JH: En varias de tus historietas trabajás las cuestiones del metalenguaje y la referencia al propio medio como un recurso humorístico más. Me da la impresión de que el campo de la historieta para chicos se presta más para este tipo de “experimentos” y es mucho más común verlos allí que en tiras pensadas para adultos. ¿Lo ves así también?
JR: Utilizo mucho los recursos de la historieta, sobre todo en trabajos como Dante Elefante, en que puedo hacer historias bordeando lo absurdo. Por lo general trabajo mucho con historietas mudas. En gran parte de mis personajes (Don Pictórico, Niko & Miko, Dante Elefante, Brunella), para contar sus historias me valgo del recurso de metáforas visuales, imágenes que me ayuden a expresar lo que sienten o quieren. Me gusta mucho contar con imágenes, pero no creo que sea un recurso exclusivo para historietas infantiles. Muchos autores que trabajan las historietas mudas lo utilizan. Ivan Brun es uno de ellos, y sus historias sin indiscutiblemente para adultos.
JH: Con Brunella transitás una línea de humor que bordea la reflexión o la bajada de línea más directa. En varias de las tiras, la situación y el ambiente son bastante dramáticos y cuesta que salga la risa. ¿Cómo laburás este personaje? ¿Sos consciente de esto o pensás solo en la estructura que lleva al remate humorístico?
JR: Soy consciente que muchas tiras de Brunella no causan risa, que dejan una reflexión –aunque sea mínima- o simplemente un gusto amargo. Pero en parte se fue dando así y en parte lo fui buscando. Cuando empecé el personaje quería hacer la historieta de una familia normal, pero no de clase media, de clase baja. Bien baja. Con sus problemas cotidianos, como los de todas las familias y con el eje central de la protagonista, Brunella. Sus peleas con sus hermanitos, sus sueños, el amor a su mamá, etc… pero la historia sola me pedía un poco más –o yo lo necesitaba- y ahí comencé a poner historias un poco más comprometidas. Brunella habla –además de lo antes mencionado – de la violencia de género, del hambre, la trata de personas, entre otros temas.
JH: Contame cómo llegas con Zebita a Muy. ¿Tenías el sueño clásico de la tira propia en el diario? ¿Cómo te llevas con el trabajo de tener que sacar una por día, sin interrupciones?
JR: Sí, tenía el sueño de hacer una tira diaria desde hacía mucho tiempo. Varias veces presenté material en distintos diarios, sin suerte. Era algo que ya veía difícil de concretar. Pero unos meses antes que el diario Muy saliera a la calle me llamaron y me pidieron una muestra de tira cómica. Que no sea tan infantil Dante Elefante, pero tampoco tan cruda como Brunella, esa recuerdo que fue la consigna en mi primera reunión. Ahí refloté un personaje que tenía medio olvidado: Zebita. Nació hace muchos años, cuando un dibujante, Gonzalo García, me pidió unos guiones de tira cómica para una revista que salía en colegios. Le escribí unos 6 u 8 guiones. Creo que dibujo tres tiras –nunca las llegué a ver- y el proyecto nunca salió. Luego, mientras hacía Catzole, armé otro fanzine, Tirapia, exclusivamente compuesto por tiras de humor. Ahí incluí a Zebita, pero esta vez dibujado por mí. Luego apareció esporádicamente en algunos otros proyectos, pero nunca pasó nada. Hasta ahora, que hace ya casi cuatro años que sale ininterrumpidamente en el diario y ya cuenta con un libro recopilando parte de sus primeras aventuras.
Me encanta la tira diaria. Puedo contar situaciones cortas o explayarme más y contar historias más largas con el transcurso de los días. Es un sueño que espero nunca termine.
JH: Hace poco se re-editó en libro Cándido, una de las historietas que hacías para Catzole. ¿Te dan ganas de volver a hacer una historia en ese estilo, fuera del humor y con otro tipo de narración?
JR: La verdad que sí. Tengo ganas hace mucho tiempo de retomar esa veta de mi trabajo. El tema es que siempre me publican lo otro, mi otro estilo mas humorístico o encarado para chicos. No tuve la oportunidad –salvo algunas excepciones- de mostrar este estilo de trabajos. Ahora existe la chance de armar una novela grafica de “El Buche”, personaje que también nació en Catzole y se publicó en otros lados, como el prozine Atiza, en Comiqueando, y ganó un premio de Fundación El Libro. Gracias a ello salió en la revista Fantasía, de editorial Columba. Pero para esto falta, tengo que trabajar, rehacer, retocar mucho. Sería para el 2016. Veremos.
JH: Cerramos: próximos proyectos, historietas que estén por salir y cosas con las que te querés sacar las ganas y todavía no pudiste.
JR: Proyectos tengo unos cuantos, siempre estoy trabajando en 3 o 4 historietas a la vez. Estoy con una novela grafica, Ojos de pescado, en la que solo dibujo, el guión es de un escritor y periodista (aún no digo nada porque falta para terminarlo). También incursionando en una historieta de superhéroes, a mi estilo: Neófito. Terminando la tercera y última parte de Ferreópolis. Y dibujando una serie de humor negro junto a otro guionista a la distancia (vive en España), Federico Fernández.
Para el 2015, lo que esta prácticamente confirmado son dos libros (y otros que aun no se terminaron de definir, por eso me los reservo): el tercer volumen de El Infante Dante Elefante en ediciones De la Flor, y un libro que me tiene muy entusiasmado, D.E.S.pareja, en donde solamente hago el guión, el dibujo corre por cuenta de un gran amigo y artista, Javier Suppa. Saldrá dentro de la colección Toing! de editorial Comiks Debris. Además, seguir en Billiken, en el diario Muy y dando clases para chicos, que es algo que me llena de alegría y me carga de energía.
Para el 2016, El Buche y un nuevo libro de Zebita. Y seguramente durante el año irán surgiendo más cosas sobre la marcha.
Pingback: Entrevista a J.J. Rovella | Javier Hildebrandt