la lupa censora que había llevado a la investigación por su supuesta relación con la delincuencia juvenil y los distribuidores no querían arriesgarse a una editorial de comic books nueva ante la presión social. Para colmo, eligieron al mismo distribuidor de la EC Comics que, tras la desastrosa intervención televisada de Bill Gaines ante la comisión investigadora del Senado yanki, quedó como uno de los principales culpables del kilombo. Así que casi no le distribuyeron los comics que justo ese año empezaron a sacar

Uno de estos era protagonizado por un cowboy enmascarado: Bullseye.

El primer número explicaba todo: Bullseye de bebé había sido salvado por su abuelo (un aguerrido y veterano vaquero del Oeste) de morir ante el ataque a un pequeño fuerte aislado por parte de un grupo de sioux renegados que dirigía el jefe Yellow Snake. Lo iba a criar ayudado por otro nativo americano. Con el tiempo, el pibe demostró tener un ojo avizor de cuidado: donde ponía el ojo, ponía la bala o incluso la flecha (que también sabia usar).

Cuando era adolescente, el abuelo fue a tratar de matar a Yellow Snake pero este lo mató a traición. Y el nieto, vio esto y les comenzó a disparar a los sioux. Yellow Snake apuntó al joven. Pero este disparó al mismo tiempo y su bala entró dentro del caño del revolver del jefe, al que le estalló en la mano, desfigurándole la cara. Vengativo, decidió que iba a matarlo, pero sus hombres consideraron que lo que pasó era una señal divina y se lo impidieron. De todos modos, Yellow Snake le tatuó un blanco en el pecho y lo dejó abandonado a morir en el desierto. Pero el joven sobrevivió y empezó una carrera justiciera convertido en Bullseye, mientras que tenía una identidad secreta como vendedor ambulante de cosas para el hogar.

Tanto Simon como Kirby acá están en su mejor momento y las aventuras de Bullseye son muy entretenidas y dibujadas por un Kirby inspiradísimo. Pero, claro, nadie les distribuía las revistas y perdieron plata a lo pavo. Así que tras cinco números, negociaron sacar la revista (y las otras que hacían) con Charlton Comics, porque era eso o cerrar. Charlton sacó dos números más y cerró la revista. Y el tándem Kirby – Simon se disolvió: el Rey se fue a DC y Joe Simon a dirigir Sick Magazine, una de las mejores copias de la MAD.

Ya que estamos con Charlton, ellos además tuvieron no uno sino dos cowboys enmascarados en sus páginas. El primero fue el Masked Raider, creado en 1955 por un guionista desconocido y dibujado en su primera aparición aparentemente por Mike Sekowsky. Les Wilcox es en la vida cotidiana un pobre pibe que estudia para abogado y es visto por todos (incluyendo su padre y por el interés romántico de la serie, la hija del sheriff) como un cobarde que no es capaz de enfrentarse a ningún criminal. Pero, en menos de lo que decimos “Clark Kent”, cuando nadie lo ve se convierte en el Masked Raider (no, no es el mismo de Marvel del que ya hablamos) y sale a impartir justicia acompañado de (y este es el detalle original) su mascota, un águila llamada Talon, que es sorprendentemente efectiva. Salieron 30 números de la revista del Masked Raider hasta 1961, dibujados por gente como Jack Sparling, Rocke Mastroserio, Charles Nicholas y –sobre todo- Pete Morisi, que tiene un dibujo muy bueno. Eso sí, las aventuras, muy anodinas como la mayoría de las de Charlton.

Un año antes del final del Masked Raider, un segundo héroe enmascarado aparecería en el oeste de la Charlton. En 1960 dentro de las páginas de la revista Six-Gun Heroes nº 57, aparecía el Gunmaster, en una historia escrita por Joe “te escribo un guion en veinte minutos” Gill y dibujada por Dick Giordano.

Clay Boone es un herrero experto en fabricar armas de fuego muy modernas para la época, pero que es pacifista. Y cuando la cosa se hace insostenible, se pone un traje blanco, una máscara y se convierte en el Gunmaster, un tipo armado hasta los dientes que detiene a cuanto villano anda por ahí. Lamentablemente, tras el primer episodio Giordano se va, y los dibujos quedan en manos de dibujantes como Charles Nicholas y Bill Molno, artesanos pedestres, por ser generosos. Recién cuando en el nº 78 de Six-Gun Heroes lo empieza a dibujar Pete Morisi, la serie levanta: Morisi le pone una onda mucho más parecida a los superhéroes del momento, e incluso le agrega un “sidekick” adolescente propio: Bullet, The Gun Boy. El personaje llega a tener dos series propias, una de cuatro números y otra de seis (la segunda continúa la numeración de Six-Gun heroes). Sin embargo, tras el nº 89 de esta última revista, en el año 1967, Gunmaster se va al limbo de los personajes olvidados y Charlton deja de tener vaqueros enmascarados en actividad.

Ya nos quedan cada vez menos personajes enmascarados en los comic yankis. Paciencia. La seguimos pronto…

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