Lunik nos presenta mini-historias repletas de mujeres en diferentes etapas de la vida, a las que les ocurren quizás las mismas cosas, pero que las viven de manera distinta.

Hablo Sola

12/04/2023

| Por Jules De Menta

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Según nos comentó Alejandra Lunik en la charla que tuvimos hace poco con ella para el canal de YouTube de Comiqueando y que saldrá dentro de muy poquito, el próximo mes de Mayo, se inaugurará una muestra de sus trabajos de humor gráfico en el Centro Cultural Recoleta. La ocasión resulta oportuna para analizar su último trabajo compilatorio, ‘Hablo Sola’, el cual recoge sus viñetas de humor gráfico que se publican en el Diario La Nación bajo el título “Andá a lavar los platos”. El libro de Lunik cuenta con 144 páginas y se encuentra editado por Hotel de las Ideas.

‘Hablo Sola’ comienza con una viñeta en la que precisamente el único personaje que se hace presente, expresa: ‘Hablo Sola’. Una señora con pelo blanco nos dice que se habla a sí misma y, por su gesto, resulta imposible no preguntarse si se ríe de sí misma, si se lo está diciendo a alguien o si siente vergüenza de hacerlo. Sin embargo, algo queda muy claro: habla sola. Con esta viñeta, Alejandra Lunik nos introduce en el universo creativo de este tomo recopilatorio. ¿Será que Lunik con sus viñetas se habla a sí misma? ¿Será que ella siente que los/as personajes de las páginas del tomo nos dicen cosas y no los/as escuchamos o no los/as comprendemos? ¿Será que esos/as personajes hablan y no saben que estamos ahí del otro lado, leyendo sus alegrías y sus tristezas?

Lunik nos presenta mini-historias repletas de mujeres, que se desarrollan y se resuelven en una única viñeta. A lo largo de las páginas, encontraremos mujeres en diferentes etapas de la vida, a las que les ocurren quizás las mismas cosas, pero que las viven de manera distinta. En estos tiempos en el que las redes sociales como Instagram están plagadas de memes, y filtros para fotos de perfil, las viñetas nos invitan a deconstruimos y a empoderarnos, mientras nos distraemos y nos reímos un rato. Hoy pareciera que hablamos solos y solas todo el tiempo. Estamos pendientes de nuestros celulares y mandamos audios atemporales, que no sabemos si serán escuchados, y si lo son, cómo, dónde y cuándo.

El mundo creado por Lunik se vuelve un sinfín de mini relatos que, cuando nos hablan, nos retrotraen a lugares comunes, que muchas veces parece que olvidamos o simplemente dejamos a un costado porque vivimos a mil, en tiempos líquidos en los que todo parece pasatista y muy apurado. Un humor ácido se abre paso ante nuestros ojos y las viñetas de la historietista nos proponen mirar hacia lo sutil, hacia aquellos detalles de la vida que a veces olvidamos, o bien que simplemente no parece que a veces preferimos no recordar que están allí, como es el caso de la violencia. En la única mini historia en blanco y negro ubicada en unas de las primeras páginas, una de las personajas bastante conocida ya de Lunik, le dice a quien suponemos que es su pareja o un amigo: “Yo te maltrato porque hay confianza”. La ironía oblicua se vuelve una constante y nos encontramos con ideas que muchas veces buscamos negar, pero que sin embargo siguen ahí y circulan dentro de la sociedad.

En el compilatorio de Lunik, hay lugar para todo aquello que forma parte de lo femenino. En ese va y viene en las diferentes etapas de la vida de las mujeres de la historietista, encontraremos situaciones de lo más disparatadas que pueden ocurrirnos en la vida cotidiana del siglo XXI: desde la posibilidad de que se nos caiga el celular al inodoro a que simplemente miremos una pera y por más que nos digan que es dulce, no podemos verla como un postre. Con su tono peculiar y curioso, la humorista nos habla de la menopausia y de la vejez, así como también de la niñez y de la juventud; de las tristezas y las alegrías, de las carencias y de las abundancias. Lunik no pierde oportunidad de hablarnos de encuentros y de charlas entre amigas, pero también entre madre e hija que, de alguna manera u otra, nos hacen reflexionar sobre nuestros deseos y sueños, así como de nuestros miedos más ocultos.

Sin bien son todas situaciones que nos pasan claramente a las mujeres, ‘Hablo Sola’ también le deja lugar a la fantasía. Al recorrer las páginas, en un momento, las ‘citas’ se vuelven centrales, y de golpe las mujeres se encuentran con personajes reconocidos por todos y todas, sea por ser parte de la cultura pop, por ser históricos o por formar parte del imaginario popular. Veremos a un hombre lobo, pero también tendrán su momento ET y la Ballena Franca.

Las mujeres de Lunik llevan un estilo algo clásico, pero muy desenfadado y casual. Como a todas y a cada una de ellas las conocemos en su vida cotidiana y en situaciones en las que es imposible no identificarse, la mayor parte del tiempo parecen estar cómodas y relajadas. La propuesta estética de Lunik va en consonancia con sus personajas. Veremos colores en su mayoría planos, pero que irán desde los cálidos a los fríos por lo que la escala cromática es aprovechada ampliamente. Probablemente sea el uso sin límites del color lo que otorga a la propuesta de la artista ese estilo atrevido con mucha frescura. El humor visual de las viñetas se despliega a través de un muy correcto equilibrio gráfico y textual que logra extrañar al lector y a la lectora, pese a que las situaciones que se suceden resulten cercanas y del día a día.

Las mujeres de Lunik ‘hablan solas’, pero que al mismo tiempo hablan todas juntas y al unísono; puesto que dicen lo que nosotras decimos, así como aquello que muchas veces pensamos, pero que por alguna razón no expresamos en voz alta. ‘Hablo sola’ tiene su origen en situaciones de la vida cotidiana del Siglo XXI para resultar en un reflejo de lo que nos pasa a muchas e interpelar aquello considerado femenino en el pasado pero también en el presente.

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