En la cuarta entrega de la nota que festeja sus 50 años, repasamos las peripecias de Deadman publicadas entre 2001 y 2011.

Deadman (parte 4)

14/03/2018

| Por Andrés Accorsi

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latestMUERTO OTRA VEZ

Estamos a fines de 2001, y DC lanza con bombos y platillos un evento de Quinta Semana que consistía en una miniserie titulada “Dead Again”, en la que Deadman compartía el protagonismo de cada episodio con un héroe muerto. Así, pudimos conocer su visión de las muertes de Barry Allen, Hal Jordan, Jason Todd y el mismísimo Superman, de la mano de Steve Vance (el mejor guionista que tuvieron los comics de los Simpsons) y varios dibujantes.

Enseguida (y por primera vez en la historia) sale el n°1 de una serie regular de Deadman, en la que Vance forma equipo con Josep María Beroy, uno de los grandes autores españoles surgidos en los ’80, que -como tantos compatriotas suyos- desembarcaba a ver qué onda en los EEUU. El planteo de Vance para la serie era ingenioso y atractivo (y los diálogos brillantes), pero funcionaba sólo para los muy fanáticos de Deadman, que –ni hace falta decirlo- somos muy pocos. Al no haber personajes secundarios ni villanos conocidos (el Sensei cobra protagonismo recién al final), y al girar todo en torno a Nanda Parbat y demás elementos propios de la primera saga de Deadman, mucha gente quedó afuera, o ni siquiera le dio la posibilidad. Beroy colgó tras un puñado de números y así pasaron por la efímera serie el maestro García López y el siempre eficaz Shawn McManus. Pero tras sólo nueve entregas, Deadman volvió al limbo de los personajes sin revista propia, para reaparecer de vez en cuando como invitado en alguna otra serie, o para en esas sagas grandilocuentes, en las que participan decenas de personajes. Ya nos concentraremos en dos de ellas.

6e_135086_0_Deadman2DeadWrongEN VERTIGO

Entre 2006 y 2007, el sello Vertigo publicó una serie regular llamada Deadman, pero que no tenía absolutamente nada que ver con el personaje cuyo 50° aniversario celebramos con esta nota. La serie, escrita por el mítico Bruce Jones y dibujada por el desgarrador John Watkiss, se centraba en Brandon Cayce, un piloto de avión que experimenta la vida después de la muerte tras un accidente fatal.

La onda recuerda mucho a las series de TV yankis de esa época, esas que mezclaban misterios sobrenaturales con temas de la vida real y –sin ser chota, ni mucho menos- tenía el problema de que era muy, pero muy complicada para leer. Todo el tiempo se entremezclaban de modo bastante caótico secuencias del pasado, sueños, experiencias que vive el alma de Brandon fuera de su cuerpo y demás limaduras que conspiran contra la claridad de la historia. Cada episodio comenzaba con citas de autores como Wittgenstein, Huxley, William Blake y el propio Albert Einstein, como para dejar claro que estamos manejando conceptos mucho más complejos que el de un trapecista asesinado que vuelve a buscar su venganza. Además, como era de Vertigo, había minas en tetas y decían mucho la palabra “fuck”.

La serie se canceló en el nº13 (no sin antes mostrarnos los primeros trabajos de un incipiente Ron Wimberley, que ya tenía pasta de crack) y por suerte ese espacio le alcanzó a Jones para resolver el conflicto principal de esta versión de Deadman, que tenía que ver con el nacimiento de un bebé que sería el primer ser humano con una percepción completa de las otras dimensiones. Sólo se reeditaron en TPB los primeros cinco episodios, y el resto hay que rastrearlos en mesas de saldos.

latest-1NOCHE Y DIA

Pero volvamos al Deadman clásico, a nuestro amigo Boston Brand, siempre flotando por las márgenes del Universo DC. En 2009, cuando irrumpe en todos los títulos la hiper-saga conocida como Blackest Night, el tema de los muertos vivos pasa a ser central y el guionista Geoff Johns le reserva un rol muy importante a este personaje, que llevaba décadas entre la vida y la muerte.

Deadman suma puntos en un montón de batallas menores contra los Black Lanterns, se convierte él mismo en un Black Lantern, y al final (se viene spoiler grosso) resucita gracias al poder de la luz blanca y vuelve luciendo el anillo de White Lantern.

Al toque (entre 2010 y 2011) arranca Brightest Day, una saga bastante lamentable (también escrita por Johns), donde Deadman es prácticamente el protagonista. Convertido en una especie de “avatar de la vida”, usa el anillo de White Lantern para resucitar a varios personajes muertos. Guiado por “la Entidad”, Deadman enfoca la vida desde otra óptica (porque ahora está vivo), se reencuentra con su abuelo y se involucra románticamente con Dove, otra heroína mística recién resucitada.

brightest-day-24Sobre el final (otro spoiler jodido), Deadman será clave para derrotar al Swamp Thing corrompido por Nekron. Y si bien no llegará vivo al final (se sacrificará para salvarle la vida a Dove en un combate contra… el Capitán Boomerang… ya sé, no preguntes), logrará pasarle el anillo blanco a Alec Holland, quien se convertirá en el Swamp Thing bueno que logre derrotar al Swamp Thing malo. En el epílogo, Deadman y Dove se despiden entre lágrimas, sabiendo que es imposible el romance entre un hombre muerto y una mujer viva.

Flojita y todo, Brightest Day le dio bastante exposición a Deadman y nadie se habría sorprendido si DC hubiese apostado a una nueva serie regular del personaje… pero claro, vino Flashpoint, cambió la continuidad, y las próximas apariciones de Deadman serían en el contexto del New 52, donde lo vamos a ver no en uno, sino en dos títulos.

(Muy pronto, la quinta parte)

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