Tercera parte de la recorrida por la Golden Age, cuando Superman estaba a cargo de sus creadores.

Superman: el origen (parte 3)

31/07/2013

| Por Martín Fernández Cruz

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superman100DARK AGES

Ya alejado de la National y con un juicio que apenas comenzaba, Siegel pensó en crear un nuevo personaje, pero esta vez pensaba retener los derechos de autor. Los chicos de Cleveland inventaron al Funnyman, pero el personaje fracasó rotundamente y la serie fue cancelada en su sexto número. Lo más destacable de este comic es lo avanzado que Shuster estaba en comparación a sus últimos años en Superman. Joe ya había encontrado un estilo propio y se lo veía mucho mas seguro en los lápices. Finalmente, en 1948 salió el fallo del juicio: según había resuelto la Justicia, los chicos de Cleveland habían vendido todos los derechos sobre el personaje y no tenían forma de reclamar la autoridad sobre Superman, y tampoco se encontraron fundamentos que justificaran que les fueran otorgados cinco millones por parte de la National. En lo único que les dieron la razón fue en que la National había utilizado a Superboy de manera indebida. Jerry estaba enfurecido y quería apelar, pero Zuggy le dijo que no tenía caso, y que intentaría llegar a un arreglo por cien mil dólares.

La situación para ambos no podía ser peor. Sin dinero, sin trabajo, con un futuro en la industria prácticamente nulo y con un juicio fallido que les sirvió solamente para enemistarse aún más con los dueños de la pelota. Corría 1949 y la relación profesional que mantuvieron los chicos de Cleveland durante más de 15 años llegaba a su fin. Los padres de Superman se separaron y sus caminos artísticos nunca volverían a cruzarse. Fue el fin de una era.

 

Fueron por todo, se llevaron muy poquito.

Fueron por todo, se llevaron muy poquito.

CAMINOS SEPARADOS

Comenzaron los ’50 y Shuster dibujó algunos comics para niñas dentro de Charlton, pero poco se supo de él en los años siguientes. Mientras tanto, Siegel no podía encontrar un trabajo que le interesara. Su segunda mujer, Joanne Carter, quien había servido como modelo físico para Lois Lane, le insistió al escritor que debía intentar volver a trabajar en Superman, y ella misma convenció a Liebowitz de que contrataran a Siegel para escribir algunos números de la serie. El empresario aceptó con recelo y así fue que el padre de la criatura se reencontró con su creación.

141-1Por el año 1959 Siegel escribió varias historias memorables y sorprendió a los lectores. Siegel exploró el costado más humano del personaje e hizo hincapié en su condición de inmigrante galáctico y en la sensación de soledad que sentía en su corazón. En 1960 Siegel escribiría una de las historias más emotivas del personaje: Superman’s Return to Krypton, una aventura en la que Kal-El volvía a su planeta natal, conocía a sus padres y sufría frente a la inevitable destrucción de Krypton. Este momento de gran inspiración le sirvió a Siegel para volver a gozar del prestigio perdido, y de permitirle a Superman reivindicarse como el héroe más importante de la industria. Siegel sentía que su vida volvía a tener sentido. De Shuster, mientras tanto, se sabía poco y nada.

JUICIO FINAL (2)

En 1966, Siegel volvió a iniciar demandas contra la National por el copyright de Superman. Lo llamó a Shuster pero este se negó a continuar una pelea a la que consideraba una causa perdida. Pero Siegel no desistió y siguió adelante. El juicio no prosperó y fue despedido de DC por razones obvias. Stan Lee, con la buena onda que lo caracteriza, le dio a Jerry un trabajo en Marvel como guionista, pero las historias de Siegel no cuajaban entre los lectores de la Casa de las Ideas. Siegel rebotó durante varios años en distintas editoriales sin alcanzar nunca más algo del éxito que tuvo en sus primeros años en Superman.

Guarda con Joanne, que es bravísima.

Guarda con Joanne, que es bravísima.

TIEMPO DE REVANCHA

En 1975 Siegel finalmente tocó el cielo con las manos cuando recibió una llamada de los abogados de Warner para darle un fin a la causa judicial por los derechos de Superman. La película comenzaba a pre-producirse y Warner, que por esa época ya era dueña de DC, quería despejar el terreno legal para poder filmar y comercializar el ansiado largometraje. El arreglo consistía en una paga anual de diez mil dólares para Jerry y Joe, de por vida. Jerry estaba viejo y cansado y no se sentía con fuerzas para pelear por mucho, pero Jerry Robinson, quien los asesoró legalmente durante esta etapa, consiguió que la dupla cobrara de por vida veinte mil dólares anuales y que en cada comic y adaptación televisiva de Superman figure la leyenda “creado por Jerry Siegel y Joe Shuster”. Luego de casi 30 años de litigio, finalmente Jerry había conseguido llegar a un arreglo y las partes lograron la paz. Por un tiempito.

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