El episodio 40 de la serie de 2002, el primero de la tercera temporada, fue escrito por Dean Stefan pero nunca se llegó a producir aunque sí se realizó su adaptación al comic a manos de Ryan Foley en el guion y Emiliano Santalucía en faz gráfica. Allí se narra cómo Skeletor intenta liberar a King Hiss y a varios de sus hombres serpiente de las mazmorras del palacio de Eternos solo para poder eliminarlos él mismo. No sabe que es una trampa del general Rattlor para que les hagan el trabajo sucio y permitir que Hiss se regenere en la oscuridad de la Montaña Serpiente. Cuando Man-at-Arms y Stratos llegan a la guarida de Skeletor, lo encuentran en plena batalla con los hombres serpiente y llevando las de perder. King Hiss derriba a los héroes y captura a Duncan, a quien transforma en un hombre serpiente.
Este comic fue publicado por BCI y se conseguía solamente al adquirir el DVD del volumen 3 de la serie animada del 2002-2004.
Masters of the Universe en DC, el regreso
Como se explicó en el apartado de los minicomics, en 2012 DC Comics consiguió la licencia para publicar más comics de los Masters of the Universe y comenzó de la manera más segura a tantear cómo venía el terreno: a través de Internet.
De esta manera, en Junio de ese año, comenzó a comercializarse en formato digital el primer número de esta serie, The Lost Knight, escrito por Geoff Johns y dibujado por Howard Porter, con entintado de John Livesay. En esta primera entrega se narra una aventura de Sir Laser Lot, uno de los Masters que acompañaban a King Grayskull al momento de su muerte y que, por obra y arte de Skeletor, es trasladado al presente junto a un cráneo sagrado.
La segunda aventura, guion de Kyle Higgins y dibujos de Pop Mhan, tiene como protagonista a Man-at-Arms, quien debe recuperar una joya conocida como Ojo de Chronos, que ha sido robada del Castillo Grayskull. El tercer número, escrito por Mike Costa con dibujos de Jheremy Raapack, cuenta la historia del origen de Cringer, el tigre al que Adam transforma en Battle Cat. Costa escribió también el cuarto número en el que, junto al dibujante Eric Nguyen, cuentan una historia situada 30 años en el pasado, cuando Randor luchaba lado a lado con Man-at-Arms contra una horda de criaturas similares a Leech y… ¡zombies!
Higgins regresa, junto a Mike Henderson, para una quinta historia muy al estilo de Sin City ambientada en los bajos fondos de Eternia, en la que un exguardia del palacio llamado Nolar Blak se ve involucrado en un romance con una mujer particularmente mágica. Orko protagoniza la sexta historia de la mano de Jeff Parker y Chris Gugliotti que transforman Eternia en una suerte de mundo en una suerte de Funko Pop gigante luego de que el pequeño mago “contamina” un hechizo de Sorceress para defender Grayskull. Kyle Higgins y Mike Miller recuentan el origen de Trap Jaw en la séptima entrega, donde Kronis no es un mero lacayo de Skeletor que se rebela, sino un criminal que jura vengarse de He-Man porque lo dejó desfigurado. Lo interesante de esta historia es la forma en la que conecta con el segundo y el quinto número. El último número, de Mike Costa y Drew Johnson, lleva la acción al planeta Etheria, de la dimensión de Despondos, donde una capitana de la Horda llamada Despara comienza a tener sueños sobre un pasado que Shadow Weaver ha borrados varias veces de su mente a lo largo de los años.
Algo que hay que subrayar es que estos ocho arcos actúan como una suerte de biblia de lo que viene a continuación, por lo cual conviene tener todos los detalles presentes al momento de leer cada miniserie. Esto es, básicamente, porque los autores decidieron dejar de lado décadas de una cierta continuidad y avanzar con una historia totalmente original que alcanza nuevos límites en la mitología de los Masters.
El lunes empezamos el repaso por las series regulares.
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