CINCUENTA AÑOS ATRAS Y CASI SIN DARSE CUENTA, UN TITULO TERCERON DE LA DC CAMBIO LA HISTORIA. SIN ROMPER DE CUAJO CON LAS CONVENCIONES DEL GENERO DE LOS SUPERHEROES, SE DESPLEGABA FRENTE AL LECTOR LA PRIMERA SAGA DE ESTA EDITORIAL APUNTADA 100% AL PUBLICO ADULTO. A AÑOS LUZ DE LAS AVENTURITAS INSULSAS Y ÑOÑAS EN LAS QUE LOIS LANE TRATABA DE DESCUBRIR LA IDENTIDAD SECRETA DE SU AMADO SUPERMAN, UN IGNOTO FANTASMA SE ESCURRIA POR UNA TRAMA DE MUERTE, CORRUPCION Y VENGANZA. APROVECHEMOS QUE NO NOS VE NADIE PARA PROFANAR LA TUMBA DE BOSTON BRAND Y DESCUBRIR LOS SECRETOS DE
MUERTO AL LLEGAR
Strange Adventures era, desde su debut en 1950, una antología de comics de ciencia-ficción, por la que pasaron personajes y series siempre de tercera línea en el Universo DC, como Space Museum, Chris KL-99 y Captain Comet. Cuando el interés por la ciencia-ficción decayó, DC convirtió a Strange Adventures en un laboratorio donde ensayar algunos conceptos atípicos en materia de superhéroes. Así, bajo el mando del coordinador Jack Miller, vimos las primeras apariciones de nuevos personajes tercerones como Immortal Man, Animal Man y otros losers cuasi-olvidados.
Las ventas, por supuesto, no acompañaron y llegó el día de 1967 en el que Miller tuvo que llamar a Arnold Drake (prestigioso guionista de la época, creador de la Doom Patrol y otras freakeadas de culto de la DC) y decirle: “Flaco, hoy es viernes. Creame una serie nueva que levante a este muerto para el lunes”. Con la presión de la fecha de entrega, que en EEUU se llama “Deadline”, a Drake se le ocurrio “Deadman”, la historia de Boston Brand, un ex-boxeador, luego trapecista, que muere asesinado y recibe la chance de revivir como fantasma para desentrañar y vengar su propio crimen. Por supuesto, a Drake también le interesaba mucho el misticismo oriental, un elemento de considerable peso en la contracultura yanki de los ’60 y que aparecía poco en los comics de aquel entonces.
A Miller le gustó la idea del héroe muerto y consiguió para dibujar ese guión (en cuya redacción metió mucha mano) nada menos que a Carmine Infantino, uno de los dibujantes más top que tenía DC en ese entonces. Infantino sacó ese número “con fritas”, pero aún así hizo un gran trabajo y diseñó un traje único e impactante para el nuevo personaje y la primera historia, llamada “Who’s Been Lying in my Grave?” se publicó el 19 de Agosto de 1967, en el n°205 de Strange Adventures.
EL MUERTO SALE A MATAR
Sin ser un recontra-hitazo, Deadman causó un impacto muy positivo. De hecho, en la entrega de los Alley Awards de 1967, se llevó el premio a la Mejor Serie Nueva, al Mejor Episodio Completo (“Who’s Been Lying in my Grave?”) y a la Mejor Portada (SA n°207).
Justo en ese momento, cuando sale el primer episodio de Deadman y las masas lo ovacionan, se produce un sacudón de esos que cambian la historia: Carmine Infantino es nombrado Jefe de Arte de la DC y ya no puede dibujar a Deadman. El elegido para sucederlo es el por entonces pibe Neal Adams, que pululaba por las oficinas de la editorial, siempre atrás de su ídolo Carmine. Adams no desaprovecha en absoluto la oportunidad: su dibujo naturalista, sus increíbles expresiones faciales, su personal manejo de la acción física (sin nada que envidiarles, pero a la vez muy distinto, a los de Gil Kane o Jack Kirby) y su innovadora puesta en página lo convirtieron en prócer del Noveno Arte de un día para el otro.
La combinación entre el dibujo realista de Adams y los temas realistas y jodidos que tocaba la serie, le dieron a Deadman un perfil absolutamente revolucionario. Si Marvel se jactaba de haber creado superhéroes que atrajeran al público adolescente, ahora DC le pasaba el trapo con un superhéroe pensado 100% para lectores adultos.
La trama va para el lado de un género poco explotado en ese entonces: el thriller sobrenatural. Cuando Boston Brand muere, uno de sus amigos del circo, el mentalista Vanshu, convence a la deidad a la que venera, Rama Kushna, para darle al trapecista muerto una nueva posibilidad. Los fabulosos poderes de Deadman provienen de esta diosa. Superhéroes y villanos con poderes derivados de los dioses ya habíamos visto muchos, pero ¿Rama Kushna y Vanshu? ¿En qué equipo jugaron?
En realidad Vanshu se escribe «Vishnu» y es una de las tres entidades supremas de la religión hindú, que recrean al universo cada cuatro mil millones de años. Brahma crea, Vishnu conserva y Siva destruye (como Lady Shiva, cuyo nombre también viene de la religión hindú). Rama Kushna es una deformación de “Rama Krishna”, que a su vez son dos cosas distintas: Rama es un ancestral rey de la India, símbolo del heroismo, del hombre en su máxima expresión. Y Krishna es una especie de semi-dios, aventurero y bastante pesado (sin reparos en matar a nadie) que vivió 125 años y se mandó las mil y una. Rama y Krishna combinados se convierten en la guía espiritual perfecta para este héroe atípico, cínico y jodido al que conocemos como Deadman.
Nanda Parbat, la ciudad mística donde viven por siempre las almas protegidas por Rama Kushna, es la versión DC de la mítica Shangri-La, a tal punto que hasta coincide su supuesta ubicación geográfica: al norte de la India, casi en la frontera con China, en algún recoveco inexpugnable de la cadena montañosa del Tibet. Es realmente notable ver cómo Arnold Drake supo integrar todos estos elementos (más el clásico atractivo bizarro pseudo-peligroso de los circos) para darle consistencia y originalidad a su personaje.
Cuando Drake dejó la saga, escribieron también Bob Haney, Robert Kanigher y el propio Jack Miller, siempre preocupados por hacer avanzar de a poco la trama central de Boston Brand y su búsqueda de venganza, en un cóctel originalísimo de elementos policiales, de artes marciales, sobrenaturales y superheroicos.
Para el final de la serie, el propio Neal Adams metía tanta mano en los guiones, que lo dejaron que escribiera él solito los últimos episodios. A pesar de la gran calidad, la serie no logra las ventas esperadas y a partir del n°217, Deadman es reemplazado por reediciones de viejos episodios de Adam Strange. Sin embargo, Adams tiene tiempo de revelar quién y por qué mató a Boston Brand y de darle al personaje una nueva motivación que le permita ir más allá de esta primera e inolvidable misión.
(Muy pronto, la segunda parte)
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