Ariel Olivetti ( Buenos Aires, 1967) empezó como uno de los dibujantes de la irreverente Cazador de Aventuras, para después convertirse en uno de los preferidos por los guionistas anglosajones de los 90s: trabajó con Peter David en la aún hoy recordada The last Avengers story, con Mark Waid en The Kingdom y Mark Millar en JLA: Paradise Lost. Llegaron los 2000s y, con el nuevo milenio, nuevos trabajos: The Punisher con Matt Fraction, Cable con Duane Swierczynski y Space Ghost con Joe Kelly. Entrada la nueva década, nacería de la mente del propio Olivetti y el guionista argentino Luciano Saracino su obra más personal: ICH y su continuación, ICH 2: Furia de cemento y también se le sumaria otro trabajo de gran calidad como es Venom: Space Knight de Robbie Thompson. Ya en 2018, con más de veinte años de trabajo en la espalda y un estilo único como carta de presentación, se dedica a dibujar The Death of The Inhumans bajo los guiones del guionista estrella ascendente Donny Cates y a confabular con Saracino para crear la tercera parte de ICH.
Mirco Sartore: Primero quiero preguntarle cómo empezó su amor por el dibujo y los cómics.
Ariel Olivetti: Mi amor por el dibujo empezó en el mismo momento que empezó el amor por los juguetes y la diversión. El dibujo fue mi primer juguete. Lo que más me divertía a mí desde siempre fue un papel y un lápiz. A eso le sumaría la plastilina, para moldear los juguetes que quería tener.
El amor por el cómic, por otro lado, empezó ya más en la adolescencia, cuando descubrí una historieta llamada Nippur de Lagash, que estaba dibujada por Lucho Olivera y escrita por Robin Wood. Me voló la cabeza leer esas historias, esas aventuras. Fue lo primero que leí que realmente me hizo amar al cómic.
M.S: ¿Cómo fue el paso del Olivetti de los ´90 al actual con su estilo tan particular e identificable?
A.O: Yo nunca busqué un estilo propio. El cambio no se dio por una búsqueda sino que sencillamente fui aprendiendo. Por suerte, veo dibujos míos de hace diez años y les veo miles de errores. Así mismo, espero que dentro de diez años vea los errores que cometo ahora. Yo creo que mi dibujo está en un proceso de evolución continua: siempre trato de aprender, de estudiar, de mejorar lo que hago.
M.S: ¿En que cambió el Ariel Olivetti de los ´90 con respecto del actual? ¿ Es más maduro?
A.O: Por suerte sí, sino estaríamos en problemas (risas). Hasta hace un tiempo encontraba que la gran diferencia era que había perdido un poco la pasión. Me costaba encontrar el sentimiento que yo tenía a los veinte, la forma de encarar mi trabajo. Recién me reencontré y me reenamoré de mi trabajo hará cosa de cuatro años, justamente con el trabajo en ICH. Este fue un acto necesario para volver a enamorarme de lo que hago.
M.S: ¿Por qué ICH fue tan importante?
A.O: Porque estaba perdiendo esa pasión del hecho artístico como algo que me represente a mí. Había cosas que no me permitían decir con los superhéroes, pero, al hacer ICH, hacerlo con un amigo y poder al menos intervenir en el guión al menos desde lo conceptual, me hizo involucrarme otra vez en la página. Fue meterme desde otro lugar, no solamente desde lo artesanal. Entonces, con esa misma impronta también comencé a tomar los trabajos que venían de afuera. ICH fue un soplo de aire fresco, en definitiva.
M.S: ¿Cuáles fueron y son los referentes de Ariel Olivetti en el dibujo?
A.O: Cuando comencé a dibujar ya a nivel profesional, mis referentes eran Richard Corben, Enrique Breccia, Simon Bisley, Lucho Olivera, Frank Frazzetta, entre otros. Hoy en día, con la cantidad de bombardeo visual que hay en todas las redes, no te podría decir una persona que me sirva como referente, pero, de todo lo que veo, algo queda. No se decirte exactamente de quién, no soy seguidor de alguien en particular, sino de todos en general.
M.S: ¿Como fue tránsito del Olivetti de Cazador al Olivetti que trabajó con estrellas como Mark Waid, Peter David y Mark Millar?
A.O: Fue un cambio rotundo en todo aspecto. Además, fue absolutamente brusco: yo pasé de dibujar Cazador en blanco y negro de forma muy espasmódica a hacer un cómic entero para Marvel, que fue La última historia de Los Vengadores, con guión de Peter David. Antes de esa historieta, yo no había hecho ningún cómic solo. Fue un salto de trampolín y de estudio mismo mientras lo hacía.
M.S: ¿Pero Marvel le tocó la puerta a usted o fue al revés?
A.O: Yo mandé cuatro páginas de muestra, que eran más que nada cuatro página de ilustración, y me dieron desde Marvel dos libros de noventa páginas de historieta para dibujar. Fue aprender mientras lo hacía (risas).
M.S: Usted dijo hace poco que los dos trabajos de los que se siente más orgulloso son ICH 2 y el Venom de Robbie Thompson. ¿Por qué es así?
A.O: ICH e ICH 2 fueron un trabajo muy exigente porque ilustré el guión de un escritor que me encanta, que es Luciano Saracino, que a la vez es un amigo personal. Entonces, fueron dos presiones a la vez. Aparte, es un proyecto propio y trato de poner toda la carne al asador en ese caso. Son personajes de Lucho y míos, que inventamos juntos. Entonces, en ICH e ICH 2 está todo Olivetti, con lo bueno y lo malo.
En el caso de Venom, siempre fue un personaje que me gustó y la historia que escribió Robbie Thompson es fantástica, es muy divertida, es todo lo que quiere dibujar cuando le dan un guión. Tiene diversión, fantasía, cosas graciosas, cosas serias; es sensacional por donde se lo mire. Robbie me dejó mucha libertad para la creación de personajes, cosa que a mí me encanta. La suya era una historia que sucedía en el espacio y me sentía dibujando Star Wars, que es algo que me fascina. Pero, fundamentalmente, es que era una historieta sumamente divertida, que yo mismo me compraría para leer si estuviese del otro lado.
Lo mismo me pasó con El fantasma del espacio de Joe Kelly: la pasé genial dibujándolo.
M.S: ¿Cuáles serian los otros trabajos que recuerde con especial cariño?
A.O: Bueno, ahora mismo estoy haciendo La muerte de los Inhumanos con Donny Cates y la verdad que la paso fantástico. Está al nivel de La última historia de Los Vengadores de Peter David.
M.S: ¿Y cuales cómics de otros autores no pueden faltar en la biblioteca de Olivetti?
A.O: Lo que leo con mucha regularidad y me divierte mucho es lo de Fontanarrrosa: Boogie el aceitoso, Inodoro Pereyra. Me gusta mucho Los Profesionales de Carlos Giménez.. Me gusta todo lo de Moebius. Vicente Segrelles estaría también allí. Alberto Breccia. Me gusta mucho lo que hacen Muñoz y Sampayo. Con los superhéroes diría que soy más fanático de dibujarlos que de leerlos.
Después de dibujar durante diez horas historieta de superhéroes, quiero cambiar un poco el aire. Para eso me gusta el humor gráfico. Me gusta mucho el humor gráfico argentino: me gustan Tute, Max Aguirre…son mi cable a tierra.
(Muy pronto, la segunda parte)
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