En 1968, el maestro Gilbert Shelton crea a un trío de personajes que sobreviviría a las décadas y las modas para convertirse en ícono del Noveno Arte.

Fabulous Furry Freak Brothers (parte 1)

17/03/2025

| Por Andrés Accorsi

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En 1968, en pleno auge de la contracultura hippie y mientras el movimiento del comix underground se expandía por todo Estados Unidos, hacía su debut un trío de personajes que sobreviviría a las décadas y las modas para convertirse en ícono del Noveno Arte. Con algo de sexo, mucha droga y bastante rock´n roll, Gilbert Shelton le puso humor y onda a esa época, y a las que vinieron después. Es hora de despejar el humo (del faso) y contar la verdadera historia de los Freak Brothers.

-Pero, pará… ¿se supone que esos tres tipos son hermanos posta, tienen los mismos padres?

Esa no falla nunca. Es la primera pregunta que se hace cualquier lector cuando accede por primera vez a un comic de los Freak Brothers. Así que empecemos por ahí, con la urgente aclaración de que no, Phineas, Fat Freddy y Freewheelin´ Franklin son freaks, pero no son hermanos de sangre. Son hermanos de la vida: viven juntos, viajan juntos, fuman juntos y constituyen una pequeña comunidad dentro de la cual los tres son propietarios en partes iguales de todo lo que los rodea, excepto por el gato, que es de Fat Freddy.

Y si bien no los une un verdadero lazo familiar, tienen un padre en común. Dejame que te lo presente y después seguimos.

GILBERT, NINGÚN GIL

El maestro Gilbert Shelton nació en Houston, Texas, el 31 de Mayo de 1940 y -junto con Robert Crumb- es uno de los pocos íconos del movimiento del comix underground que aún están vivos. Shelton estudió Historia en la Universidad de Texas, donde obtuvo un título de Bachiller en Ciencias Sociales. Como le gustaban mucho las historietas, Shelton nunca dejó de dibujar y publicó profesionalmente por primera vez en 1959, casi en la adolescencia, en la revista Texas Ranger, editada por la propia universidad, en la cual llegó a oficiar de director. Su primer personaje conocido fue Wonder Warthog, una sátira despiadada a los clásicos superhéroes, en un principio influenciada por las parodias que solían aparecer en las páginas de la revista MAD. Esto llamó la atención de Harvey Kurtzman, quien ya se había alejado de MAD para poner en marcha la (aún más rupturista) revista HELP!. Allí, tanto Shelton como varios otros referentes del underground de fines de los ´60 van a encontrar (por un tiempito) un espacio donde experimentar, foguearse, zarparse y llevarse unos manguitos por sus historietas y chistes pasados de rosca.

La admiración de Kurtzman hacia Shelton llegaría hasta el fin de sus días: «es el más profesional del grupo», decía siempre el mítico historietista. Y además le reconocía otros méritos. Cuando lo consultaron acerca del aspecto sociopolítico del material que aparecía en los comix, declaró: «Creo que de verdad, Shelton es el más político. Creo que ninguno se le acerca en materia de bajar una línea política con efectividad. Me olvido de muchas de las cosas que leo, pero de lo de Shelton me acuerdo siempre. Cuando Shelton toma partido acerca de algo, pega fuerte».

Con flujos entre temporadas de mucha producción de historietas (o afiches para conciertos de rock) y temporadas de poquísima producción, Shelton llegó en un nivel notable a ese tramo final de los ´60. Entonces, cuando explotaron la estética under y ese sistema de publicación por afuera del sistema, que le permitía a los autores un control total (un descontrol total, en realidad) sobre los contenidos, los formatos y el circuito en el que comercializaban sus obras, el maestro texano estaba listo para ponerse la 10 y salir con todo a la cancha. Recuerda el periodista y escritor Clay Geerdes: «La primera vez que vi a Gilbert Shelton estaba viviendo a la orilla de un pequeño canal en Venice, California. Estaba sentado, entintando una página de The Fabulous Furry Freak Brothers, que se publicaba semanalmente en el diario Free Press, de Los Angeles. Varios de sus amigos se habían ido a San Francisco, a conformar la escena de los afiches de acid-rock y le decían que se fuera él también, pero no lo hizo hasta fines de los ´60, cuando él y algunos más se asociaron para poner en marcha Rip Off Press».

Hasta ese momento, la «empresa» que editaba la mayoría de los comix más o menos conocidos era The Print Mint. Pero a principios de 1969, a Shelton se le ocurrió generar otra alternativa, donde pudiera tener mayor control sobre los procesos de edición y comercialización. Junto a su amigo (también texano) Fred Todd y otros dibujantes, puso en marcha una editorial, surgida de la nada. «Compramos una imprenta barata -recordaba el maestro en 1970-, nos robamos un montón de equipos y materiales, y los dibujantes produjeron un montón de historietas que inmediatamente salimos a vender nosotros mismos. Y así seguimos hasta hoy. Por supuesto que el ámbito de los comics underground es muy chico, comparado con revistas como Playboy, pero somos nuestros propios jefes. Hacemos lo que queremos y podemos publicar lo que se nos dé la gana». Cuando todo el resto del «mercado» de los comix se desmoronó, Rip Off Press subsistió y existe aún hoy, más de 50 años después de su fundación. Se achicó y se agrandó mil veces, en algún momento dejó de lado las tareas de impresión para concentrarse en la edición, sufrió un incendio, vio nacer y morir circuitos de comercialización y hoy funciona más como catálogo de venta online que como editorial. Pero siempre le brindó un hogar a Shelton y a sus creaciones. «Soy un viejo dibujante que está tranquilo, haciendo lo suyo. Escribo, dibujo, imprimo y vendo mi propio material, así que eso me hace también un empresario», dijo alguna vez el padre de los Freak Brothers.

Además de esta faceta empresarial, Shelton nunca le hizo asco a colaborar con publicaciones que no tenían nada que ver con el undeground, como Esquire o la ya mencionada Playboy. Tampoco tuvo reparos en blanquear que producía muchas de sus historietas (principalmente las de los Freak Brothers) con la colaboración de asistentes. El primero fue el malogrado Dave Sheridan, autor de muchísimas historietas publicadas de manera underground en los años ´60 y principios de los ´70. Shelton lo convirtió en su mano derecha en 1974 y juntos produjeron unas 45 historias cortas de los Freak Brothers, hasta que en 1982 Sheridan murió de cáncer, con solo 38 años. Ahí tomó la posta el talentoso Paul Mavrides, quien colaboraba con Shelton y Sheridan desde 1978. Mavrides asistió a Shelton en toda su producción hasta 1992, aproximadamente. En 1993, cuando Shelton empezó a trabajar en la serie Not Quite Dead (acerca de una banda de rock sumamente loser), tuvo como asistente al dibujante francés conocido solo como «Pic».

(el lunes, la segunda entrega)

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