Jim Starlin tenía fama de de asesino de héroes. El fue el responsable de la muerte de Mar-Vell, el héroe Kree, en la novela gráfica The Death of Captain Marvel. Y ahora iba por Jason Todd.
Ante el pedido del guionista y viendo la reacción del público frente al personaje, el coordinador Denny O`Neil decide llevar a cabo un experimento bastante particular. La movida se título A Death in the Family (Batman nºs 426-429) y funcionaba así: Durante 36 horas, a partir del 15 de Septiembre de 1988, los lectores podían decidir mediante un llamado telefónico a dos líneas especialmente habilitadas por DC, si Robin vivía o moría.
Quien acompaña en el dibujo a Starlin es el eterno Jim Aparo. La historia nos cuenta cómo Jason Todd descubre que su madre está viva y recorre parte del mundo buscándola. Tras descartar a dos posibles candidatas (vale la pena mencionar que una de ellas era Lady Shiva), la búsqueda termina en Medio Oriente. Cuando por fin Jason se reencuentra con su madre, resulta que ésta estaba entongada con el Joker en negocios turbios que tuvo con él en el pasado. ¡Qué mala leche la de Jason y que guachada la de Starlin! Robin decide ayudar a su madre y engañado por la misma, recibe una tremenda paliza a manos del Joker, frente a los ojos de su propia madre, que casi ni se mosquea y se prende un cigarrillo mientras ocurre la golpiza. Una mala leche innecesaria. El Joker los deja a los dos atados en un galpón donde detonará una bomba. Todd sobrevive a los golpes y trata de salvar a su madre… solo para descubrir que no pueden escapar y la bomba estalla. Sí, podemos afirmar que Starlin estaba pasado de rosca. A todo esto, cabe agregar que poco antes el Joker había dejado paralitica a Barbara Gordon en la clásica Batman: The Killing Joke, de Alan Moore y Brian Bolland. Una verdadera broma asesina termino siendo todo esto.
En el nº 427 de Batman (después de la explosión de la bomba) se incluía un anuncio que invitaba a los lectores a llamaran a dos números telefónicos: uno por si querían que Robin viviera y otro por si querían que muriera. Denny O`Neil tenía dos versiones de las mismas páginas del nº 428 hechas por Aparo para mandar a imprenta, a la espera de los resultados de la macabra votación. El día 15 de Septiembre empiezan a llegar los llamados, y a las 10.30 horas tenemos 243 votos a favor de que Jason viviera y 199 de que no. Mientras tanto, O`Neil va dando entrevistas a los medios. La noticia del experimento llamó mucho la atención de los periodistas. Muchos en las oficinas de DC Comics opinaban que Robin tenia las horas contadas. El único optimista era Dick Giordano, que pensaba que los comiqueros estaban cansados de tantas muertes y que por ello Jason iba a salir triunfante. Se equivocó. El viernes 16 a las 20.30 horas se cierran las líneas. 5271 votos para que Robin viva y 5343 para que muera. Por 72 votos, el segundo Robin había muerto. Aunque nadie había muerto en la vida real, Denny O`Neil junto con su mujer sintieron un pesar esa noche y decidieron volver caminando a sus casas desde las oficinas de DC a modo de duelo.
En cuanto al responsable directo de la muerte de Jason, que fue Jim Starlin, se fue poco después de DC para volver a Marvel, ya que se venía la película de Batman de Tim Burton. El peso de la película que se estaba por estrenar hacía que mucha gente se involucrara en la toma de decisiones acerca del personaje y lo estaban volviendo loco. ¿Tuvo algo que ver el film en la decisión de matar a Robin? Hay versiones que dicen que sí, que los altos ejecutivos de Warner se lo querían sacar de encima porque en los tratamientos finales del guión (a manos de Sam Hamm) ya no lo incluían.
Ya Frank Miller en su obra clave (The Dark Knight Returns) había anticipado la muerte de este segundo Robin. Su pérdida apenas se menciona en un diálogo y vemos el uniforme de Jason en una vitrina acompañado de una placa que decía: “A Good Soldier”. Recién en el 2016, Miller contó (acompañado de Brian Azzarello y John Romita Jr.) su versión de la muerte de Jason en el prestige Batman: The Last Crusade. Un lindo currito que acompañó al Batman DK3.
Durante muchos años, la muerte del segundo joven maravilla fue un hito intocable en cuanto a continuidad y mitología de Batman. Sin embargo, pronto buscaron un reemplazo porque se dieron cuenta de que en materia de historia y merchandising tiene que existir un dúo dinámico siempre. Así es como nace Tim Drake creado por Marv Wolfman, para muchos el Robin definitivo.
En cuanto a Jason Todd, el Robin de la tragedia tendría su regresó a la vida impulsado entre otras cuestiones editoriales por la vuelta de Bucky en el Capitán América de Ed Brubaker y reconvertido en un antihéroe llamado Red Hood en honor al villano que lo asesinó, el Joker. Pero esa ya será otra historia u otro informe que tímidamente podría titular Las Muchas vidas de Red Hood.
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