GESTO ADUSTO, CARIPELA A LO STALLONE, LEGADO ANCESTRAL, SED DE VENGANZA. ERA LA EPOCA DE LOS JUSTICIEROS VIOLENTOS, AMARGOS Y PESUTTIS Y UNO DE ELLOS SACUDIO A JAPON Y ESTALLO EN EUROPA Y EEUU. SOBRE-EXPLOTADO HASTA EL CANSANCIO EN EL MANGA Y CENSURADO BRUTALMENTE EN EL ANIME, ESTE PROCER DE LA MACHACA CUMPLE 35 AÑOS SIN BAJAR LOS BRAZOS. QUEDATE A CONOCER LA IMPACTANTE HISTORIA DE
Cuando en el año 1993 el sello Manga Video debutó en España, el primer titulo que lanzó al mercado fue el largometraje de Hokuto No Ken (El Puño de la Estrella del Norte), precisamente el 4 de Octubre. Si releemos ese artículo y otros sobre la serie protagonizada por Kenshiro, salta a la vista algo llamativo: por aquel entonces (hablo de principios de los ’90) se insistía en incluir a Hokuto en la misma línea de mangas cómo Dragon Ball o Saint Seiya; nada más alejado de la realidad, porque mientras en Dragon Ball la aventura es el motor de los protagonistas, en Hokuto lo único que vemos es desesperanza y angustia. De esta caprichosa comparación surge también otra interesante conclusión, y es que en los ’90 la violencia de Hokuto aún se consideraba como un elemento apto para las grandes masas. Hoy en día ese animé no duraría en la tele ni una semana. Pero lo cierto es que este manga siempre fue un caso extraño. Gozó de mucha popularidad en el pasado, principalmente por su largometraje y por su edición en español de la mano de Planeta DeAgostini, quienes editaron el manga de manera parcial. Pero los ’80 y principios de los ’90 fueron sin lugar a dudas los años en los que Hokuto descolló, se hizo popular a nivel mundial y fue quien instauró en los medios la estúpida polémica, que aún hoy dura, sobre si está “bien” que un dibujito sea violento. Pero comencemos desde el principio:
EL PRIMER KENSHIRO
En Septiembre de 1983, se publica en la revista Fresh Jump un manga autonclusivo llamada Hokuto No Ken. Escrito y dibujado por Tetsuo Hara, el comic cuenta la historia de un joven llamado Kenshiro Kasumi, quien entrena con su padre y pasea en moto con su novia Yuki. Su papá le enseña la técnica de lucha llamada Hokuto Shinken, pero al hijo no le interesa mucho ponerla en práctica ya que desea llevar una vida tranquila. La cosa se complica cuando la novia del protagonista es asesinada violentamente, por lo que éste comenzará una guerra privada contra los asesinos de su novia. La publicación de esta historia tuvo un moderado éxito, lo cual permitió que saliera una segunda parte ese mismo año llamada, de manera muy original, Hokuto No Ken II.
Dentro de estas dos historias se presentan algunas ideas que luego se instalarían en la serie semanal de Hokuto. Sin lugar a dudas. lo más emblemático de Kenshiro, y que aquí ya aparece, es la teoría de los tsubos y cómo el protagonista elimina a sus enemigos. Esta noción es uno de los pilares de la saga y a partir de esa técnica es que se comenzarán a desprender todos los estilos marciales que luego tendrían los rivales de Kenshiro dentro de la colección regular.
Otra coincidencia es la importancia que tiene la novia para el protagonista. Al igual que en el manga principal, aquí para Kenshiro la mujer es el eje más importante: viva o muerta, la novia será quien conduzca al protagonista a llevar a cabo la mayoría de sus acciones. Las diferencias aquí tienen que ver más con el contexto en el que se desarrolla la historia, ya que en estos episodios la acción transcurre en el Japón actual, y no en un futuro apocalíptico. Por otro lado, en estas historias Kenshiro posee un padre. Y si bien el Kenshiro del manga posterior no lo posee, sí logra establecer con algunos personajes una relación padre/ hijo que podría reemplazar al lazo que conocemos en esta historia.
La gran aceptación de la segunda parte hizo que el editor del semanario, el señor Nobuhiko Horie, le proponga al mangaka hacer una serie semanal. Pero Hara no se sentía lo suficientemente seguro como para prolongar las aventuras del adolescente Kenshiro y comenzó a dudar de su capacidad como guionista. Aquí es dónde entra en escena Buronson (cuyo nombre real es Yoshiyuki Okamura), quién fue contactado para hacerse cargo de los guiones, y deja que Hara pueda concentrarse al 100% en los dibujos.
Buronson (que se ganó ese apodo por usar el bigote al estilo Charles Bronson) se sentó con el dibujante y juntos lograron replantear toda la historia. Así fue cómo empezaron a descartar varias ideas de los dos mangas anteriores y reformularon prácticamente la totalidad de la obra. La acción ya no transcurriría en la actualidad, Kenshiro sería un hombre adulto y no un adolescente y los secundarios más importantes serían niños y otros peleadores que rivalizarían con el héroe por diferentes motivos. Como mencioné antes, el concepto de los tsubos y el estilo de pelea del protagonista se mantendrían prácticamente intactos. Un elemento importante que aportó Buronson fue la onda “Mad Max” que respira el manga.
(Muy pronto, la segunda parte)


