En la búsqueda de un posible orden para la entregas, terminé decantando por tratar de ordenarlos temáticamente. Si bien la primera entrega fue cronologica, de ahí en más decidi ordenarlos de otra manera para que sea más coherente y no una nota larga entregada en fetas. Así es como hoy vamos con los “crossovers musicales”, por llamarlo de alguna manera, y arrancamos por unos pibes que algo entienden de salir en comics.
KISS LLEGA A RIVERDALE
A diferencia de todos los crossovers de los que veníamos hablando, este tiene la particularidad de darse dentro de la colección regular de Archie y no como especial o miniserie. El encuentro se da entre los nºs 627 y 630 de la serie.
Y es la primera vez que los veo hacer agua. Hasta ahora, la idea de juntar a Archie con prácticamente cualquier cosa venía funcionando de perlas, pero con Kiss falla y si tengo que buscar un culpable debería ser el guionista. La historia que plantea Alex Segura es bastante insípida y pelotuda, como que agarra lo mas patético del espíritu de Kiss contra los Fantasmas y lo tamiza por el filtro de las aventuras de Archie. El resultado es una suerte de episodio de Scooby-Doo sin onda. Incluso a la dupla de Dan Parent con Rich Koslowski en el dibujo tampoco se la nota muy inspirada, lo que nos da un promedio bastante regular.
Antes de profundizar un poco más en la historia, nobleza obliga, tengo que admitir que no soy muy fan de Kiss, por lo cual es probable que me pierda algún guiño, alguna referencia y que la presencia de ellos no me sume para buscarle algún puntito extra por onda. Dicho esto, ¡nademos en esta fosa séptica! Todo arranca por una pelea entre Sabrina y Verónica, que termina con la segunda interrumpiendo un ritual y finalizándolo de manera incorrecta, lo que sirve para invocar a cuatro monstruos de otra dimensión (un hombre lobo, una momia, un monstruo de Frankenstein y un vampiro muy en la onda de los de Twilight) que transforman a los habitantes de Riverdale en una especie de zombies por el aburrimiento. Detrás de ellos, por el mismo portal aparecen los miembros de Kiss para detenerlos. Una serie de peripecias pelotudas y malos entendidos hacen que finalmente se resuelva el conflicto gracias a la invaluable participación del cuarteto de las caras pintadas, que solo se presentan por sus nombres de batalla; The Demon, Starchild, Spaceman y Catman, y hacen alarde de tener superpoderes como tirar rayos y escupir fuego.
Como dije, la historia esta lejos de ser muy inspirada y todo termina sin demasiadas sorpresas y dándose mas o menos de la forma que uno lo espera, lejos esta de los giros jugados que presentaban los encuentro con predators y sharknados, donde boletean personajes a mansalva y nada en Riverdale seria lo mismo, acá todo pasa para al final recuperar el status quo y nos deja pensando si todo esto era necesario. Calculo que viendo los números de las ventas y lo bien que le fue imagino que si, que por lo menos un grupo de gente lucro de lo lindo con esto, ahora como historieta deja mucho que desear y no se las recomiendo salvo que tengan mucho tiempo al pedo o sean muy fanáticos de Kiss.
EL ARCHIE DE DOS MUNDOS
Acá me pasó todo lo contrario que con Kiss: venía super desmotivado por el fiasco que había sido esa historia, y encima un crossover con Glee no me podía importar menos. Pero está tan bien escrito, tan bien resuelto, que me cerró el orto. El laburo que se manda el capo de Roberto Aguirre-Sacasa es demoledor. El tipo había escrito varios episodios de la serie Glee y se nota que la tiene bastante clara con el Archieverse (al punto que de acá se fue a escribir el título Afterlife with Archie). Y ya que hablamos del Archiverse, todo gira en torno a ese concepto tan comiquero como son las tierras paralelas. De esta forma, Dilton -mediante un proyecto de ciencias- abre un portal a otro universo y puede comunicarse con Britanny, que lo considera un amigo imaginario que vive en su locker, y de esta manera hace un paralelo entre buena parte del elenco de Glee y algunos de los más prestigiosos jóvenes de Riverdale. Así es como Finn es el Archie de este otro universo, Rachel es Veronica, el propio Dilton tiene su contrapartida en Artie y asi, resaltando similitudes y tratando de forzar algunas cosas que mucho no cierran pero enfocadas desde el humor, por lo cual las dejamos pasar. Y ya la premisa es tan comiquera,como brillante!! Después, el resto de la historia es un tanto obvia: Dilton piensa viajar al universo de Glee, pero en el momento que está por hacerlo ocurre un accidente que potencia su experimento y hace que la mitad de los personajes de cada universo intercambien lugares. De esta forma, Dilton suma sus fuerzas con Artie en el Gleeverse para tratar de revertir el experimento y devolver a cada quien a su universo, pero se acercan las competencias nacionales y el coro tiene que competir contra los Warblers, al tiempo que los Archies tienen la final del torneo de bandas contra Jossie y las Pussycats. De esta forma, los equipos se rearman para tratar de seguir adelante con las competencias, aceptando cada grupo a los del otro universo, al tiempo que tratan de no hacer nada que afecte el equilibrio de ambos, como que personas de distintos universos ¡se besen!!
Obviamente esto pasa con la pareja menos esperada, y los universos comienzan a implotar, lo que acelera los planes para tratar de volver todo a la normalidad. La verdad que todo es super-entretenido. Aguirre-Sacasa juega muchísimo con las cosas que los personajes de cada universo tienen en común, sin abandonar jamas el espíritu de las series y generando ciertos enredos bastante entretenidos. La verdad, una grata sorpresa en una historieta por la que -como dije antes- no daba dos mangos,. El dibujo a cargo nuevamente de Parent y Koslowski, está mil veces mas inspirado que con Kiss… o será que al disfrutarlo mas hasta me parece mejor dibujada, algo que a veces me pasa. Cuando la historia es buena y el dibujo acompaña como que uno se deja llevar. Si la historia no cumple, uno le presta más atención a los dibujos y por ahí no todo es tan bueno como parece. Pero de cualquier manera, estos cuatro episodios (que también forman parte de la serie regular de Archie entre los nºs 641 y 644 del 2013), me dejaron no les voy a decir cebado, pero sí con esperanza de que todavía algún otro crossover de Archie me podía sorprender… y así fue.
ARCHIE MODELO 76
Lo primero que pensé al agarrar este especial publicado en 2016, fue “uff, otra vez Alex Segura y otra vez un crossover con una banda de los ´70”. Pero la verdad sea dicha, le tengo más cariño a los Ramones que a Kiss, así que hice de tripas corazón y no me arrepiento de nada.
Casi podríamos decir que lo de Segura en este especial es una carta de amor al punk de finales de los ´70, pero sobre todo un hermoso homenaje a The Ramones. Para hacerla corta y sin contar demasiado (porque me parece que este es uno de esos comics que se tienen que leer) los Archies nuevamente participan del torneo de bandas y les va como el ojete, suenan para el orto y se dan cuenta que la banda no está yendo para ningún lado. Entonces, cuando Archie está a cinco minutos de mandar todo a la mierda, aparece Sabrina con un vinilo del primer disco de los Ramones y le dice que se lo deja para que le sirva de inspiración. Archie lo pone en el tocadiscos y ante los primeros acordes “Hey! Ho! Let’s Go!”, él y su banda son transportados a la New York de 1976 donde los Ramones son jurados de, justamente, un torneo de bandas. Y no les cuento más porque ya les dije que quiero que lo lean y lo disfruten como lo hice yo. Hacía tiempo que un comic no me emocionaba como consiguió hacerlo este.
Mención aparte para el dibujo Gisele Lagase, que está realmente fuera de escala. Lagase dibuja todo en un estilo medio mangoso, pero que le sienta muy bien al especial y le trae a Archie una frescura que no sentí en ningún momento con el estilo clásico. Realmente acá el dibujo se la juega por hacer algo distinto de lo habitual y lo consigue con creces. Por ese lado también el comic resalta y suma para que en perspectiva, sea el crossover que más me gusto de todos los reseñados hasta ahora que no fueron pocos y hay algunos realmente nuevos. Pero ahí, remando desde el fondo y con poca expectativa, Archie Meets the Ramones se sube al podio y me deja cerrar esta nota con una sonrisa que espero no me la borre lo que está por venir en la próxima entrega. Ahí nos leemos.
(Muy pronto, la cuarta parte)
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