En Los Ojos negros, Tsagoï va en ayuda de su primo Mirno que se ha quedado con el auto en Alemania justo el día en que se juega la final del mundial de fútbol entre ese país y Francia. El dúo levanta a una chica en medio de la ruta que va en busca de una estrella de rock que le ha prometido pagarle una operación para que vuelva a caminar después de haber sufrido un accidente en uno de sus conciertos. Luego de enseñarles a los hinchas alemanes el himno gitano y de escapar de un intento de asesinato, el Gipsy descubre que su primo se dedica al tráfico de órganos humanos a fin de pagar los lujosos gastos de su esposa Milena. Tsagoï se deshace de su primo en medio de la ruta y le facilita el dinero a la muchacha para que empiece una nueva vida.
Mientras tanto, una operación secreta de La Hechicera le permite hacerse con varios camiones llenos con dinero de la mafia rusa.
Ala, Ala, blanca palomita
En la historia conocida como El Ala Blanca, la Hechicera (cuyo nombre resulta ser Sissiah) decide reconstruir la organización del mismo nombre de la cual ella es el último vestigio. Para ello cuenta con todo el dinero robado a la mafia rusa en Alemania y un puñado de leales servidores.
Al mismo tiempo, Tsagoï arriba a Turdistán donde conoce a un viejo héroe de guerra, el coronel Laami, que vive recluido en una colina. El Gipsy se reencuentra con su hermana quien está en medio de una investigación que planea utilizar como base para su segunda novela; y finge los más refinados modales a fin de impresionar a su editora, Eva Dargold que no tarda en caer bajo su encanto.
La Hechicera secuestra a Oblivia para que no cuente la historia del Ala Blanca. Tsagoï se lanza en un desesperado intento de rescate junto a Eva y ambos localizan la guarida de la secta.
El rescate se complica cuando Tsagoï y Oblivia son capturados, pero entonces entra en escena el coronel Laami -que ha estado investigando todos los extraños movimientos relacionados con el regreso del Ala Blanca- quien arrasa con el castillo Azer y las tropas de Sissiah.
Gipsy se va a vivir nuevas aventuras mientras los altos círculos del Ala Blanca enjuician a Sissiah por su fracaso.
Una epidemia de Risa Azteca originada en Centroamérica, comienza a esparcirse por el mundo. Tsagoï, que está en el medio del foco de contagio, decide vacunarse y conoce a Marlene, la sobrina de su viejo amigo Big Ben, quien trabaja para Selmer. La joven lo convence de acompañarla junto a otros camioneros por una peligrosa ruta donde ya han desaparecido varios vehículos de la compañía. Tsagoï, en un principio renuente, acepta pero cae en una emboscada donde todos -excepto él- resultan capturados. Mientras los raptores someten a Marlene a horribles experimentos, Tsagoï descubre que él es una especie de mesías para los lugareños que lo encuentran parecido al héroe descrito en una versión pirata de El Día del Zar al que conocen como «Sabo». Decidido a demostrar lo contrario, el gitano se lanza a rescatar a Marlene pero ella lo muerde y le transmite la Risa Azteca. Un equipo de Selmer liderado por Big Ben se lanza al rescate pero no pueden evitar que Tsagoï escape. Agonizante, el gitano logra llegar hasta donde lo esperan lo lugareños quienes le revelan que la cura para la Risa Azteca se basa en comer ajo. Tsagoï ayuda a los lugareños a montar una industria con el secreto de la cura, se convierte en un héroe para la humanidad contra todo pronóstico y hasta se da el lujo de convertirse en el editor de la versión pirata del El Día del Zar.
Aunque el final del sexto libro es abierto, los autores -actualmente dedicados a otros proyectos- no se han vuelto a reunir para hacer un séptimo tomo. Incluso un proyecto tentativo de hacer una película sobre el personaje quedó trunco allá por el año 2000 sin que nadie lo reactivara hasta el momento.
Gipsy le permitió a Enrico Marini hacerse conocido en otros países como España (lo editó Norma) o EEUU, donde la historieta salió publicada en la revista Heavy Metal. Es muy interesante además observar cómo ha ido evolucionando el dibujo de este artista a través de los diferentes álbumes al punto de dejar de imitar el estilo de Katsuhiro Otomo para crear uno completamente nuevo y simplificado, pero que mantiene siempre su excelente sentido de la narración. Marini ha formado además otras duplas exitosas con Jean Dufaux (con quien realizó Rapaces) y con Stephen Desberg, con quien han creado L´etoile du Désert (La Estrella del desierto) y la sensacional Le Scorpion (El Escorpión) que va por su décimo álbum.
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