Estamos muy cerca del punto de inflexión en la serie. Después de Judas Contract o -para ser justos- después de la saga de Trigon (que se publica en paralelo a estos numeritos) Wolfman se mete de lleno con Crisis on Infinite Earths, Perez abandona la serie, y ya nada va a ser lo mismo. Pero el nivel empieza a mermar ya en estos capítulos que nos atañen porque, como dije, era un momento donde ambos creadores estaban a cargo de dos títulos de Titans al mismo tiempo y la calidad comienza a resentirse.
Tras el nº50 George Perez va a abandonar la serie por mucho tiempo, para aportar sólo las tapas y, como él mismo dice en varias entrevistas de esos años posteriores a su partida, la revista era una colaboración absoluta entre Wolfman y él, lo que provocó que ciertos personajes se desdibujarando con el tiempo. Esto en buena medida Perez se lo adjudica a los dibujantes que lo continuaron, que no entendían a los personajes de la misma forma que él y ponían al guionista en situaciones que lo obligaban a traicionar la esencia de los mismos.

Pero no nos adelantemos: recién estamos en Agosto de 1984, cuando el nº45 sale a las calles, al mismo tiempo que el nº1 de la nueva serie, apodada «la Baxter» por el tipo de papel en el que se imprimía. Para ser ordenados, vamos a cerrar primero el repaso por esta serie, para después meternos de lleno con la otra, ya que cronológicamente parecerían estar ubicadas más o menos en ese orden, sin indicios de que transcurran al mismo tiempo. Como ya mencioné, y producto del exceso de trabajo, estos números tienen sólo bocetos y plantado de Perez, terminados por Mike DeCarlo que hace un laburo correcto, pero que no terminó de convencer al que fuera dibujante titular, quien manifestó: “La verdad que lo que me molestó fue sobre todo el dibujo. Fue mi culpa, por haber entregado sólo bocetos, a Mike DeCarlo, que no conocía a los personajes y le agarró la mano a las caras y a cómo dibujarlas para que funcionen. Entonces todos se ven muy parecidos; y con el estilo de entintado de Mike, los personajes se ven muy estáticos. Incluso cuando yo le di el lápiz completo, su trabajo se veía un poco duro, y cuando trabajó sobre bocetos esto se notó más. Y en cuanto a la trama, a pesar de la construcción previa, pasó todo muy rápido. Me parece que si se pensaba más, podría haber sido mejor».
Con respecto al argumento, que va a continuar en los dos siguientes episodios, viene a acabar de una vez por todas con la amenaza de HIVE, un plot que había servido más para meter a Deathstroke en la historia que otra cosa. Y con esa línea resuelta, no tenía demasiada utilidad en la serie, al punto de que deja alguno cabos sueltos y una idea muy pelotuda: HIVE se ensaña con los Titans, porque eran más fácil de derrotar que la Justice League, una motivación muy similar a lo de los Fearsome Five. Incluso todo el plot de estos números que gira en torno a una supuesta invasión a Atlantis que jamás llega a concretarse, tampoco queda del todo clara, ya que el plan parece ser envenenar los océanos y no se termina de entender qué pito toca la ciudad sumergida en todo eso. El arco en sí no es horrible: Wolfman aprovecha la falta de Cyborg y Changeling para usar a Aqualad y Aquagirl, nos muestra una explosión de los poderes de Raven, que están cada día mas desbocados y muestran su peor cara, avanzan un poco en el desarrollo de Jericho como miembro del equipo y hasta vuelve Wally por un rato, a ver por qué nadie le dijo que Tara había muerto.

Y acá esta donde estos números fallan: no es en lo que cuentan, no es en el dibujo a media máquina, es en la carencia de un epilogo a todo lo que acabamos de vivir. La construcción de lo que fue Judas Contract se hizo de manera lenta y pausada, con un final abrupto e inesperado, donde más allá del par de paginitas del entierro que no decían demasiado, no tuvimos tiempo de digerir lo que había pasado. Y en estos números, nos enteramos que pasó por lo menos una semana desde aquellos eventos y los Titans medio que se están haciendo los pelotudos para no tocar el tema. El único realmente afectado es obviamente Gar, que anda por la vida cagando a palos a cuanto delincuente se cruza sin medir demasiado las consecuencias y por eso Vic le hace un poco de niñera, atento a que no mate a nadie. Pero yo creo que hacía falta un poco más, no sé… Entiendo que es difícil, porque el personaje de Terra terminó por ser una traidora sin una gota de arrepentimiento y también entiendo que mucho de esto que pido, llega en unos números más adelante cuando se lleve adelante el juicio a Slade. Pero así y todo, estos números tienen gusto a poco. La vara quedó muy alta y es muy difícil descomprimir. Capaz que hacía falta uno de esos numeritos muy humanos y sin villanos. No sé, pero lo que hace que este arco no funcione me parece que en el fondo es más de expectativas que de otra cosa.

Los siguientes son dos unitarios: uno dibujado por un primerizo Steve Rude, y que es un crossover extra-oficial con DNAgents de la editorial Eclipse, para esta historia reformateados como los Recombatants, un experimento genético de industrias Dayton, que se les va de las manos y termina con un final trágico. La gracia de la historia es que por su lado Mark Evanier y Will Meugniot casi al mismo tiempo publicaban en el nº 14 de su serie una historia donde los protagonistas del título se enfrentaban al Project: Youngblood, que se parecían demasiado a los Titanes. En este número, que era casi una historia espejo del de Titans, el grupo en cuestión era contratado para detener a los prófugos DNAgents por el laboratorio que los creó, y el final de la historia también era trágico, solo que acá los que sacrificaban su vida eran los Youngblood. Esto de que ambas historias terminaran con la muerte del equipo invitado, era un acuerdo entre los guionistas, para que nadie pudiera volver a usar a los personajes más allá de estas historias.

El otro número es una historia de Wally contra el Dr. Light, dibujada por Carmine Infantino, que tiene unas pocas páginas de Perez que sirven de prólogo para la boda que se está por venir en el próximo número. Con la excusa de que Donna no tiene noticias de Wally, sobre su asistencia a la boda, la historia nos cuenta cómo el Dr. Ligth ataca Central City y es detenido por él y Francine que justo se encuentran de paso, para reunirse con Barry. Ahora Wolfman nos cuenta que Wally siente un inmenso dolor cada vez que usa sus poderes y parece que estos lo están matando. Un numero bastante de relleno, con poca conexión con la serie, salvo por las paginolas de Perez, que parecen existir más que nada para que la boda se dé en un número significativo como es el 50 de la serie.

¡Y por fin llegamos! Mucho se ha dicho y escrito sobre la boda de Donna Troy y Terry Long. Las principales críticas tienen que ver más que nada con el hecho de que una chica de 19 años se case con un divorciado de 30 que además fue su profesor, y la idea medio creepy de que Terry es una suerte de self insert del propio Wolfman. Que sumado a un montón de comentarios y actitudes del personaje que no envejecieron para nada bien, hacen que toda la situación dé un poco de vergüenza ajena, producto de los tiempos que corren. Pero es un comic de 1985 y en algún punto hay que leerlo como tal. Ya se escribió demasiado sobre este tema, así que vale la mención que no podía pasar por alto, pero no pienso meterme más a fondo con eso.
Vayamos a lo que Wolfman hace bien en este número, que no son pocas cosas. La primera y más relevante, incluso en algún punto hasta poco habitual, es que se banca un especial de 40 páginas, sin que aparezca un sólo villano ni se tire una sóla piña. Obviamente esto es todo mérito de la importantísima caracterización de personajes que el guionista desarrolló desde el principio de la serie. Eso le permite escribir un episodio de esta características sin que uno se aburra en lo más mínimo. Por ahí peca un poco de melodramático, pero se lo perdonamos, porque tampoco es fácil escribir este tipo de historias sin caer un poquito en eso.

El segundo punto, muy relacionado con este, es que todos los personajes que aparecen (salvo por Raven) lo hacen en su identidad civil y vestidos para la ocasión. Lo que le permitió a Perez disfrutar de hacer algo diferente, al punto que los vestidos de las damas de honor de Donna fueron diseñados por su esposa. Lo que lleva al punto más interesante del episodio que son los cameos. No me voy a poner a mencionarlos todos porque no terminamos más, pero por aquella época, antes de Crisis, el Universo DC en un lugar más sencillo, y donde los héroes compartían entre ellos sus identidades secretas sin muchos miramientos, por lo cual la triada icónica está invitada a la boda. Diana -se cae de maduro- es la hermana mayor de Donna; Bruce tiene una gran charla con Dick, donde un poco se disculpa por jamás haberlo adoptado legalmente; y el que más sorprende es un Clark que por ese entonces estaba de novio con Lana. También hay cameos de muchos de los responsables de la revista, entre ellos los propios Wolfman y Perez, y los que no salen dibujados aparecen en la lista de invitados que se ve en una viñeta. Hay algunos famosos como Sting y Michael Jackson y para terminar, están prácticamente todos los héroes y heroínas que alguna vez fueron miembros del equipo o tuvieron una relación cercana.
Y -con esto cierro- lo que hace Wolfman con estos personajes es increíble. En pocas viñetas en la mayoría de los casos, en unos sencillos diálogos casuales, logra dotar a un montón de personajes medio pelo, de una carnadura que jamás tuvieron y eleva su status al de miembros del equipo relevantes, a pesar de que hacía 10 años que no aparecían en una revista. Golden Eagle, Duela Dent, Kathy Kane, Mal Duncan e incluso Sharon, la compañera de cuarto de Donna en la serie clásica, están como invitados a la boda, tienen escenas con otros personajes y nos da la impresión de que jamás se fueron y que nos importan sus vidas y lo que les pasa. Por unos pocos segundos, queremos que Garth y Tula digan que sí a reformar los Titans West, o lamentamos el retiro de Mal y Karen por haberse casado, o nos intriga ver que Duela está tan vieja y saber si es o no es hija de Two-Face. Y todo esto es mérito 100% del guionista, que sabe cómo tejer las relaciones de los personajes para que le demos pelota y nos importe un montón de gente que hasta hace cinco minutos ni sabíamos que existían. Y después nos preguntamos por qué era el titulo más vendido… Porque producía esta magia, que es algo que no es tan fácil de encontrar regularmente en un comic de superhéroes.

4 respuestas a «Teen Titans (parte 26)»
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Y ya que estoy aca, muy buena nota. Lo que recuerdo de por donde los empece a leer, todavía no empezo. Si no recuerdo mal, era la caza de los titanes, que la tenía completa de zinco pero la vendi. Hasta la parte de wildbeast (o algo asi), y los otros que serían la ¿tercer encarnación?
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Pregunta fuera de este tema. Alguno sabe donde y cual programa es el mejor para leer cbr. Si puede ser portable mejor.
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El numero que arrancas la nota (el de aqualad y su jovia media muerta) fue el primero que consegui de zinco. Por ese entonces los titanes solo eran una figurita sin robin en el album de los superamigos de cromy. Que grosso equipo y momento de la coleccion. Gran nota, me encanta que la adornes con los comentarios de los autores. Saludos!
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Muy buena nota Fede! No tenía idea de lo de Terry siendo el self insert de wolfman eso definitivamente le añade más a lo turbio de todo el asunto. Pero bueno coincido bastante con todo lo de la boda, la charla con Bruce me llegó mucho, prefiero ese tipo de momentos a la obsesión de muchos guionistas de Batman con hacer que Bruce los vea más como soldados y que se yo que cosa edgy al pedo.
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